¿Que entienden por placer?

Placer se refiere a la experiencia de que algo (cosa, acción, sentimiento, etc) se siente bien, que implica el disfrute de algo. ​​ Contrasta con el dolor o el sufrimiento, que son formas de sentirse mal.

Placer: Tipo de experiencia primaria de carácter agradable, producto de una satisfacción real o anticipada de una necesidad o un deseo (Encarta, 2003).

El hedonismo es la creencia que dicta que el placer, o dicha de otra manera la falta de dolor, es el principio más importante en determinar la moralidad de cualquier acción.

Tomar o comer algo especial y saborearlo. Leer un buen libro. Un masaje placentero. Mirar el cielo, conectar con la naturaleza.

Por orden de mayor a menor: sexo, comida y evacuar.

Aristóteles reconoce como Calicles que el placer es una actividad, pero a diferencia de éste sostiene que no puede ser llevada a excesos, porque dejaría de ser placentera. Ésta es la razón por la cual el estagirita no puede ser sin más un hedonista.

La consigna para reconciliar el goce con la sabiduría

Que el placer es más que éxtasis, pasión o intensidad y que, incluso, la vida moral –y hasta monacal- pueden ser tan placenteras como la vida sexual, de diversión, de deportes, de paseo o de compras.

La definición platónica del placer como “camino hacia la naturaleza” debe ser entendida en un sentido amplio en relación con los placeres intelectuales: el placer surge tanto en el movimiento hacia la sustancia como en la compleción de este proceso.

Tipos de Placer

Hay distintos tipos de placer físico: el producido por el gusto o placer gastronómico; el producido por el tacto (masaje, placer sexual en sus diversas manifestaciones,...); el placer auditivo (música), el placer visual (arte,...), el deportivo, etcétera.

Muchas experiencias placenteras están asociadas con la satisfacción de impulsos biológicos básicos, como comer, hacer ejercicio, higiene, dormir y tener relaciones sexuales . La apreciación de artefactos y actividades culturales como el arte, la música, la danza y la literatura suele ser placentera.

Por lo tanto, el órgano más importante a la hora de que experimentes placer y lograr tener un orgasmo, es tu cerebro. La excitación que sentimos sucede por los estímulos que vemos, escuchamos, olemos y probamos. Pero también los pensamientos hacen su parte, haciendo que los estímulos se intensifiquen.

Mentalmente, buscar constantemente el placer sin considerar las consecuencias puede conducir a una sensación superficial de satisfacción . El hedonismo tiende a priorizar la felicidad a corto plazo sobre la satisfacción y el crecimiento personal a largo plazo.

La principal línea tradicional de crítica contra el hedonismo prudencial es que no todo placer es valioso para el bienestar , o al menos que algunos placeres son menos valiosos que otros debido a factores no relacionados con la cantidad.

Sócrates concluye12 afirmando que discernir entre placeres buenos y malos, de forma que se consiga siempre el verdadero placer que es el bien del alma, es materia para un experto (TEXVLK~S).

En este complejo diálogo Sócrates concluye que el placer no es el bien más primordial, y da prioridad a lo mesurado y medido, lo relativo a la proporción, lo hermoso, lo perfecto, el intelecto y las ciencias.

Si logras algo bueno con esfuerzo, el esfuerzo pasa rápido pero lo bueno permanece. Si haces algo malo por placer, el placer pasa rápido pero lo malo permanece.

Para Epicuro el placer no tiene término medio, se siente o no se siente. lo considera como potencia de la vida, como principio y fin de la vida misma; quizás porque estuvo sometido a una vida de pobreza, exilio y dolor.

Puede ayudarnos a sentirnos más felices, más saludables y más conectados con nosotros mismos y con los demás . Ya sea un pequeño momento de indulgencia o la búsqueda más amplia de una pasión o pasatiempo, dedicar tiempo al placer puede tener un impacto positivo significativo en nuestras vidas y nuestra salud en general.

El placer y el dolor son dos caras de una misma moneda llamada deseo. No hay placer sin dolor . El placer proviene de conseguir lo que deseamos, pero desear algo significa que no lo tenemos. Y darnos cuenta de que no tenemos algo que queremos es doloroso.

Respuesta y explicación. Aristóteles creía que una buena vida no es simplemente una vida de placer, ya que el placer no es un fin en sí mismo sino un subproducto de otras actividades .

El hedonismo, en comparación con los valores sexuales del relativismo y el absolutismo, implica un comportamiento sexual basado en la búsqueda del placer sin el requisito de amor y/o compromiso .

La paradoja del hedonismo, también llamada paradoja del placer, se refiere a las dificultades prácticas que se encuentran en la búsqueda del placer. Para el hedonista, la búsqueda constante de placer puede no producir el placer o la felicidad más reales a largo plazo, cuando la búsqueda consciente del placer interfiere con su experiencia .

Las personas que tienen un estilo de vida hedonista tienden a ser tísicas porque buscan satisfacción y disfrute en sus vidas a través del consumo de productos y servicios. Creen que tener muchas cosas y experimentar muchos placeres es la manera de alcanzar la felicidad .

Los estudios muestran que las emociones placenteras están asociadas con un pensamiento más amplio y creativo, y con una variedad de resultados positivos que incluyen una mejor resiliencia, conexión social, bienestar, salud física y longevidad. Por lo tanto, el placer podría no sólo ayudarnos a vivir más placenteramente, sino también a vivir más tiempo.

El hedonismo es una doctrina filosófica, cuya tesis principal radica en la búsqueda del placer y en evitar el dolor. Epicuro en su Carta a Meneceo enuncia lo siguiente: Los seres humanos y los animales buscan el placer y evitan el dolor determinando lo placentero como bueno y lo doloroso como malo.

Se trata de vivir con atención y ser consciente de lo que necesitas para sostenerte de la mejor manera mientras aprecias todos y cada uno de los momentos de la vida . Significa vivir el momento y permitir el tiempo y el espacio para hacerlo... ¡Saborear intencionalmente los placeres simples de la vida!