¿Qué enfermedades causan deshidratación?

Muchas enfermedades, como la diabetes, la fibrosis quística y la nefropatía, aumentan el riesgo de deshidratación y la necesidad de consumir líquidos. Por ejemplo, las personas con diabetes no controlada orinan con frecuencia. Algunos medicamentos también pueden hacer que una persona orine o sude más de lo normal.

No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar. Piel seca y arrugada. Irritabilidad o confusión. Mareos o aturdimiento.

El flujo sanguíneo bajo debido a la deshidratación puede causar dolor de cabeza, cansancio y debilidad. O tal vez te sientas un poco menos agudo de lo habitual. Si eres el cuidador de alguien que parece estar confundido, no descartes la deshidratación como causa.

Cuando estamos deshidratados, nuestro cerebro envía una señal para lograr retener el agua en nuestro cuerpo por más tiempo. Sin agua, perdemos energía, nuestra piel se seca y hasta nos ponemos de mal humor.

Consecuencias de la deshidratación prolongada sobre el estado general: Infecciones urinarias por una mayor concentración de la orina. Estreñimiento. Fatiga o cansancio.

Algunos ejemplos incluyen sandía, pepino, fresas, naranjas y apio. Estos alimentos no solo brindan hidratación, sino que también ofrecen valiosos nutrientes y fibra. Cuando se trata de bebidas, las bebidas hidratantes como el agua de coco o el agua de infusión pueden ser alternativas refrescantes.

Acudir a un Servicio de Urgencia en caso de:

Disminución o ausencia de orina (en una o más mudas en el caso de los niños), menor salivación, ausencia de lágrimas y palidez, principales indicios de deshidratación.

En este caso, generalmente, la recuperación puede tardar de 2 a 3 días con el tratamiento adecuado. Para algo tan importante como recuperarse de una deshidratación, los mayores deben ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua diarios, aunque no tengan sed.

La deshidratación reduce el gasto cardiaco y aumenta la resistencia vascular sistemática y cutánea durante el ejercicio.

La carencia del líquido puede causar disminución cognitiva, alteraciones en el estado de ánimo y baja presión arterial; en contraste beber diario una cantidad adecuada lubrica las articulaciones y los huesos; regula la temperatura corporal y alimenta el cerebro y la médula espinal, aseguró el doctor Marcel Pérez ...

Signos de una lengua saludable

También está húmeda, con la saliva ayudando a descomponer los alimentos antes de la digestión, además de revestir y proteger los dientes de bacterias y caries. Si tu lengua está seca y áspera, puede indicar una falta de hidratación.

Procure comer frutas, verduras, sopas, gelatinas, paletas de helado y otros alimentos hidratados.

“Cuando los nervios que llegan a los músculos no tienen el agua y el sodio que necesitan”, se tornan hipersensibles, haciendo que los músculos se contraigan involuntariamente o convulsionen, explica Bergeron. Afortunadamente, los calambres musculares por lo general se pueden evitar fácilmente.

Bebidas RECOMENDADAS

Agua: las hay minerales con un toque de limón o naranja. Aromatízala tú misma añadiéndole rodajas de limón, naranja o menta; zumos y batidos naturales de fruta; gazpacho; bebidas isotónicas; té frío; granizados, horchata, leche merengada (no más de uno al día) y helados de hielo.

Después se absorbería en el torrente sanguíneo e hidrataría el cuerpo. El otro factor se relaciona con los nutrientes que contienen las bebidas. Por tanto, según el estudio, publicado en 'The American Journal of Clinical Nutrition', la bebida más hidratante es la leche.

El agua NO es la bebida más hidratante, revela estudio: ¿cuál es? Según la información recopilada y publicada en The American Journal of Clinical Nutrition, el agua no es el líquido que más hidrata, sino que la leche desnatada ocupa el primer puesto.

Los sueros, por ejemplo, son generalmente recomendados por los médicos ante un problema de salud que desencadena una deshidratación, no deben tomarse como si fueran agua pues pueden provocar problemas a la salud, en particular en quienes deben restringir su consumo de sodio por padecer hipertensión.

El único tratamiento eficaz para la deshidratación es la sustitución de los líquidos y de los electrolitos perdidos. El mejor abordaje del tratamiento de la deshidratación depende de la edad, la gravedad de la deshidratación y su causa.

Lo recomendable es beber entre 6 y 8 vasos de líquido al día. Lo ideal es que la mayor parte de este consumo sea de agua, pero también puede ser de leche, zumos de fruta, té (si no lo tiene contraindicado) y sopas, entre otras cosas.

Deshidratación hipotónica: el sodio corporal total disminuye de forma desproporcionada con respecto a las pérdidas de agua; se observa hiponatremia (Na+ < 135 mEq/L) e hipoosmola- ridad plasmática (< 280 mosmol/kg). Es la modalidad más frecuente y grave de deshi- dratación.

Los primeros síntomas de deshidratación incluyen sed, orina más oscura y menor producción de orina. De hecho, el color de la orina es uno de los mejores indicadores del nivel de hidratación de una persona: la orina clara significa que está bien hidratada y la orina más oscura significa que está deshidratada.

Los síntomas de la deshidratación pueden incluir dolores de cabeza, similares a los experimentados durante una resaca, un repentino episodio de nieve visual, disminución de la presión sanguínea, vértigo y desvanecimiento al ponerse de pie debido a una hipotensión ortostática.

Sin embargo, si hay una pérdida mayor de líquido y solutos genera un estado clínico llamado deshidratación, la cual se clasifica en isotónica, hipotónica e hipertónica dependiendo del soluto o cantidad de líquido perdido³.

La deshidratación podría según la evidencia, afectar la función visual general, al generar un flujo sanguíneo inadecuado por su bajo volumen y alta osmolalidad, así como al elevar la temperatura corporal central afectando las funciones del sistema nervioso central y periférico.

Si estás deshidratado, probablemente también tengas presión arterial baja, especialmente cuando pasas de estar acostado a estar parado, una frecuencia cardíaca más rápida de lo normal y menor flujo sanguíneo en las extremidades.

Conoce las consecuencias de no beber agua

• Piel seca y sin elasticidad.
• Estreñimiento.
• Calambres, fatiga y confusión.
• Migraña.
• Hipertensión.
• Problemas renales.
• Cólera.
• Diarrea.