¿Qué cantidad de agua necesita un árbol de aguacate?

Como regla general, los árboles de aguacate necesitan entre 170 y 230 litros de agua por semana (Un árbol de tamaño medio y plantado en el suelo), pero esto puede variar según las condiciones climáticas.

Los síntomas ante el exceso o la falta de agua son siempre los mismos: hojas pequeñas y amarillas, falta de productividad y muerte de ramas jóvenes. Los árboles de aguacate (Persea americana) son una especie nativa de bosques subtropicales.

Más concretamente, según datos científicos, en climas cálidos, el consumo de agua del aguacate es de unos 45 litros al día (l/día) en primavera, de 136 a 220 l/día durante el verano y de 121 l/día en otoño (2, 3).

En plantaciones nuevas se colocan 2 líneas y con árboles grandes, de 3 a 4 líneas. Según el tipo de suelo, se suele trabajar con un distanciamiento entre goteros de entre 0,3 y 0,5 metros y caudales de entre 0,6 y 2 l/h.

Árbol de Aguacate: cuidados

Si bien 13.000 años es para nosotros muchísimo tiempo, para una planta que puede vivir unos 250 años, son solo 52 generaciones.

En los días más cálidos del verano, se debe regar cada 7 ó 10 días y con un sistema de goteo, el árbol puede necesitar de 45 a 60 galones de agua por día dependiendo de la zona climática y de las características del suelo.

Antes de regar, inspeccione el suelo. Si puede localizar la humedad del ciclo de riego anterior a 5 cm/2″ por debajo de la superficie del suelo, es posible que esté regando en exceso. Por otro lado, si el suelo está tan duro que no se puede atravesar con un destornillador, es posible que exista una falta de riego.

El crecimiento de la planta se detiene repentinamente y las hojas se vuelven amarillas y luego marrones, lo que indica que hay exceso o falta de riego. Examina las hojas: si están crujientes, probablemente estés regando poco; si están blandas al tacto, probablemente estés regando en exceso.

Las naranjas, cuyo cultivo domina el levante y parte del sur peninsular, necesitan algo menos que los aguacates: 560 litros por kilo.

Cuando se cultiva Aguacate para obtener fruta, un abono orgánico rico en fósforo, como el compost de setas, la harina de huesos y el estiércol de aves de corral, favorece el desarrollo de frutos deliciosos y bien formados.

Se necesitan alrededor de 8 años para que un nuevo árbol de aguacate se convierta en un árbol adulto completamente productivo. Un árbol adulto produce alrededor de 80-100 kg de fruta por año.

El Árbol de Aguacate crece muy bien a pleno sol cuando está en el jardín; pero si lo tienes en maceta también podrías situarlo en un lugar donde reciba suficiente resolana. Busca el lugar más iluminado en el balcón, terraza o al interior de tu casa u oficina y ahí crecerá feliz.

El limonero en maceta necesita mucha agua.

Debes regarlo de manera frecuente, pero evitando siempre el encharcamiento. Durante el verano es posible que necesite un riego cada dos días. El resto del año será suficiente con regarlo una vez a la semana o menos. Lo mejor es observar sus necesidades.

Una vez que las raíces han crecido fuertes y gruesas y el tallo ha brotado hojas, es hora de trasplantar tu planta de semilla de aguacate a la tierra.

Se recomienda hacer después del cuajado de frutos y cuando el brote vegetativo de primavera haya terminado su crecimiento.

Una planta de aguacate puede llegar a tener hasta un millón de flores. Y de mil flores solo se alcanzan a cosechar el 0,02% de estas ya convertidas a fruto. La floración en la España penisular se produce en los meses de marzo-abril, mientras que en Canarias se producen varias floraciones.

La temperatura para el desarrollo normal del cultivo oscila entre los 17 a 24 °C, donde a una temperatura de 20 °C la planta alcanza su óptimo desarrollo. Asimismo, el árbol de aguacate requiere de 10 °C a 17 °C como temperatura mínima y de 28 °C a 33 °C como máxima para el amarre de frutos.

Analizamos como el exceso de humedad en el suelo produce deficiencia de nitrógeno y otros nutrientes en la planta lo que conduce a que las hojas se tornen amarillas y después se le caigan.

Lo más efectivo contra las heladas es la prevención. Habitualmente se utilizan ventiladores (mueven el aire), mallas (que reducen la pérdida de calor debido a la irradiación inversa), calefactores (que calientan el aire), succionadores del aire frío (elevan el aire frío a 60 metros de altura) y aspersión.

Las hojas de la planta a menudo muestran los primeros signos de falta de agua. Suelen comenzar a marchitarse o a caerse por falta de humedad. Las hojas de la hierba, por ejemplo, se marchitan y no vuelven a levantarse al pisarlas. También puedes notar que las hojas brillantes de las plantas se vuelven opacas.

En verano, lo habitual es tener que regar 2 o 3 veces por semana, mientras que invierno el procedimiento se dilata, y suele ser suficiente con una vez por semana o incluso, cada 15 días.

Evita regar a mediodía. A esa hora el sol está más alto y evaporará el agua tan rápido que tu planta no tendrá tiempo de aprovecharla. Por otra parte, la temperatura fría del agua choca con la temperatura alta de la planta y puede causar alteraciones.

Rectifica los patrones de riego, a ver si el problema es que estás regando de más o menos. En caso contrario, hay que revisar el sustrato. Para plantas pequeñas o en macetas, revisa que estés utilizando el tipo de sustrato adecuado para la planta y añade gravilla en el fondo, para facilitar el drenado.

Así que para revivir una planta que tiene exceso de agua, lo primero que debes hacer es dejarla de regar, quitarla de la tierra humedecida, si es posible, revisar el estado de sus raíces, rociarlas con fungicida y esperar a que se seque por completo la tierra para volver a regar.

1- Secado del suelo: La cal viva (óxido de calcio) es muy efectiva para el secado de cualquier suelo con humedad. Tras el mezclado con la tierra arcillosa la cal viva absorbe el agua mediante una reacción exotérmica, reduciendo drásticamente la humedad del suelo por hidratación y evaporación.