¿Qué es la espuma Airgocell?

Espuma Airgocell®: Capa de espuma que proporciona un confort excepcional gracias a su elasticidad localizada que permite que se comprima una zona sin afectar al resto del colchón. Además, este material es altamente transpirable permitiendo una óptima ventilación y evitando la sudoración nocturna.

1. Espuma de poliuretano. La espuma de poliuretano es uno de los materiales más utilizados en la fabricación de colchones. Esta espuma es conocida por su durabilidad y resistencia, así como por su capacidad para adaptarse a todo tipo de cuerpos.

Una espuma estándar de alrededor de 20kg/m3 puede durar alrededor de 5 años mientras que un colchón de alta resilencia alcanzará, de media, los 10 o 12 años.

Un colchón de espuma se adaptará mejor a nuestro cuerpo, en especial si se usa memory foam o viscoelástica. En los colchones de resorte tienen resistencia a la transmisión de movimiento. En el caso del colchón de espuma hay una mejor distribución del peso y al ser ergonómicos se acomodan a la columna del usuario.

Ventajas de los colchones de espuma:

Brindan movimiento independiente procurando menos interrupciones del sueño cuando son utilizados por más de una persona. No hacen ruidos durante el movimiento. Son muy estables y rígidos, especialmente los de alta densidad.

La goma espuma HR o High Resilience (Alta resiliencia) es la más resistente debido a su flexibilidad, capacidad de recuperación y durabilidad excepcionales.

Tipos de espuma: ¿Cuál elegir?

No hay una densidad de espuma "mejor" en general, ya que depende de las necesidades y preferencias individuales. Una densidad más alta brinda mayor firmeza y durabilidad, mientras que una densidad más baja ofrece mayor suavidad y confort.

Un colchón de látex natural de buena calidad puede presumir de tener una densidad de entre 65 y 95 kg/m³, por lo que son considerados como los más resistentes del mercado de la ropa de cama.

En el caso de un colchón de espuma de poliuretano, debe buscarse una densidad de entre 35 y 45kg/m³ para personas que pesen entre 60 y 90 kg. Para un colchón de espuma viscoelástica, el rango adecuado es entre 50kg/m³ y 80kg/m³. Por último, en el caso del látex, debe optar por una densidad superior a 75kg/m³.

Colchones de látex: Los colchones de látex son una de las opciones más recomendadas para las personas que tienen problemas de dolor de espalda. La razón de ello se debe a que estos ofrecen un excelente nivel de soporte gracias a la elasticidad natural del material.

Los colchones de muelles tradicionales suelen ser más firmes que aquellos que contienen materiales como la viscoelástica, el látex o la espumación HR, o una combinación de estos materiales.

Por ejemplo, los colchones viscoelásticos son muy buenos para el dolor de espalda, puesto que crean un molde perfecto del cuerpo y eliminan los puntos de presión. Gracias a ellos sentirás una acogida perfecta tanto del cuerpo como de la musculatura. Los colchones de muelles son otra alternativa perfecta.

Entre dos colchones de densidades diferentes, la duración de vida puede pasar a ser del doble de tiempo. Una espuma estándar cuya densidad es de 23 kg/m3 durará algo más de 5 años mientras que un colchón de alta resiliencia alcanzará casi los doce años.

Para cuidar bien de un colchón de espuma, lo más importante es mantenerlo limpio, depende de la limpieza y la frecuencia con limpies tu colchón para que dure más. Aspira tu colchón diariamente. Esto evitará que se llene de insectos y pelo de mascotas, además de evitar reacciones alérgicas por ácaros.

La espuma de poliuretano (o gomaespuma) tiene múltiples usos en el mundo actual. Algunos de ellos son: en colchones como relleno principal o como integrante de los acolchados.

La densidad de un colchón es el indicador de la cantidad de espuma viscoelástica que éste contiene. Es decir, que refiere a los kilos de materia prima que ha sido utilizada por metro cúbico de capa de espuma.

Espuma de poliuretano de los colchones

La espuma de PU es un material versátil y moldeable debido a la reacción química entre el poliol y el isocianato. Es la aplicación más empleada para impermeabilizar, ya que es muy resistente al agua, evita posibles filtraciones y protege contra la corrosión.

Densidad 15: Densidad de espuma básica ideal para manualidades y/o proyectos domiciliarios. Densidad 18: densidad de espuma básica, se utiliza para cojinería de asiento, respaldo y brazos. Ideal para muebles tapizados para proyectos domiciliarios a un precio accesible.

Las espumas se clasifican en tres rangos de expansión, como sigue:

Densidad 21: densidad de espuma óptima para cojinería de asiento y respaldos. Tiene un buen comportamiento en el tiempo para proyectos como el sofá de la sala de estar y de uso cotidiano. Densidad 25 y 28: espuma de alta densidad, aconsejable para cojinería de asiento de alto tráfico.

La espuma flex o (poliestireno) es un materia que ofrece fácil manejo al momento de hacer los diseños de las piezas que deseamos obtener en el proceso de fundición, además de que el mismo no se lo retira ya que ofrece característica como su punto de fusión a más de 100 °C lo que permite que este modelo no se retire de ...

Densidad 21: densidad de espuma óptima para cojinería de asiento y respaldos. Tiene un buen comportamiento en el tiempo para proyectos como el sofá de la sala de estar y de uso cotidiano. Densidad 25 y 28: espuma de alta densidad, aconsejable para cojinería de asiento de alto tráfico.

La espuma más habitual para asientos de sofá corresponde a la de densidad media de 30 kg/m3, que es dura, suave y aporta firmeza, pero puede ser un sofá de alta o máxima densidad HR (higt resilience)30 y 35 kg/m3 para tener las máximas prestaciones en confort y duración.

ESPUMA D25

La espuma con una densidad de 25 Kg/m³ presenta una firmeza y durabilidad adicionales. Es ideal para aplicaciones que requieren un soporte más sólido.

Si tu postura al dormir es boca arriba, la mejor opción son los colchones duros. Por el contrario, si duermes boca abajo será mejor un colchón de dureza intermedia. Si te mueves mucho en la cama y quieres tener esa sensación de libertad de movimiento, es mejor un colchón duro.

Un colchón firme sostendrá tu cuerpo y ayudará a mantener la forma de tu columna vertebral. Será más duradero, ya que los colchones tienden a perder firmeza con el paso del tiempo. La superficie de contacto con el cuerpo es menor, esto mejora la ventilación y facilita darse la vuelta en la cama.