¿Qué beneficios trae el flamenco?

Bailar flamenco mantiene las articulaciones bien lubricadas y previene la pérdida de masa ósea gracias a su tonificación sin dañar rodillas, dedos, codos, etcétera. También se gana tonificación muscular en glúteos, brazos, abdomen y piernas. Vamos, mejor que un gimnasio.

El flamenco nos aporta gran movilidad, estabilidad, equilibrio, mejora la postura y corrige la espalda. Mentalmente, acelera nuestro cerebro con muchos pasos y ritmos diferentes y nos ayuda a trabajar en nuestra memoria.

Flamenco, uno de los bailes para tonificar

El flamenco, esa música y danza tan propia de Andalucía, Extremadura y Murcia, es un buen ejemplo de ejercicio aeróbico que permite tonificar piernas y glúteos. Además, gracias a su práctica: Se ejercitan las caderas y el abdomen.

El baile flamenco implica entrega, pasión y concentración. Es un estilo que requiere que los giros, las palmas y el taconeo son una alternancia de movimientos fluidos y suaves que se paran en seco. Esto hace que se marquen mucho más las actuaciones de los artistas flamencos dándole más emoción a sus espectáculos.

El flamenco es una expresión artística resultante de la fusión de la música vocal, el arte de la danza y el acompañamiento musical, denominados respectivamente cante, baile y toque.

El flamenco tuvo sus orígenes en Andalucía, al sur de España, pero también encuentra algunas raíces en otras regiones del país, como Murcia o Extremadura.

Con el baile se fortalecen los músculos y los huesos, se tonifica el cuerpo, se mejora el equilibrio, se mejora la circulación sanguínea y se genera mayor elasticidad en las articulaciones. Además, todo esto reduce el riesgo de padecer diferentes enfermedades físicas.

Si quieres iniciarte en el baile y tonificar los músculos que trabajan los bailarines, nada mejor que inscribirte en una clase de ballet, de salsa, de danza contemporánea, de zumba o de flamenco.

Ante todo, cualquier baile implica un ejercicio aeróbico que mejora el sistema cardiovascular y el respiratorio. Entrenando nuestro corazón y aumentando el oxígeno en sangre con coreografías, aumentamos la resistencia y nuestra capacidad pulmonar.

Madrid es una ciudad referente dentro del mundo del flamenco, y esconde lugares con mucho «duende», como el tablao más antiguo del Mundo, Tablao Villa Rosa, que abrió sus puertas en 1911 y tras ser remodelado recientemente, continúa dando pases del mejor flamenco del momento, llenando de arte las noches madrileñas ...

Hay miles de teorías, pero la más creíble es la de Blas Infante, el cual afirma que dicha palabra es árabe y significa “campesino errante” (“Felah-Mengus”). Aunque el origen exacto del flamenco lo desconocemos, lo que si es cierto, es que Cervantes ya hablaba de él en su obra “La Gitanilla” en el 1613.

Entre ellos encontramos las sevillanas, bulerías, soleás, alegrías, farruca, siguiriyas, fandangos y tangos. Todas sus características y diferencias entre ellas las encontrarás a continuación.

Según el padre de la Autonomía andaluza, la palabra "flamenco" deriva de los términos árabes "Felah-Mengus", que juntos significan "campesino errante". También llegó a tener muchos adeptos la curiosa teoría que afirmaba que flamenco era el nombre de un cuchillo o navaja.

El fandango es el primer palo dentro del flamenco, ya que era el más conocido en el siglo XVII, aunque ha ido evolucionando con la incorporación de baile e instrumentos musicales.

La UNESCO incluyó al Flamenco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010.

Cádiz, cuna del flamenco.

Se pueden clasificar según diversos criterios, como por ejemplo, el compás, el origen geográfico, el carácter o si llevan acompañamiento, entre otras características. Existen más de 50 palos diferentes que se agrupan a su vez por familias.

El origen de las sevillanas se da en los años previos a la llegada de los Reyes Católicos, la música, concretamente, tiene su origen en las seguidillas castellanas de las que hereda la estructura, pero estas fueron evolucionando y fueron adquiriendo un sonido más aflamencado al estar en contacto con otros palos del ...

El baile es una manera emocionante y social de ejercitar su cuerpo. Desde el baile de salón hasta la salsa, bailar ejercita su corazón, ayuda a fortalecer huesos y músculos, y puede mejorar su equilibrio. Y dado que bailar es tan divertido, puede incluso olvidar que está haciendo ejercicio.

Cuando bailamos se liberan endorfinas en nuestro cerebro que actúan como neurotransmisores generando sensación de bienestar. Estas hormonas, conocidas como "las hormonas de la felicidad", se relacionan con respuestas emocionales placenteras.

Beneficios del baile para la salud mental

Si bien el baile es considerado como actividad física, la mente también se beneficia de él: Disminuye el estrés y la tensión. Mejora la memoria. Combate el Alzheimer.

El pole dance o baile del tubo puede contribuir a una reducción significativa del peso cuando se combina con otros ejercicios quemagrasas. En una clase puedes quemar hasta 250 calorías, el equivalente a una sesión en el gimnasio.

Según Healthine, en 30 minutos puedes perder 207 calorías si bailas Hip-hop (o algo similar), lo mismo si decides bailar Swing. Si bailas salsa puedes perder hasta 143 calorías en ese tiempo, o 179 si te decides por ballet, y un poco menos si bailas Country. Bailar es más divertido que ir al gimnasio… para algunos.

Igual que la gimnasia, pero con más moderación, bailar promueve los mismos beneficios aeróbicos, sólo que se inclina más a la diversión y al aumento de la autoestima. Una hora de gimnasia, tomando en cuenta el peso de la persona y la intensidad con la que se la encare, quema alrededor de 300 y 600 calorías.

El telencéfalo es la parte "pensante" del cerebro y la que controla los músculos voluntarios (los se mueven cuando tú quieres que se muevan). Por eso, necesitas el telencéfalo para bailar o para patear una pelota de fútbol.

Estimulan las habilidades motoras y el ritmo. Favorecen la coordinación, la elasticidad y el equilibrio. Fomentan las habilidades sociales y la autoestima. Incrementan la felicidad, tanto instantánea como a largo plazo.