¿Qué altura alcanza la lava del volcán de La Palma?

Volcán de La Palma | Las coladas alcanzan hasta 50 metros de altura tras colapsar el cono principal.

La erupción del volcán que este sábado se ha dado por finalizada ha sido, con 85 días y 8 horas, la más larga desde que se tienen datos en la isla, además de ser la que más hectáreas ha afectado con 1.219. La segunda erupción más larga fue la del volcán Tajuya en 1585, que duró 84 días y la lava ocupó 480 hectáreas.

Así, la Navidad firmó el epílogo de un volcán que tuvo durante 85 días, desde el 19 de septiembre, una actividad que arrasó con todo a su paso.

1971: última erupción en La Palma

Un 26 de octubre de 1971, hace hoy prácticamente 50 años, tuvo lugar en España la última erupción volcánica terrestre. Se dio en el Teneguía, también en la isla de La Palma, un volcán que permanecía inactivo desde 1677 hasta el momento que comenzó a expulsar lava.

Alcanzan normalmente distancias de entre 5 a 10 km de la cumbre del volcán, aunque en grandes erupciones pueden llegar a más de 20 km. Pueden desplazarse sobre cuerpos de agua.

La media ronda los 40 km/h, pero depende del tipo de material y su composición, del volumen de magma despedido y de la orografía del terreno. El frente de una colada de lava que contiene poca sílice y presenta un pH básico –las más fluidas– se desplaza a unos 10 km/h sobre un terreno poco inclinado.

La roca fundida emitida por un volcán en estas condiciones sale a la superficie con un contenido menor de gases y se llama lava. Comúnmente, las lavas recién emitidas se encuentran en el rango de temperaturas entre 700 y 1200 °C, dependiendo de su composición química.

Las lavas son masas de roca fundida con temperatura entre los 800 y 1200 °C que forman domos en el cráter. Pueden descender lentamente por las laderas del volcán, la velocidad de las lavas es de alrededor de 2 km/hora.

Para que un material sea resistente a la lava volcánica este debe soportar temperaturas de hasta unos 1.200ºC. En la naturaleza existen algunos como el hierro, el titanio o el wolframio, pero los humanos también hemos creado otros.

Las desmesuradas consecuencias del volcán de Cabeza de Vaca, en Cumbre Vieja, La Palma, permitieron al menos a las autoridades sacar pecho por una escueta cifra: no hubo muertos.

Hace ya cincuenta años, este volcán hizo crecer a la Isla Binita en torno a unas 20 hectáreas , fruto de los 40 millones de metros cúbicos de lava que arrojó Teneguía, que apenas afectó a zonas pobladas aunque sí produjo daños materiales en los cultivos de vid de la zona y se llevó a su paso una playa.

Las cenizas del volcán cubren 1.314 hectáreas y la colada de lava afecta a casi 500 edificaciones. El último balance oficial del observatorio Copernicus detalla que la lava ha afectado 494 edificaciones, 17,7 kilómetros de carreteras y 210 hectáreas quemadas.

La Cumbre Vieja de La Palma, donde el 19 de septiembre estalló la tierra, constituye uno de los complejos volcánicos más activos de Canarias. No en vano, en ella se han producido dos de las tres últimas erupciones registradas en las islas, la del volcán San Juan (1949) y la del Teneguía (1971).

Volcanes en La Palma:

Volcán de Fuencaliente. Volcán de El Charco. Volcán de San Juan. Volcán de San Antonio.

La isla de La Palma es conocida por sus increíbles bellezas naturales, además del nuevo volcán Tajogaite. La isla es conocida como «La Isla Bonita» debido a sus impresionantes paisajes, que incluyen playas, montañas y bosques.

Resulta muy difícil predecir cuánto puede tardar en enfriarse la lava tras una erupción. La parte exterior del volcán podría enfriarse más rápidamente, pero el interior podría tardar semanas en alcanzar los 100 grados Celsius. En cuanto a las coladas de lava, estas pueden tardar años en enfriarse si son espesas.

El área de riesgo en torno a un volcán es de por lo menos 30 kilómetros, pero puede ampliarse hasta a 150 kilómetros por los vapores y cenizas.

La lava se mueve de dos maneras, flujos de lava amplios y abiertos o a través de canales que confinan a la lava a un área muy estrecha. El más rapido flujo abierto de lava es de 6 millas por hora, una carrera suave, pero su promedio es de 2/3 a 1/3 de millas por hora.

La duración de una erupción volcánica puede variar significativamente en función del lugar de la erupción, el tipo de volcán y su magnitud en cada caso. Algunas erupciones pueden durar solo unas pocas horas, mientras que otras pueden durar varios días, semanas o incluso meses.

Si hace erupción, un riesgo en el Popocatépetl es el descongelamiento del glaciar o la cubierta de nieve, de acuerdo con Delfino Hernández Láscares, investigador del departamento de Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Composición de las rocas volcánicas

Las rocas formadas a partir de lava volcánica forman las rocas volcánicas, de la familia de las rocas ígneas (formadas a partir de magma), donde también están las rocas plutónicas o intrusivas.

El núcleo es sólido en su interior y líquido en su exterior. Está compuesto por metales pesados y altamente radioactivos, por lo que allí se produce mucho calor. Este calor es tan intenso que provoca que se fusionen las rocas y gases que componen el manto. Ese material derretido que se forma es el magma.

La piedra volcanica negra es una roca natural con estructura escoriácea y alveolar.Se forman de la lava de los volcanes. Tienen una gran capacidad de absorción de agua por lo que es muy utilizada en jardines alrededor de arboles y plantas. Las piedras en el jardín son muy decorativas.

“Al contacto con un medio más frío y con un gran volumen de agua, la lava se enfría muy rápido, lo que provoca que se solidifique en forma de vidrio mayoritariamente, que puede fracturarse debido a la diferencia térmica”, aclara Orejana.

Cuando los geólogos hablan de magma, se refieren a la roca fundida que sigue atrapada bajo tierra. Si esta roca fundida llega a la superficie y sigue fluyendo como un líquido, se llama lava.

Al subir y deslizarse, la lava se enfría y se convierte en roca volcánica. A medida que la lava sale, lenta o violentamente, se va formando una especie de montaña humeante: el cono volcánico.