¿Qué es la resiliencia en la Biblia?

La resiliencia es la capacidad de un individuo, grupo o comunidad para afrontar y superar las adversidades de la vida. Los escritos de la Iglesia Católica, aunque no consideran el término resiliencia, siempre han interpretado su espíritu y significado.

La adversidad “nos servirá de experiencia, y será para nuestro bien” (Doctrina y Convenios 122:7). “Es preciso que haya una oposición en todas las cosas” (2 Nefi 2:11), por lo que el Padre Celestial nos permite “probar lo amargo, para saber apreciar lo bueno” (Moisés 6:55).

La resiliencia se define por la capacidad de la persona de sobreponerse a las adversidades, y encontrar en ellas un motivo de crecimiento personal. Por esta razón, se relaciona estrechamente con el bienestar.

Es la capacidad de un individuo para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas.

Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. Las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen.

Personajes como David, Pablo de Tarso, Job, Rut y Noemí pudieron crecer en medio de la adversidad e incluso salieron más fortalecidos después de experimentar muchos tiempos de tensión y angustia. La vida del Rey David fue marcada por muchos momentos de tensión.

Si careces de resiliencia, es posible que te obsesiones con los problemas, te victimices o te sientas abrumado, o recurras a mecanismos de afrontamiento poco saludables, como el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios y los comportamientos riesgosos.

La resiliencia conlleva mantener flexibilidad y balance en su vida en la medida que usted confronta circunstancias difíciles y eventos traumáticos. Usted lo puede lograr de diferentes maneras al: Permitirse experimentar emociones fuertes y también reconocer cuando tiene que evitarlas para poder seguir funcionando.

Características de una persona resiliente

Conocen sus propias fortalezas y debilidades, lo que les ayuda a ponerse metas, a identificar emociones positivas y negativas y, en definitiva, a creer en sí mismos y superarse.

8 Te haré entender y te ^aenseñaré el camino en que debes andar;sobre ti fijaré mis ojos. 9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,que tienen que ser sujetados con cabestro y con freno,porque si no, no se acercan a ti.

23 Guarda tu corazón con toda diligencia,porque de él mana la vida. 24 Aparta de ti la perversidad de la boca,y aleja de ti la iniquidad de los labios. 25 Miren tus ojos al frente,y diríjanse tus párpados hacia lo que está delante de ti.

5 ^aConfía en Jehová con todo tu corazón,y no te apoyes en tu propia ^bprudencia. 6 ^aReconócelo en todos tus caminos,y él enderezará tus veredas. 7 No seas ^asabio en tu propia opinión; ^bteme a Jehová y apártate del mal, 8 porque será ^asalud para tu ombligoy médula para tus huesos.

El significado de resiliencia abarca diversos aspectos y características. Algunos sinónimos de resiliencia son flexibilidad, capacidad de adaptación, solidez, fortaleza, etc.

Resistencia, fortaleza, invulnerabilidad. Estoicismo, adaptación, superación.

Es un término que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. Por ejemplo, un arco que se dobla para lanzar una flecha o los juncos bajo la fuerza del viento.

En el entorno educativo, la resiliencia no solo mejora el aprendizaje sino que, además, evita patologías y problemas psicológicos como la ansiedad, la baja autoestima o la falta de habilidades sociales.

Algunos atributos personales favorecen la resiliencia, por ejemplo, la autoestima, la capacidad para resolver problemas o la competencia social. También la favorecen los apoyos familiares y sociales con los que contamos. Además, una actitud positiva también propiciará nuestro bienestar y capacidad de superación.

Stephen Hawking, Albert Einstein, Galileo Galilei y Leonardo Da Vinci fueron inventores reputados de su tiempo. El punto de partida de sus descubrimientos fue investigar de forma autodidacta valiéndose de sus conocimientos previos y sin dejarse vencer por las adversidades.

Se ha comprobado que ante adversidades manifiestas, las personas más resilientes tienen en común bastantes de las siguientes características: No intentan tenerlo todo bajo control. Tienen sentido del humor. Dan importancia a la calma y al silencio ligadas a la meditación.

A partir de la fundamentación conceptual fueron seleccionados los componentes de la resiliencia y se seleccionaron los más repetidos por los autores, estos son: humor, creatividad, autorregulación, autoestima y sentido de propósito.

Es muy importante cultivar la resiliencia para hacer frente a los constantes cambios de la vida. Esta flexibilidad permite estar arraigados, así como los árboles que pueden moverse en la tormenta sin romperse, porque sus raíces están firmes en lo profundo.

Psiquiatra y psicoanalista francés conocido como el padre del término resiliencia. Boris Cyrulnik es neurólogo, psiquiatra y psicoanalista, y también uno de los fundadores de la etología humana.

La resiliencia es un concepto que surge de la inquietud por identifi- car aquellos factores que facilitan a las personas sobreponerse de mane- ra exitosa a la adversidad y dificul- tades que se presentan en sus vidas.

El Salmo 8 es un himno cuyo tema principal es que el hombre, a pesar de su aparente insignificancia, es creado divino como maestro de la creación. El himno proclama esta tarea como un ministerio y por lo tanto parece ser parte de una ceremonia de inauguración.

En el capítulo 32 se registra el hecho de que para enseñar eficazmente que los hijos de Israel se congregarían en sus tierras prometidas, aun después de la destrucción babilónica, el Señor mandó a Jeremías, que estaba encarcelado, que comprara tierra; después le dijo que guardara el título en un lugar seguro como ...

Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad: David hablaba del perdón real por la declaración de Dios, no simplemente el apaciguamiento de una conciencia ruidosa o una paz imaginaria con Dios. Esta era una posición con Dios declarada y dada, no ganada.