¿Qué es la rectitis crónica?

Inflamación de la membrana mucosa que reviste el recto (las últimas pulgadas del intestino grueso más cercanas al ano).

La rectitis es la inflamación de la mucosa rectal, y puede deberse a una infección, una enfermedad inflamatoria intestinal o a radiación.

La proctitis puede causar dolor en el recto, diarrea, sangrado y secreción, así como la sensación continua de que necesitas evacuar el intestino. Los síntomas de la proctitis pueden ser de escasa duración o convertirse en crónicos.

La proctitis que no se trata o que no responde al tratamiento puede generar las siguientes complicaciones: Anemia. El sangrado crónico del recto puede provocar anemia. Cuando sufres anemia, no tienes suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos.

Clínicamente presenta 3 estadios: la primera etapa (3-30 días después de la práctica de riesgo) se caracteriza por una lesión o lesiones ulcerativas o herpetiformes en la mucosa genital o piel adyacente, autolimitada (aproximadamente dura una semana) y generalmente asintomática o con síntomas leves.

Tratamiento de la proctitis causada por una infección

Tu médico puede recomendarte medicamentos para tratar la infección. Las opciones incluyen: Antibióticos. Para la proctitis causada por una infección bacteriana, es posible que el médico te recomiende un antibiótico, como doxiciclina (Oracea, Vibramycin, otros).

Sumerge la zona anal en agua tibia durante 10 a 15 minutos dos o tres veces al día. Un baño de asiento puede adaptarse para usarlo en el inodoro. Toma analgésicos por vía oral. Puedes usar paracetamol (Tylenol, otros), aspirinas o ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) temporariamente para aliviar tu malestar.

Evitar las legumbres (garbanzos, habas, lentejas, etc.). Cocinar las frutas y verduras antes de consumirlas; no comerlas crudas, con piel o pepitas. Asegurarse de una buena hidratación, evitando bebidas con gas y carbonatadas, bebidas alcohólicas, té y café muy cargados.

El estreñimiento, algunas prácticas sexuales o limpiarse con papel higiénico con demasiado ímpetu pueden provocar fisuras anales. Aunque sean minúsculas son muy dolorosas y el único remedio para curarlas es esperar a que se vuelvan a cerrar. También es común que escuezan, provoquen punzadas y sangren levemente.

Los principales motivos de dolor al evacuar son relacionados con alteraciones en la zona anal por hemorroides y/o fisuras, también pueden ser debidos y/o ir acompañados de aumento de la tensión muscular y por cambios en la consistencia de las heces (cuando son duras y secas).

Evite los alimentos que parecen empeorar sus síntomas. Los alimentos comunes problemáticos incluyen los productos lácteos, los alimentos y las bebidas que contengan cafeína, y los alimentos ricos en grasas. Estos alimentos pueden irritar el tubo digestivo y empeorar afecciones como la colitis ulcerosa.

Diagnóstico de la proctitis

Si sientes dolor, prueba dormir de un lado diferente o boca arriba, y comprueba si estás más cómodo. Puedes considerar la posibilidad de llevar un diario de sueño, anotando tus síntomas y la posición en la que duermes, para ayudarte a hacer un seguimiento de lo que funciona.

Aplica ungüentos, cremas o geles.

Protege la piel afectada de la humedad aplicando una capa delgada de ungüento de óxido de zinc (Desitin, Balmex) o vaselina (Vaseline). Si es necesario para aliviar la inflamación y la comezón, aplica crema de hidrocortisona al 1 % de 2 a 3 veces al día por una o dos semanas.

Hemoal Forte pomada rectal 30 g es probablemente la pomada medicamentosa más conocida del mercado para el alivio de las hemorroides. Tiene una doble acción anestésica (benzocaína) y vasoconstrictora (efedrina) todo ello favoreciendo la lubricación de la zona.

Si no se trata a tiempo pueden producirse úlceras y sangrado. Las hemorroides internas rectales no originan dolor y, fundamentalmente, presentan sangrado y prolapso.

En la dieta antiinflamatoria se deben priorizar: alimentos naturales, vegetales, frutas y verduras (crucíferas, bayas, tomate, pimientos), pescado azul, huevos, setas, aceite de coco y oliva (crudo), chocolate negro, café, algas, especias (jengibre, cúrcuma, canela), plantas (té verde, ajo, clavo).

En la dieta se pueden incluir cereales como el arroz, maíz, el trigo sarraceno, el mijo, la quínoa blanca y la patata por ejemplo. También el huevo, la carne no procesada y el pescado. Lácteos sin lactosa y quesos curados, también bebidas vegetales almendras, avena, arroz…mejor enriquecidas en calcio.

Alimentos antiinflamatorios

Existen varios alimentos que se consideran antiinflamatorios por su aporte de nutrientes y compuestos específicos: Frutas y verduras: piña, manzana, papaya, cerezas, frutas cítricas (naranja y limón), frutos rojos, espinacas, brócoli, apio, entre otras.

En el 80-90 % de los casos, el dolor anal se debe a enfermedades frecuente y tratables, como son las hemorroides, la fisura anal, abscesos anales o fístulas.

Cuándo consultar al doctor

Pídele a otra persona que te lleve a una clínica de atención inmediata o a una sala de urgencias si manifiestas lo siguiente: Importante cantidad de sangrado rectal o sangrado rectal que no cesa, especialmente si está acompañado por aturdimiento, mareos o sensación de desmayo.

La nitroglicerina suele considerarse la mejor opción de tratamiento cuando las demás medidas tradicionales no dan resultados. Los efectos secundarios pueden incluir dolor de cabeza, que puede ser de gran intensidad. Las cremas anestésicas tópicas, como la lidocaína (Xylocaine), pueden ayudar a aliviar el dolor.

Para tratar el prurito anal en casa, debe mantener el área tan limpia y seca como sea posible. Limpie suavemente el ano después de las deposiciones, sin frotarse. Utilice una botella comprimible de agua, toallitas para bebé sin perfume, una toalla húmeda o papel higiénico húmedo y sin perfume.

Comer más frutas, vegetales y granos enteros, hacer ejercicio diariamente y tomar ablandadores de heces, si es necesario, para facilitar el movimiento intestinal, reducir el esfuerzo al evacuar y aliviar el dolor.

Es la presencia de dolor en el área anal, rectal y/o perineal de forma crónica (durante los últimos 3 meses y que se inicio hace más de 6 meses) sin que se aprecie ninguna clara causa orgánica que lo justifique (no lo produce hemorroides, fisura, fístulas, abscesos, papilitis, tumores, enfermedades ginecológicas, ...

Aparte del té de jengibre, puedes tomar una manzanilla para reducir la inflamación del estómago por la noche. Otras opciones son consumir una infusión de hinojo o de anís estrellado.

Durante los brotes los síntomas más frecuentes son diarrea (a veces con sangrado), dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio y fiebre. La duración de los brotes suele ser de entre 2-4 semanas.