¿Qué es el pecado de la pereza?

PEREZA. La pereza es el desafecto, la dejadez, por las cosas que se deben hacer. Esa falta de voluntad y esfuerzo acaba con la incapacidad del alma de llevar las riendas. Es un abandono físico y espiritual.

Para hablar de la pereza hay que recordar que este es conocido como uno de los siete pecados capitales y se destaca como la negligencia o la actitud que impide realizar las cosas que se tienen pendientes por hacer.

La pereza parece estar relacionada con la falta de actividad de ciertos genes que guardan relación como la fuerza muscular y con el control del complejo enzimático.

Consecuencias de ser perezoso

Bajo rendimiento laboral o académico, estando relacionada incuso con el absentismo laboral. Insatisfacción vital; las personas más satisfechas con su vida no son necesariamente aquellas a las que les va todo bien, sino aquellas que se esfuerzan por conseguir retos.

Cómo evitar que la pereza se apodere de ti

Hacer lo que Dios quiere que yo haga ante cada decisión de vida. +Conocer vidas de santos que puedan inspirarme. +Acudir a ejercicios, espirituales, retiros, congresos, cursos y conferencias que alimenten el conocimiento de Cristo.

La pereza es dañina y es pecado. Los jóvenes tienen que llegar a tener una visión bíblica del trabajo y de la pereza. Ellos mismos tienen que ver lo positivo que es hacer todo lo que tengan para hacer, para la honra y la gloria de Dios. La Biblia nos dice que "el saber hacer lo bueno y no hacerlo, es pecado".

La pereza, o más específicamente la acidia, fue considerada como responsabilidad de Belfegor.

La pereza hace a las personas crearse su propio mundo, donde el “mañana, mañana” o “luego, luego” son las justificaciones para no hacer lo que tienen que hacer y cuando lo tienen que hacer. Esa posición origina un anquilosamiento degenerativo de las capacidades de actuar.

La pereza​ es considerado un pecado capital de acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica. Se considera el más «metafísico» de los pecados capitales, en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia de uno mismo.

Diligencia (latín, dīligentia) contra el pecado de pereza.

Alejandro Jodorowsky on X: "La pereza es la madre de todos los vicios.

La pereza, o más específicamente la acidia, fue considerada como responsabilidad de Belfegor. En el contemporáneo De praestigiis daemonum de Johann Weyer, Belfegor es mencionado como un símbolo de las cavernas donde se arrojaban las ofrendas de un sacrificio.

La pereza origina: Abandono, apatía, negligencia, despreocupación, desidia, desprecio, desinterés, dejadez, desorden, despreocupación, holgazanería titubeo, egoísmo, impuntualidad, informalidad, indolencia, ociosidad, falta de rigor, etc. 9.

Duriel, el Señor del Dolor o el Principe del Dolor, es uno de los cuatro males menores en el universo de Diablo, jefe final del Acto 2 en Diablo II.

Habondia: Demonio de la mayor jerarquía, considerado el demonio rey de las hadas. Hanna: Nombre de demonio. Häel: Diablo poderoso e influyente en el infierno, del cual dependen muchos otros espíritus.

Significado: Si uno no trabaja por desidia, no consigue hacerse rico y siempre tendrá necesidades y deseos sin conseguir. Observaciones: De la paremia Pereza es llave de pobreza, existen variantes como Pereza es madre de pobreza y una forma en la que el verbo está sobreentendido: Pereza, llave de pobreza.

La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales».

Éstos incluyen la sodomía, la molicie o tocamientos torpes y las posturas que recuerdan actos sexuales de animales, que se apartan de la regla de la dominación del macho sobre la hembra. A estos pecados, siguen el sacrilegio, el incesto, el adulterio, el estupro y la fornicación simple.

La lujuria (del latín luxus, "abundancia", "exuberancia"), en el marco de la moral sexual, es el deseo sexual desordenado e incontrolado. Existe un sentido no sexual de la lujuria, que se refiere a un deseo apasionado de algo. ​ La lascivia, asimilable a lujuria, es el apetito o deseo excesivo de placeres sexuales.

A diferencia del tiempo que dedicamos a las actividades que nos apetecen en los ratos libres, la pereza es falta de motivación y de actividad. Es la relajación de la disciplina, esa disciplina que tanto ha intentado inculcar algunas religiones y que también se premia en las sociedades capitalistas.

Reseña

Generalmente Moloch es representado como una figura humana con cabeza de carnero o becerro, sentado en un trono y con una corona u otro distintivo de realeza, como un báculo. Según la interpretación tradicional los sacrificios preferidos por Moloch eran los niños (véase el rito «molk»), especialmente los bebés.

Así queda demostrado al traer a una de nuestras pruebas a Asmodeo, un archidemonio, que así es como se denomina a los sirvientes del Diablo o Satanás. Durante la Edad Media, esta figura, que aparece en el libro bíblico de Tobías y en el Talmud hebreo, era considerada la responsable del pecado de la lujuria.

“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada”.

Estas virtudes son la humildad, la caridad, la castidad, la gratitud, la templanza, la paciencia y la diligencia. Es verdad que hay mucha gente que no tiene conocimiento sobre los siete pecados capitales y las siete virtudes cristianas.