¿Qué cebolla es más rica?

En cuanto a la salud, la cebolla morada es más rica en antioxidantes que la blanca, y de ahí le viene su color rojizo. Contiene un antioxidante llamado antocianinas, que tiene efectos terapéuticos, como la reducción de las enfermedades coronarias, es antiinflamatorio, mejora la agudeza visual y el sistema inmune.

Las cebollas blancas tienen un sabor aún más suave, lo que las hace ideales para tomar en ensalada o en salsas crudas -como el pebre o el pico de gallo- y sus capas exteriores son finas como papel de seda.

Cebolla blanca

Es la más crujiente en cuanto a textura y tiene un sabor más intenso. Destaca por su gran tamaño y la piel más fina que otras variedades. No son demasiado dulces, por lo que es la apuesta perfecta para elaborar salteados de verduras, ensaladas, e incluso salsas y sofritos.

Prueba de ello es que España cuenta con tres distinciones de calidad en relación a sus cebollas: I.G.P. Calçots de Valls, D.O.P. Cebolla Fuentes de Ebro y la Cebolla de la Mancha.

Cebolla Vidalia: la variedad más dulce.

La cebolla morada, con su sabor suave y su color intenso, es rica en antocianinas, antioxidantes que contribuyen a la salud cardiovascular y a la prevención de enfermedades crónicas. Por otro lado, la cebolla blanca, aunque más fuerte y amarga, es una excelente fuente de vitamina C, hierro y magnesio.

En términos de intensidad de sabor, la cebolla blanca es la considerada más intensa, la morada más suave, y la amarilla se encuentra en algún punto intermedio. Generalmente son intercambiables, y cambiar entre ellas no arruinará un plato, si se altera ligeramente su sabor o apariencia.

A la hora de cocinar una ensalada, la cebolla blanca es tu mejor aliada; una cebolla mucho más crujiente y de sabor más intenso, con la piel más fina que además de para las ensaladas, es la ideal para saltear y hacer sofritos.

En el caso de la cebolla blanca o amarilla, es la más versátil por su sabor contundente, pero suave cuando se cocina y es ideal para incluirla en sopas, guisos, estofados y deliciosas caramelizadas.

En cuanto a la cebolla, recomiendan decantarse por la variedad amarilla, que es ideal para caramelizar. Además, recuerdan que siempre hay que cocinar la tortilla a fuego lento, ya que la cebolla no se debe dorar, sino pochar.

¿Cómo elegir las mejores cebollas? A la hora de elegir las cebollas, si son variedades secas nos fijaremos es estén cerradas y sean firmes al tacto. La piel que las envuelve debe ser brillante y no tener manchas. Y el bulbo debe estar bien seco, ya que la humedad provoca que se deterioren muy pronto.

En cuanto a la variedad Valenciana de Grano, es la cebolla que se deja en el campo hasta secar. Es la cebolla que tiene mejor conservación para ir consumiendo hasta bien entrado el invierno. Esta variedad se ha cultivado en la zona de Valencia durante mucho tiempo, siendo muy apreciada en el mercado.

Allium fistulosum, comúnmente llamada cebolla blanca (en Ecuador), cebolleta (en España), cebollita china (en Perú), cebolla de verdeo (en Argentina y Uruguay), cebollita de verdeo (en Paraguay), cebolla larga, cebolla en rama o cebolla junca (en Colombia), cebolla cambray (en El Salvador, México, República Dominicana ...

Cebolla morada: de color amoratado, es ideal para consumir en crudo o encurtida. Cebolla blanca: de sabor fuerte y crujiente, menos picante que la cebolla común.

Seis estados producen 73% de la producción nacional de esta hortaliza, entre los que destacan: Chihuahua con 16%, Baja California 13% y Tamaulipas 12 por ciento. La cebolla se produce todo el año, siendo los meses de marzo, mayo y agosto los de mayor producción.

Invierno: Son las cebollas tiernas y dulces como la “babosa”, la “chata” o la “liria”. Si las plantamos cuando no se debe pueden florecer en mitad de su crecimiento debido a las altas temperaturas. Verano: Cebollas menos dulces y más secas a la hora de su consumo como la “morada” o la “de grano”.

La cebolla blanca es más crujiente y menos picante, por lo que es ideal para consumirla cruda en ensaladas. Respecto a otras variedades, es la que se estropea antes cuando se conserva.

Las cebollas son una fuente de fibra, lo que contribuye a la ingesta de fibras solubles. El tipo de fibra presente en las cebollas puede reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares, insuficiencias cardíacas e infartos.

Es un alimento medicinal

Gracias a estos compuestos se le atribuyen sus bondades para las infecciones, las personas con problemas cardiovasculares, para los que sufren retención de líquidos, los diabéticos o los que sufren de problemas respiratorios como el asma, la bronquitis o las alergias.

La cebolla dulce cuenta con todas la ventajas de la cebolla como su poco aporte calórico, debido a tener el agua como componente principal, su alto contenido de vitamina B y B6 además de vitamina C y minerales como el potasio, magnesio y el calcio ¡pero con un sabor suave y delicioso!

Cebolla morada

Es crocante y ligeramente dulce. Ideal para cortar fina en ensaladas, para guacamole, pikles, en sandwiches o ligeramente asadas.

La cebolla morada fortalece el sistema inmunológico, mejora el estado de ánimo, es antiinflamatorio, desintoxicante, ayuda a la salud cardiovascular. La encontramos durante todo el año en verdulerías.

Introducimos los trozos de cebolla y los dejamos en el agua fría durante unos 20 minutos (aquí depende del sabor que queramos rebajar, si la dejamos más tiempo, menos fuerte estará, pero en 20 minutos suele estar bien).

Cebolla roja o morada

Es una variedad de gran capacidad antioxidante y de alto grado de conservación, con un menor contenido de agua que las cebollas más comunes. Es grande, de ligero sabor picante y con un toque dulce, y se cultiva en verano y primavera. Su consumo predilecto es en fresco.

– La cebolla blanca tiene la piel más fina y es algo más grande de aspecto que la cebolla amarilla. Su sabor es más suave y su textura más crujiente. Es ideal para incluir en cualquier salteado con verduras, para pizzas o para freír.

Las patatas nuevas son las más indicadas para este fin y si buscas nombres de variedades concretas, apunta las más populares: Kennebec, Monalisa y Agria. El corte que se le da a la patata también jugará un papel clave en la textura final.

Sumergir la cebolla en agua durante unos minutos.

Se sumerge en un recipiente con abundante agua fría para que la cebolla se empape de agua, pierda parte del sabor y de sus jugos. Hay que tener cuidado y no dejarla en remojo de un día para otro, porque pierde parte de su sabor y quedará insípida.