¿Qué enfermedades causa la ludopatía?

Las personas que juegan compulsivamente suelen tener problemas de abuso de sustancias, trastornos de la personalidad, depresión o ansiedad. El juego compulsivo también puede estar asociado con trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Edad.

Detrás de la ludopatía pueden esconderse otros problemas: desde una pelea con un familiar hasta trastornos emocionales previos, problemas que pueden predisponer al paciente a al juego. En la mayoría de los casos, buscan la satisfacción que no encuentran en su vida real.

Estar preocupado por apostar, como planificar actividades con apuestas constantemente, y por cómo obtener más dinero para apostar. Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero para sentir la misma emoción. Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo.

Este autoconvencimiento no es más que la idea errónea de que por una vez más que jueguen, no pasará nada. En este momento su cerebro deja de funcionar de manera racional y entra en una distorsión de la realidad que les llevará a pensar que pueden volver a jugar de forma controlada.

Pérdida de la coordinación, torpeza. Pérdida de la habilidad del lenguaje (afasia) Pérdida de la memoria. Problemas de visión.

Diez preguntas que siempre has querido hacer a un ludópata

Existen varias causas de la ludopatía:

¿Cómo puede el juego afectar mi salud mental? El juego puede causar baja autoestima, estrés, ansiedad y depresión si el juego se convierte en un problema . El juego puede convertirse en una adicción, al igual que las drogas o el alcohol, si lo usas de forma compulsiva o te sientes fuera de control. El juego puede afectar la parte de nuestro cerebro que libera dopamina.

En este sentido, hoy es ampliamente aceptada la tipificación de 7 clases de ludópatas o perfiles de jugador.

Consejos para dejar la adicción al juego por ti mismo

Cuando se padece esta enfermedad la persona termina por descuidar su entorno y el de sus seres queridos. Se pierde totalmente el interés por los demás y por las cosas. La familia e incluso el sexo y la comida terminan quedando en segundo plano.

Entre dos y siete por ciento de los jóvenes desarrollan un trastorno del juego, en comparación con aproximadamente el 1 por ciento de los adultos, y muchos trastornos del juego comienzan en la adolescencia. Los estudiantes universitarios también juegan a tasas más altas que la población general. Familia. Las personas que tienen un padre con problemas con el juego tienen más probabilidades de tener problemas también.

Por razones financieras: para ganar dinero, porque a alguien le gusta pensar en lo que haría si ganara un premio mayor o porque ganar cambiaría el estilo de vida de alguien. Por motivos de entretenimiento, porque les gusta la sensación, para sentir ese subidón o “euforia”, o porque les hace sentir bien.

El criterio de "actos ilegales" no está incluido en el diagnóstico de trastorno del juego del DSM-5.

Cómo tratar a un ludópata en casa

¿Qué puedo hacer si mi pareja es ludópata?

Nunca debes arriesgar más dinero del que puedes permitirte perder; esto incluye tanto en el casino como en los juegos de azar en línea. Muchos jugadores experimentados siguen reglas estrictas de gestión de fondos, como establecer límites de cuánto apuestan en cada sesión y equilibrar sus ganancias y pérdidas.

Esta patología se denomina crematomanía, o deseo obsesivo por acumular dinero y riquezas, y, como todas las demás manías, es difícil de tratar. Las personas que sufren esta patología responden a un perfil muy marcado por el interés personal y las ansias de reconocimiento social y profesional.

Clínicamente, la ludopatía se define como el comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente que altera la vida personal, familiar o profesional. La persona ludópata muestra una pérdida de control sobre la propia conducta.

Los niños se comunican y se expresan a través del juego, al jugar exploran su entorno y se relacionan con otras personas, se socializan, aprenden normas sociales y adquieren valores. Con el juego desarrollan su imaginación, creatividad e inteligencia y aprenden.

Esto equivale a unas 18 horas por semana.

De 15 a 20 horas a la semana están empezando a ser excesivos, y más de 21 horas a la semana (3 horas al día) es el tipo de juego que comenzará a tener un impacto perjudicial en el bienestar, según este estudio de Oxford. Sin embargo, eso en sí mismo no es un trastorno del juego.

Expertos de la Academia Americana de Pediatría señalan que el juego ayuda a desarrollar estructuras cerebrales, a aprender y practicar estrategias cognitivas y sociales y mejor aún, constituye un canal favorable para gestionar y procesar el estrés, recargado últimamente.

El tipo de juego considerado más adictivo han sido tradicionalmente las máquinas tragamonedas . Sin embargo, con el auge de los sitios de apuestas en Internet, los juegos en línea se han convertido en uno de los contendientes más adictivos.

La ludopatía es una enfermedad que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero. No todas las personas que juegan desarrollan una adicción al juego, del mismo modo que no todas las personas que beben termina siendo alcohólicas.

¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo?

La solicitud podrás entregarla en cualquier oficina de Registro y en comisarías de la Policía Nacional.

A nivel superficial, la ansiedad relacionada con el juego puede simplemente distraer la atención de los estímulos eróticos y, como resultado, perjudicar la excitación sexual. Si bien se requiere más investigación, la investigación también sugiere que los hombres con trastornos de ansiedad pueden presentar factores de riesgo de disfunción eréctil (DE) .