¿Qué es el cerrojo de la puerta?

Por su parte, un cerrojo es un pasador que funciona como un elemento extra de seguridad para bloquear la puerta. Suelen instalarse en la parte interior de la puerta y lo más habitual es que vayan superpuestos, aunque existen cerrojos incrustados también.

Bombín o Bocallave:

El bombín es una de las partes más elementales de la cerradura. Es la pieza donde se introduce la llave para poder abrir la cerradura. Es decir, su mecanismo es el que nos permite accionar la apertura y cierre de la puerta.

Frontal: Es la parte que une la cerradura al bombillo y esta a la puerta. Resbalón: Es la pieza que se retrae dentro de la puerta cuando abrimos y se encaja en el marco cuando cerramos la puerta. Paletón o bulones: Funciona igual que el anterior, sólo que nos permite echar la llave.

El pestillo o pasador es un cierre de seguridad en el que no hay necesidad de llaves que se suele utilizar en puertas interiores para salvaguardar la privacidad de algunas habitaciones.

La principal diferencia entre ambos elementos es la colocación. Mientras que las cerraduras van habitualmente incrustadas en la puerta, los cerrojos se colocan de manera superpuesta, como ya hemos comentado anteriormente. Cabe destacar que también existen cerraduras superpuestas, aunque son menos habituales.

Normalmente de uso doméstico, sirve para cerrar y ajustar la puerta o ventana con sus marcos, y en el caso de que aquellas sean de doble hoja, para ajustar una con otra dichas hojas. El cerrojo de gancho funciona de una forma similar, pero es el gancho lo que le impide volver atrás una vez girado 90°.

Bisagras. Las bisagras son el elemento que nos permite la movilidad de la puerta para que se abra. Son dos piezas metálicas articuladas entre sí por un eje y que ancladas una al lateral del marco y otra al lateral de la puerta permite la apertura.

BOCALLAVE, u ojo, por donde se mete la llave. BOMBILLO / BOMBÍN: Cilindro interior de la cerradura, donde encaja la llave y activa su apertura o cierre.

3- Pestillo o resbalón. Se acciona mediante la manilla. Cuando bajas la manilla hacia abajo el pestillo se introduce en la caja y se abrirá la puerta. Es el encargado de mantener la puerta cerrada cuando no está echada la llave.

Los cerrojos ofrecen una mayor eficacia, ya que dan la posibilidad de tener dos tipos de seguridad totalmente independientes, es decir, mientras que hay una chapa que se usa con llave, hay otro seguro que se pone de forma manual.

Podemos concluir que hoy por hoy, las cerraduras más seguras, especialmente cuando hablamos de un hogar, son las mecánicas. Esto es porque la tecnología de una cerradura electrónica implica aún muchos retos que pueden dejar nuestra entrada desprotegida.

Los expertos recomiendan efectuar este cambio cada 10 o 15 años. De este modo, con esta sustitución se brinda una mayor seguridad a la vivienda y, sobre todo, a los residentes. Hay que destacar la cifra de una década y media para saber cuál es la vida útil de los cerrojos de seguridad de las puertas.

En un arma de fuego automática o semiautomática, se dice que dispara por recámara abierta o cerrojo abierto, cuando no hay un cartucho insertado en la recámara, y el cerrojo se encuentra en su posición retrasada.

Además del coste, tienen dos inconvenientes adicionales: si se va la luz del edifico, no puedes entrar y por otro lado, no son las más seguras, ya que normalmente actúan liberando solamente el resbalón, es decir, funcionan si se cierra la puerta “de golpe”, no con llave.

Se cree que la primera cerradura fue creada en Egipto, varios siglos antes de Cristo. Estos dispositivos consistían en un pasador horizontal de madera encajado en la puerta que se deslizaba a través de una guía para encajar en un agujero hecho en el arco de la puerta.

Un zaguán es, en términos genéricos, un espacio cubierto situado en las casas, normalmente junto a la puerta. ​ En este sentido, tiene un significado similar a vestíbulo, o a hall. Es un elemento de paso, sin carácter habitacional.

Nuestras recomendaciones son:

En cambio, una doble cerradura supone instalar una cerradura completa embutida en la puerta de entrada. El resultado es que tendremos una puerta con dos cerraduras independientes colocadas a diferentes alturas y que será tan segura como la suma de la seguridad de ambas aporte.

Una puerta de seguridad efectiva debe contar con protección antitaladro en las zonas donde se encuentran las cerraduras y los sistemas de cierre. Visor y mirilla: Si tu puerta de seguridad tiene un visor o mirilla, asegúrate de que sea de alta calidad y resistente a los intentos de manipulación desde el exterior.

Como su nombre indica, las cerraduras inteligentes son dispositivos electrónicos que permiten abrir y cerrar puertas sin necesidad de usar llaves.

A continuación enumeramos los principales tipos de cerraduras que hay en todos los contextos y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.

Los cerrojos o cerrojos de seguridad nos permiten aumentar la seguridad en nuestra puerta de entrada sin necesidad de cambiar nuestra cerradura.

Si buscas cambiar una chapa, un cerrajero puede ofrecerte sus servicios por un precio desde $200 MXN a $800 MXN. Claro que esto dependerá del tipo de puerta, de los horarios, de la calidad de los materiales etc. En resumen, cambiar la cerradura de una puerta puede costar entre $600 y más de $2,000 pesos.

El tiempo que se tarda en cambiar una cerradura varía según el tipo de puerta y la cerradura existente. Si desea una sustitución igual a la que tiene, lo normal suele ser que tarde entre 30 minutos y una hora. Si hay que instalar una nueva cerradura desde cero, puede tardar un poco más.

Conocer los tipos de puerta, materiales y su ancho.

Sustantivo masculino

Tipo de pasador, normalmente metálico, que sirve para asegurar el cierre de puertas y ventanas.