¿Qué ejemplo de humildad demostró Jesús en la Última Cena?

La víspera de su muerte, Jesús lavó los pies de sus discípulos con mucho amor y humildad y les dijo: “Hago esto como un ejemplo para ustedes, para que lo hagan también unos con otros, como yo lo hago por ustedes”. ¡Humildad, ejemplo de servicio, de bondad!

ejemplo os he dado de que … El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió” (Juan 13:12, 15–16). Finalmente, en las horas de Su mayor sufrimiento, Jesús se sometió al Padre y, quizás en Su mayor acto de humildad, permitió que se le colgase de la cruz.

Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos. Jesús nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él.

La humildad es el reconocimiento de que nuestras aptitudes y talentos son dones de Dios; no es señal de debilidad, de timidez ni de temor, sino una indicación de que sabemos de dónde proviene nuestra verdadera fortaleza.

Debemos seguir a Jesucristo en todo el sentido de la palabra; debemos dedicarnos a Su obra como Él lo hizo con los asuntos de Su Padre; debemos esforzarnos por ser como Él es y ser constantes en eso, una y otra vez.

El rito de Humildad y Santa Cena está fundamentado. en la última cena que Jesús tuvo con sus discípulos, en la cual demostró la humildad por medio del servicio.

Para los creyentes católicos, la última cena marca la institución de la eucaristía y es símbolo de la comunión con Cristo”, indicó la profesora de la UDEM.

Se trata de una cena de Pascua, durante la que Jesús anuncia a los 12 apóstoles que uno de ellos le traicionará y sienta las bases del sacramento de la Eucaristía, cuando invita a sus más próximos seguidores a comer el pan y beber el vino como si fuesen su cuerpo y su sangre.

Infundiré mi Espíritu dentro de vosotros y haré que caminéis según mis leyes, que guardéis mis decretos y practiquéis mis normas. Habitaréis la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.

Al agacharse para lavar los pies de sus discípulos, demostró humildad y servicio (Juan 13:5). Al sufrir voluntariamente en la cruz, mostró cómo el amor se revela a través de nuestras acciones (1 Juan 3:16). Al vencer ante la muerte, Jesús dejó en claro que hay esperanza para el futuro (1 Pedro 1:3).

La humildad es una virtud humana que implica conocer y aceptar las propias debilidades y cualidades, y obrar en consecuencia. Por ejemplo: admitir una equivocación, compartir los conocimientos aprendidos, ser agradecido.

La humildad es una virtud humana atribuida a quien ha desarrollado conciencia de sus pro- pias limitaciones y debilidades, y obra en consecuencia. La humildad es un valor opuesto a la soberbia. La humildad está relacionada con la aceptación de nuestros defectos, debilida- des y limitaciones.

El Señor es excelso, pero toma en cuenta a los humildes y mira de lejos a los orgullosos. Dios fija sus ojos o su atención en los humildes, no en los orgullosos. El humilde reconoce que todo lo bueno viene de Dios y vive con un corazón agradecido ante él.

Jesús nos dio el ejemplo perfecto a seguir

Aunque Él nunca pecó, aún así se bautizó para ser obediente a Dios y enseñarnos que el bautismo es un requisito para todos. Descubre cómo puedes ser bautizado. Reúnete con los misioneros. Jesús también es un ejemplo perfecto de amor.

Claves para desarrollar la Humildad

La Santa Cena es un hermoso don que recibimos cada domingo y que nos ayuda en nuestro progreso terrenal. Por medio de la Santa Cena, experimentamos un elemento importante de la doctrina de Cristo, nos acercamos a nuestro Salvador y sentimos Su amor y perdón en nuestra vida.

La Santa Cena ofrece a los miembros de la Iglesia la oportunidad de meditar y recordar con gratitud la vida, el ministerio y la expiación del Hijo de Dios. El pan partido es un recordatorio de Su cuerpo y Su sufrimiento físico, en particular Su sufrimiento en la cruz.

Reflexionar sobre las fortalezas y debilidades personales. Comprender la importancia de ponerse metas a alcanzar para superar más fácilmente las propias debilidades o aspectos a mejorar. Aprender a actuar con humildad y evitar que los demás se sientan inferiores. Dejar que los propios logros hablen por si mismos.

Al servir, nuestro propósito no es nuestra propia gloria, sino que debemos servir al prójimo para la gloria de nuestro maestro y Señor, quien hace por nosotros y nosotras lo que no podríamos hacer por nosotros y nosotras mismas sin él.

Para resumir Juan 15:6–8, explique que el Salvador enseñó que quienes no permanecen en Él son como un pámpano que se ha cortado; se seca y muere, pero aquellos que sí permanecen en Jesucristo producen buenas obras, que glorifican a Dios.

En Juan 13:1–3 se indica que, cuando Jesús compartió aquella cena (la Última Cena) con Sus apóstoles, sabía que moriría pronto y que Su espíritu regresaría a Su Padre Celestial. Lee Juan 13:4–5 para saber lo que hizo Jesús después que Él y Sus apóstoles hubieron comida la cena de la Pascua.

La Última Cena de Leonardo da Vinci (Cenacolo Vinciano) es una de las pinturas más famosas del mundo, la obra fue pintada entre 1494 y 1498 bajo el gobierno de Ludovico el Moro y representa la última "cena" entre Jesús y sus discípulos.

¿Quién es quién en La última cena? Según uno de los textos del propio autor, lasidentidades de los personajes serían (de izquierda a derecha): Bartolomé, Santiago el Menor, Andrés, Judas Iscariote, Simón Pedro, Juan, Jesucristo, Tomás, Santiago el Mayor, Felipe, Mateo, Judas Tadeo y Simón el Zelote.

Jesús celebró la Pascua sin cordero y sin templo; y sin embargo no lo hizo sin cordero y sin templo. Él mismo era el Cordero esperado, el verdadero, como lo había anunciado Juan Bautista al inicio del ministerio público de Jesús: "He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29).

El Calvario, también conocido como el Gólgota, fue un sitio que se encontraba cerca del exterior de las murallas de Jerusalén. En este lugar, según los Evangelios, fue crucificado Jesús de Nazaret.

Cuando terminaron de celebrar la cena de Pascua, Jesús se despidió de sus discípulos y les dijo: "Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros. Que como yo os he amado, así también os améis unos a otros. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, en que os amáis unos a otros".