¿Qué comer antes del sauna?

Ante todo no se debe entrar en la sauna con el estómago vacío o al contrario con el estómago demasiado lleno; se recomienda por tanto efectuar una comida ligera, comiendo por ejemplo cereales, yogurt o fruta.

Recomendaciones

Las sesiones de sauna nunca deben superar los veinte minutos

Es importante que estemos bien hidratados antes de entrar porque en la sauna perderemos gran cantidad de líquidos. Por esa misma razón, no se recomienda entrar ni justo después de comer ni después de realizar un ejercicio intenso.

Recomendaciones

Al final de cada sesión

Al final del tratamiento, se recomienda tumbarse en un sofá durante unos diez minutos para relajarse y permitir que la presión arterial vuelva a la normalidad.

Para quien desee más sesiones, una buena costumbre es, sin duda, la de habituar gradualmente el cuerpo a las altas temperaturas, comenzando con algunos ciclos más breves, que se repetirán durante un período amplio (3 veces al mes) que se reducirá progresivamente hasta una frecuencia ideal de 2 o 3 veces por semana.

Como toda rutina de salud, lo más recomendable es usar la sauna a menudo, una o dos veces por semana.

Se recomienda tomar una ducha después de usar la sauna y antes de ir a la piscina de agua fría.

Los líquidos deben reponerse inmediatamente después del final del tratamiento: beber mucha agua devuelve al cuerpo la cantidad adecuada de agua expulsada durante la sauna. Las infusiones y los zumos de frutas y verduras son excelentes para reponer líquidos y sales minerales.

Aunque las razones de su uso fuesen otras, las saunas tienen grandes beneficios. De hecho, el calor que desprende por sus altas temperaturas tiene un efecto profundo en el corazón, cerebro y piel, a parte de que nos ayuda a liberar las toxinas de metales pesados de nuestro cuerpo.

Con una sesión de sauna podemos llegar a perder unas 300 calorías pero no perdemos ni grasa ni conseguimos tonificar los músculos. Si nos pesamos después de estar en la sauna veremos cómo pesamos menos pero volverás a tu peso habitual en cuanto bebas agua porque lo único que hace tu cuerpo es perder líquidos.

Las saunas provocan la hidratación del estrato córneo (las capas más externas de la piel), lo que puede ser beneficioso para quienes padecen psoriasis, afección que generalmente se asocia a piel seca.

Fomenta la recuperación muscular

Tal vez una de las mayores ventajas de utilizar un sauna después del entrenamiento sean los efectos que puede tener en la recuperación muscular.

Con una sesión de sauna podemos llegar a perder unas 300 calorías pero no perdemos ni grasa ni conseguimos tonificar los músculos.

Cierta experiencia en una sala de vapor es muy superior a una sauna seca. La razón es porque la humedad en el aire crea un ambiente calmante y relajante. Además, la temperatura de la habitación es mucho más baja, lo que hace que sea mucho más fácil sentarse en la sala de vapor durante mucho tiempo.

Aunque ambas terapias de calor son muy beneficiosas para la salud es importante saber por ejemplo que la sauna es muy buena para activar la circulación, mientras que los baños turcos, son ideales para mejorar alergias o congestiones pero no tan positivas para personas que sufren de artritis o problemas de huesos, ...

Sin excesos, la sauna es apropiada para el tratamiento de las afecciones reumáticas, para estimular la sudoración y eliminar toxinas. Sin embargo, no todos son beneficios. Mal utilizada, puede provocar trastornos hormonales y circulatorios, y en el peor de los casos, infertilidad, tanto en hombres como en mujeres.

Fomenta la recuperación muscular

Tal vez una de las mayores ventajas de utilizar un sauna después del entrenamiento sean los efectos que puede tener en la recuperación muscular.

¿En qué sauna es más agradable estar? Cierta experiencia en una sala de vapor es muy superior a una sauna seca. La razón es porque la humedad en el aire crea un ambiente calmante y relajante.

7/ Dentro de la sauna se aconseja respirar por la boca para limpiar las vías respiratorias, especialmente a personas fumadoras y bronquitis. 8/ Con una temperatura entre 50° o 60°, se puede estar dentro de la sauna un tiempo de 10 a 15 minutos. Mientras que si la temperatura es mayor es aconsejable menor tiempo.

Uno de los beneficios potenciales de la sauna en relación con la pérdida de peso es el aumento del gasto calórico. Cuando te expones al calor de la sauna, tu cuerpo comienza a sudar para regular la temperatura. Este proceso puede aumentar temporalmente la tasa metabólica y provocar un mayor gasto de energía.

La temperatura de la sauna debe estar muy controlada y nunca exceder los 70º C. Transcurridos 8-12 minutos el cuerpo necesita refrigerarse, este es el momento indicado para salir. Las personas habituadas a la sauna de vapor pueden permanecer hasta 15 minutos, pero nunca se debe alargar más.

En realidad, a la pregunta de cómo tomar una sauna, los expertos suelen responder que no es obligatorio someterse a varios ciclos de sesiones, pero en general se recomienda realizar al menos 3 repeticiones de sesiones para amplificar los beneficios del baño de calor.

Para exfoliar la piel son muy útiles los clásicos scrubs y naturalmente también el válido guante de crin, a utilizar ambos bajo la ducha insistiendo sobre todo en los puntos críticos, como rodillas y codos.

Generalmente se recomienda utilizar una sauna antes de un jacuzzi. La sauna ayuda a elevar la temperatura corporal y promueve la sudoración, mientras que el jacuzzi proporciona una experiencia relajante para refrescarse después.

Algunos estudios muestran que los saunas de infrarrojos queman calorías aproximadamente 600 calorías por hora e incluso puede mantener su ritmo cardíaco elevado durante los 30 minutos posteriores a la sesión.