¿Puedo perder peso y seguir bebiendo vino?

Sí. La respuesta puede parecer sorprendente, pero científicos de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos), han desarrollado un estudio en el que se demuestra que un compuesto del vino tino ayuda a reducir el peso. Se trata del piceatannol, un antioxidante similar en estructura al resveratrol.

y sobre todo, ¿puedo tomar vino si estoy a dieta? El consumo moderado de vino es saludable y no tiene ningún riesgo para el organismo siempre que la persona goce de buena salud y se haga de manera moderada, por tanto una copa de vino al día, por ejemplo, apenas aportan unas 100 calorías.

Un estudio científico asegura que beber dos copas de vino al día puede ayudar a bajar peso y reduce el riesgo de padecer obesidad hasta en un 70%

Te recomendamos optar por una referencia con bajo contenido alcohólico (ya sea blanco, tinto o rosado), pues el aporte calórico será también más bajo. Por otro lado, tampoco debes olvidarte de las cantidades de azúcar que contienen los vinos.

Tanto el vino como la cerveza tienen calorías por el alcohol y el azúcar que presentan en su composición. Sin embargo, por cada 100 gramos, el vino aporta 78 calorías, más del doble que la cerveza, que aporta 33 calorías.

Por último, el alcohol es un diurético, lo que significa que aumenta la pérdida de líquidos en el organismo. Esto puede conducir a la deshidratación, que puede afectar a los esfuerzos de pérdida de peso. La deshidratación puede ralentizar el metabolismo, lo que dificulta la quema de grasas y calorías.

Alcohol mejor que comida basura

Según un estudio con ratones publicado en la revista 'Journal of Nutritional Biochemistry', el consumo moderado de vino tinto o de zumo de uva roja mejora el metabolismo y puede contribuir a mejorar el estado del hígado graso.

Vino, aproximadamente 100 calorías por una copa de 5 onzas (145 ml)

No la cantidad recomendada de bebidas alcohólicas, sino la cantidad recomendada que no se debe superar. Si es de vino, 2 vasos de 150 cc, en el caso que sea un hombre, y en el caso que sea una mujer, 1.

Evitar las comidas picantes, los aderezos a base de vinagre, los quesos de sabor fuerte, los postres extremadamente dulces, los platos muy condimentados o con mucho ajo, las frutas ácidas y los bocadillos salados ayudarán a preservar la integridad del vino y te permitirán apreciar sus matices al máximo.

El vino blanco semiseco tiene un contenido de azúcar residual menor que el vino blanco semidulce. En este caso, la fermentación se detiene un poco más tarde, permitiendo que una mayor parte del azúcar se convierta en alcohol.

En conclusión, para que te hagas una idea, unos 150 ml. de una copa de vino puede contener 90-100 kcal. o alcanzar, fácilmente, las 300 kcal, situándose la media entre las 100 y las 150 por copa.

A pesar de la creencia popular, el vino contiene más calorías que la cerveza. Por cada 100 gramos, el vino presenta unas 78 calorías frente a las 33 calorías de la cerveza. De esta manera, en el caso de consumir la misma cantidad, el vino engorda más del doble que la cerveza.

Permitiendo deshacer las bacterias que hay en el estómago y al mismo tiempo aumenta el flujo sanguíneo. En definitiva, beber vino antes de dormir también ayuda al sistema digestivo.

¿Por qué dejar de beber alcohol? Aquellas personas que consumen bebidas alcohólicas a diario añaden entre 100 y 200 calorías a su organismo. Además, dejar el alcohol reduce el olor corporal, mejora la salud de las uñas y el cabello, y te permite bajar de peso.

Para Edwards es evidente, dado la enorme cantidad de estudios científicos que se han hecho al respecto, que el cuerpo no procesa toda la energía del alcohol, por lo tanto, sus calorías no influyen directamente en una ganancia de peso.

Dejar de beber durante 30 días podría mejorar notablemente los niveles hepáticos, la presión arterial y el colesterol. No solo eso, “tras cuatro semanas sin ingerir alcohol las personas muestran un menor riesgo de desarrollar cáncer y diabetes”, explica Sophie Borland en 'The Advertiser'.

La eliminación del alcohol es mucho más lenta durante las horas de sueño. Por ello, si antes de acostarte tu consumo de alcohol ha sido elevado, es posible que por la mañana aún te despiertes con una alcoholemia positiva. Dormir algunas horas no es suficiente para garantizar una conducción segura.

Sorprendentemente, tan sólo cuatro semanas después de dejar de beber, los daños causados en el hígado tras años de consumo excesivo de alcohol comenzaron a repararse por sí mismos.

Coma refrigerios, como frutas, queso y galletas saladas y "pretzels". Los alimentos ricos en carbohidratos pueden ayudar a reducir las ansias de alcohol.

Todos estos alimentos pueden ayudar a ello:

Beber mucha agua puede reducir potencialmente el hinchazón abdominal. Al contrario, es decir, la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos, puede detener la digestión e intensificar el hinchazón.

Exposición al acetaldehído: el metabolismo del alcohol, principalmente por el hígado, genera el compuesto acetaldehído, un subproducto tóxico y de corta duración que contribuye a la inflamación del hígado, páncreas, cerebro, tracto gastrointestinal y otros órganos.

Tomar una copa de vino al día puede tener beneficios para la salud si esta afirmación es cogida con pinzas. Se ha demostrado que el consumo moderado de vino tinto, en particular, puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mejorar la salud mental y fortalecer el sistema inmunológico.

El café y el té también son opciones que aceleran el metabolismo. La cafeína puede aumentar la tasa metabólica hasta en un 11%, lo que resulta en la quema de calorías adicionales durante el día.