¿Qué cebolla es mejor para el guiso?

En el caso de la cebolla blanca o amarilla, es la más versátil por su sabor contundente, pero suave cuando se cocina y es ideal para incluirla en sopas, guisos, estofados y deliciosas caramelizadas. Las cebollas amarillas son las mejores para estofado de ternera.

Cebolla amarilla

Sin duda, es la más indicada para cocinar en asados de carnes o a la brasa, como aderezo de salsas, en sopas o estofados. Esta variedad multiplica las posibilidades de cocinarla y es que, sus finas capas y su dulzor conforme se cocina, ofrece un sabor que aumenta la calidad del plato principal.

Para qué es mejor usar cada una

En cuanto al sabor, la cebolla blanca es considerada la más intensa, mientras que la morada es la más suave y la amarilla se sitúa en algún punto entre ambas. A pesar de esto, a menudo son intercambiables y todas admiten innumerables tipos de recetas.

En términos de intensidad de sabor, la cebolla blanca es la considerada más intensa, la morada más suave, y la amarilla se encuentra en algún punto intermedio.

Las cebollas blancas tienen un sabor aún más suave, lo que las hace ideales para tomar en ensalada o en salsas crudas -como el pebre o el pico de gallo- y sus capas exteriores son finas como papel de seda.

A la hora de cocinar una ensalada, la cebolla blanca es tu mejor aliada; una cebolla mucho más crujiente y de sabor más intenso, con la piel más fina que además de para las ensaladas, es la ideal para saltear y hacer sofritos.

Cebolla amarilla: la cebolla por excelencia

Es rica en compuestos de azufre, más seca y fácil de almacenar en un lugar fresco y seco, sin necesidad de refrigeración, durante varios meses. Aunque es aceptable en crudo, es la cebolla por excelencia para cocinar.

En cuanto a la salud, la cebolla morada es más rica en antioxidantes que la blanca, y de ahí le viene su color rojizo. Contiene un antioxidante llamado antocianinas, que tiene efectos terapéuticos, como la reducción de las enfermedades coronarias, es antiinflamatorio, mejora la agudeza visual y el sistema inmune.

El consumo regular de cebolla morada en nuestra alimentación diaria contribuye a fortalecer las defensas y prevenir infecciones. Su contenido de vitaminas y minerales contribuye a que nuestro sistema inmune funcione mejor.

Es un alimento medicinal

Gracias a estos compuestos se le atribuyen sus bondades para las infecciones, las personas con problemas cardiovasculares, para los que sufren retención de líquidos, los diabéticos o los que sufren de problemas respiratorios como el asma, la bronquitis o las alergias.

Asimismo, la cebolla morada beneficia más al sistema digestivo: evita el estreñimiento y previene parásitos estomacales e intestinales.

En cuanto a la cebolla, recomiendan decantarse por la variedad amarilla, que es ideal para caramelizar. Además, recuerdan que siempre hay que cocinar la tortilla a fuego lento, ya que la cebolla no se debe dorar, sino pochar.

Prueba de ello es que España cuenta con tres distinciones de calidad en relación a sus cebollas: I.G.P. Calçots de Valls, D.O.P. Cebolla Fuentes de Ebro y la Cebolla de la Mancha.

¿Cómo elegir las mejores cebollas? A la hora de elegir las cebollas, si son variedades secas nos fijaremos es estén cerradas y sean firmes al tacto. La piel que las envuelve debe ser brillante y no tener manchas. Y el bulbo debe estar bien seco, ya que la humedad provoca que se deterioren muy pronto.

Cebolla roja o morada

Es una variedad de gran capacidad antioxidante y de alto grado de conservación, con un menor contenido de agua que las cebollas más comunes. Es grande, de ligero sabor picante y con un toque dulce, y se cultiva en verano y primavera. Su consumo predilecto es en fresco.

Introducimos los trozos de cebolla y los dejamos en el agua fría durante unos 20 minutos (aquí depende del sabor que queramos rebajar, si la dejamos más tiempo, menos fuerte estará, pero en 20 minutos suele estar bien).

– La cebolla blanca tiene la piel más fina y es algo más grande de aspecto que la cebolla amarilla. Su sabor es más suave y su textura más crujiente. Es ideal para incluir en cualquier salteado con verduras, para pizzas o para freír.

Las calçotadas -reuniones de amigos o familiares para comer calçots y otros alimentos a la brasa- son un clásico invernal en Cataluña, y el culto a esta cebolla tierna y alargada comienza a extenderse por otras partes de España.

Las propiedades únicas de cada tipo de cebolla brindan opciones versátiles para diversos platos. Características especiales: La cebolla morada presenta un sabor intenso y firme, así como un color vibrante. Su contenido de antioxidantes es mayor que el de la cebolla blanca, lo que la hace más saludable.

Chalota. Un clásico de la cocina francesa. Se trata de pequeños bulbos alargados, cuyos colores van del blanco al morado. Son muy aromáticas y tienen un sabor suave, con matices dulces y picantes, ideales para guisos y salsas.

Moho azul del bulbo

Es causada por diversas especies de Penicillium a través de todo el mundo. En Puerto Rico, P. purpurogenum fue identificado causando lesiones rojizas a púrpuras sobre los bulbos de cebolla (Figura 8). Las primeras capas del bulbo se tornan húmedas y blandas.

Cuándo debes evitar comer cebolla

Sin embargo, por su alto contenido en azufre puede resultar irritante y causar ardor estomacal, por lo que no es un alimento recomendado en exceso para aquellas personas con problemas gastrointestinales, de reflujo o con patología renal.

Cebolla francesa

Por último, nos encontramos con este tipo de cebolla, que cuenta también con un color amarillo y dorado, son muy pequeñas, con una forma ligeramente achatada, de sabor dulce y fino, pues es la que tiene un mayor contenido en azúcar.

Cebolla de origen francés, con bulbo pequeño de forma ovalada color marrón cobrizo, tiene un aspecto consistente y un dulce y suave sabor. Se puede almacenar durante meses. Especial para consumir entera como guarnición.

Existen estudios que sugieren que su consumo puede prevenir o mitigar comorbilidades relacionadas con el síndrome metabólico: obesidad, resistencia a la insulina, dislipidemias y presión arterial elevada y enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como algunos tipos de cáncer.

Ajo y cebolla

Los FODMAP son un tipo de hidratos de carbono no digeribles que están presentes en algunos alimentos como el ajo, o la cebolla. Los ajos y la cebolla son otros de los alimentos que suelen sentar mal al estómago. Pueden provocar hinchazón abdominal, estreñimiento o diarrea.

La cebolla dulce contiene menos compuestos azufrados que las cebollas de consumo, compuestos responsables de irritar los ojos, por esto al cortar una cebolla dulce ¡dirás adiós a las lágrimas! Además la cebolla dulce al tener una menor cantidad de componentes azufrados ni pica ni produce regustos desagradables.