¿Qué comen los ciempiés no domésticos?

Los ciempiés pueden ser beneficiosos en exteriores ya que se alimentan de insectos no deseados, arañas y otras plagas; pero cuando se trasladan al interior, estas criaturas de múltiples patas se convierten en un inconveniente. Los ciempiés cazan por las noches y usan garras venenosas para paralizar a sus presas.

La mayoría son herbívoros, pero los ciempiés son depredadores nocturnos. Deambulan buscando animales pequeños que comer; sus presas incluyen insectos, arañas y otros invertebrados pequeños. Si el ciempiés es lo suficientemente grande, atacará incluso a pequeños vertebrados, como las lagartijas.

Los investigadores comprobaron que los miriápodos eran atacados en la cabeza y tenían marcas de dientes en su cuerpo, con lo que los científicos identificaron a un ratón de campo, el Onychomys torridus como principal enemigo de los cienpiés.

Los ciempiés domésticos se comen a otros insectos pequeños, como las lepismas, las arañas, las cucarachas y los insectos de fuego.

Pero antes de hacerlo, hay que tener en cuenta lo siguiente: a los ciempiés les encanta comer hormigas, arañas, cucarachas y chinches. Así que si ves un ciempiés en tu casa pero, en cambio, no hay presencia de otro tipo de insectos, es muy probable que se haya asignado el papel de exterminador de tu hogar.

CÓMO DESHACERSE DE LOS CIEMPIÉS DOMÉSTICOS

Sella las ventanas y los huecos para evitar el ingreso de los ciempiés. Si encuentras ciempiés o milpiés domésticos en el sótano, prueba usar un deshumidificador para que las áreas sean menos húmedas y, por lo tanto, menos atractivas.

Algunos ciempiés grandes pueden infligir picaduras dolorosas, que producen edema y enrojecimiento en la zona afectada. Los síntomas rara vez persisten más de 48 h. Los milpiés no pican, pero pueden secretar una toxina irritante, en especial si se frota accidentalmente en los ojos.

Los aceites esenciales, como el aceite de vainilla y de árbol de té, huelen muy bien para nosotros, pero son abrumadores para los ciempiés y otros insectos.

Algunos ciempiés grandes pueden infligir picaduras dolorosas, que producen edema y enrojecimiento en la zona afectada. Los síntomas rara vez persisten más de 48 h. Los milpiés no pican, pero pueden secretar una toxina irritante, en especial si se frota accidentalmente en los ojos.

Algunas picaduras de ciempiés pueden ser muy dolorosas. Sin embargo, no son mortales y no necesitarán tratamiento más allá de controlar los síntomas.

Si encuentras ciempiés o milpiés en tu casa, prueba usar un deshumidificador para que las áreas sean menos húmedas y, por lo tanto, menos atractivas para estos bichos que buscan la humedad.

Conocidos por matar otras plagas, los ciempiés domésticos entran en tu casa porque están a la caza de otros insectos habituales en el hogar. Por lo general, se mantienen ocultos sin molestarnos mientras se encargan de acabar con cucarachas, polillas, moscas, pececillos de plata y termitas en su hogar.

También puedes colocar trampas adhesivas en las esquinas y las grietas donde los ciempiés suelen subir. No obstante, los ciempiés más grandes podrían escapar de las trampas simplemente dejando atrás un par de patas. Por eso, este tipo de trampas son más efectivas para los ciempiés pequeños.

Afuera, los ciempiés suelen vivir en lugares oscuros y húmedos, como debajo de piedras, macetas, tablones o escombros similares donde hay abundante humedad. En el interior, los ciempiés domésticos suelen vivir en sótanos, armarios y baños donde casi siempre hay mucha humedad.

Las escolopendras y los ciempiés comparten, por lo tanto, ciertas características generales. Las especies del orden Scholopendromorpha se parecen a los litobiomorfos, pero se diferencian de estos en que cuentan con entre 21 y 23 pares de patas (los litobiomorfos solo tienen 15 pares).

Los milpiés son insectos similares a gusanos. Ciertos tipos de milpiés segregan una sustancia dañina (toxina) si se les amenaza o si se manipulan de manera brusca. A diferencia de los ciempiés, los milpiés no muerden ni pican. La toxina que segregan los milpiés mantiene alejados a la mayoría de los depredadores.

Pon trampas adhesivas

También puedes colocar trampas adhesivas en las esquinas y las grietas donde los ciempiés suelen subir. No obstante, los ciempiés más grandes podrían escapar de las trampas simplemente dejando atrás un par de patas. Por eso, este tipo de trampas son más efectivas para los ciempiés pequeños.

Hasta el presente se conocen 90 especies y dos subespecies, agrupadas en 22 géneros, 11 familias y cuatro órdenes (Scutigeromorpha, Lithobiomorpha, Scolopendromorpha, Geophilomorpha).

A diferencia de los ciempiés, en los que cada segmento tiene un par de patas, en los milpiés los primeros tres segmentos tienen un par, el último no tiene y el resto tiene dos pares. Asimismo, precisó, “mientras que los ciempiés son depredadores torpes, sus parientes son vegetarianos”.

Ante la picadura de una escolopendra se debe inmovi- lizar la zona afectada y aplicar compresas frías sobre la misma. Puede utilizarse una pomada que contenga corti- coides y antihistamínicos, así como analgésicos para calmar el dolor, tanto por vía tópica como por vía oral.

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El vinagre es un estupendo repelente natural de insectos como los mosquitos y las moscas. Y si has visto alguna hormiga por tu casa o por el patio, si echas vinagre también dejarán de aparecer, ya que su olor fuerte las repele.

El vinagre es un producto natural que tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud y el hogar. Entre ellas, destaca su capacidad para ahuyentar a los insectos, especialmente a los mosquitos. Esto se debe a que el vinagre contiene ácido acético, una sustancia que altera el olfato de los mosquitos y les hace huir.

Los quilópodos son longevos en comparación a los insectos, llegando a vivir unos 6 años.

Se sabe que los ciempiés y los milpiés son las especies con el mayor número de patas; sin embargo, no tienen tantas extremidades como se cree, ya que sólo alcanzan a tener desde 10 hasta 191 pares de patas.

Los milpiés no pican, pero pueden segregar una toxina que es irritante y provoca quemazón y prurito en la piel, en particular cuando se frota accidentalmente en el ojo, donde causa enrojecimiento, hinchazón y dolor en la conjuntiva o la córnea.

Los ciempiés cazan por las noches y usan garras venenosas para paralizar a sus presas. Los ciempiés pueden matar tarántulas y hasta ratones pequeños; rara vez pican a las personas, pero cuando lo hacen, las picaduras son dolorosas. Los ciempiés adultos viven varios años.