¿Qué es la maldad para Sócrates?

Uno de los primeros filósofos en analizar la maldad fue Sócrates, quien atribuía el mal a la ignorancia. Es decir, ningún hombre actuaría mal a sabiendas, sino porque desconoce lo que es el bien y cómo hacer las cosas conforme a él.

Sócrates pensaba que el hombre se comporta mal porque es ignorante, es decir, porque su inteligencia interpreta erróneamente y cree ver el bien donde en realidad no existe, o considera como bueno algo que en verdad no lo es. Éste es el tema que trata en el diálogo Menón.

Para Sócrates la verdad se identifica con el bien moral, esto significa que quien conozca la verdad no podrá menos que practicar el bien. Saber y virtud coinciden por lo tanto quien conoce lo recto actuará con rectitud y el que hace el mal es por ignorancia.

Según la filosofía, el mal no es nada real, sino solo una privación." Malebranche: "El mal se puede tomar de tres maneras: como privación del bien, como dolor, o como la cosa que causa privación del bien o que produce dolor.

En Platón, el mal no es algo externo al hombre, una especie de fuerza o energía que inexplicablemente se le instale, como aparece en la tragedia griega, sino una realidad. Y si es así, entonces puede ser comprendido y evitado, pues atañe a la acción de un individuo, a su facultad de hacer o no hacer.

Desde el punto de vista de Sócrates, hacer el mal daña el alma . Dado que, en su opinión, el alma es lo más valioso que existe, es importante protegerla de este daño. Sufrir el mal, por el contrario, no daña el alma. Podría dañar el cuerpo.

"Solo hay un bien, el conocimiento, y un mal, la ignorancia". ¿Afirma esta cita de Sócrates que no existe el verdadero mal en este mundo?

Sócrates quebranta las leyes, negando la existencia de los dioses que la ciu- dad tiene recibidos, e introduciendo otros nuevos; y obra contra las mismas leyes corrompiendo la juventud.

El tema del mal se encuentra ya en filósofos antiguos como Aristóteles quien ve el mal como carencia. Para él, el mal no tiene causa; ni formal, ni eficiente, ni final; tiene solo causa material.

La Apología de Sócrates de Platón, nombra a Meleto como el principal perpetrador de la acusación contra Sócrates. Dice además, que era conocido como poeta y supone que la acusación fue debida a un resentimiento personal.

Zubiri va a estudiar por separado los cuatro tipos de mal que, según él, se pueden dar, de acuerdo con la estructura misma de la realidad; son los siguientes: el maleficio, la malicia, la malignidad y la maldad.

Según Leibniz, existen tres formas de mal en el mundo: moral, físico y metafísico .

Svendsen propone que existen cuatro tipos de mal en el mundo: demoníaco, instrumental, idealista y estúpido .

Sócrates creía que nadie hace el mal voluntariamente. El mal es el resultado de la ignorancia. Si la gente supiera qué es lo correcto, lo harían.

Dios creó el mundo bueno y creó a los humanos para hacer el bien. Sin embargo, también les dio a los humanos la capacidad de elegir, conocida como libre albedrío. Esto significa que aunque los humanos fueron creados para hacer el bien, también pueden optar por hacer lo contrario del bien , lo que hemos denominado mal.

Son acciones intensamente dañinas, que implican dolor, sufrimiento y pérdida de la vida o de potencial personal y humano. Reacciones ante un estímulo desencadenante que el agente percibe como adverso –ataque, amenaza o frustración.

Algunas personas se sienten motivadas a hacer el mal para ganar autoestima y estar a la altura de una autoimagen grandiosa . En estas situaciones, los actos vengativos pueden ser armas utilizadas para humillar a otras personas. Sin embargo, muchos actos malvados son el resultado del fanatismo idealista.

Sócrates creía que los humanos tienen un alma que les es inherente y que sigue viva después de que su cuerpo muere . Debido a la inmortalidad del alma, creía que las almas han aprendido muchas cosas a lo largo de su existencia, que traen consigo a los cuerpos que habitan.

Según Aristóteles

Este personaje consideraba una acción buena a aquella que conduce al logro del bien del hombre o a su fin, por lo que toda acción que se oponga a lo anterior lo consideraba como mala.

Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien actuarán de manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de definiciones generales.

El mal para Kant se configura como elemento originario constitutivo de la naturaleza humana en cuanto posibilidad, de modo que siempre, por las razones que acabamos de analizar, debe su- ponerse la posibilidad para el ser humano, en virtud del ejercicio de su libre albedrío, de asumir como máximas las que subordinan ...

a) Felicidad: (eudomonia) Para Sócrates la felicidad es el último bien del hombre y se logra con la práctica de la virtud. No se trata de la felicidad lograda de los placeres sensibles y fugaces, sino aquella serena y estable que proviene de la contemplación de la verdad y que se logra con la práctica de la virtud.

Al final de todo, Sócrates dice: "Es hora de irse, yo para morir, y vosotros para vivir. ¿Quién de nosotros va a una mejor suerte?, nadie lo sabe, solo los dioses lo saben".

En el año 399 a. C., el filósofo griego Sócrates fue llevado a juicio por la ciudad de Atenas, acusado de pervertir a sus jóvenes y alejarlos de los dioses. Se le dio a elegir entre renegar de sus ideas o ser condenado al suicidio por cicuta. Eligió la muerte.

En 399 a. C., Sócrates fue ejecutado por la corte ateniense acusado de impiedad y corrupción de la juventud . La controvertida decisión persiste en el gran legado de Atenas, una ciudad elogiada por su libertad intelectual y política.

El mal como un problema

El encuentro con el mal es una experiencia humana universal insoslayable. Desde muy antiguo se ha buscado dilucidar el tema. Epicuro (341-271 a.C) fue el primer escritor que expresó el problema del mal en forma de un dilema. El dirá: “O Dios quiere quitar el mal del mundo, pero no puede.

Por ejemplo, Aristóteles decía que «el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona». O Sócrates que aseguraba que «sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia». O «lo poco que sé, se lo debo a mi ignorancia» de Platón, que plantea con gran inteligencia el dilema al revés.