¿Qué es lo irreal?

irreal | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE - ASALE. 1. adj. No real, falto de realidad.

“Lo irreal es pues cosa libre, por tanto cosa creada. La creación es creación no de la realidad sino de su contenido en ella; bien entendido, una realización libre.

En este contexto, llamamos real a lo que creemos que verdaderamente existe e irreal a aquello que consideramos que solo es fruto de nuestra imaginación, de nuestra fantasía. Pero tanto lo real como lo irreal surgen de la actividad de nuestro cerebro, de nuestro pensamiento.

Por eso, llamamos real a lo que creemos que verdaderamente existe, e irreal a aquello que consideramos que solo es fruto de nuestra imaginación, por tanto, una fantasía.

Para empezar podemos decir que la irrealidad es un predicado o también una categoría para designar objetos no reales, imaginados, ideales, etc. Se dice que estos objetos no existen al no ser materiales y no tener relación ni con el espacio ni con el tiempo. Y caracterizados por intencionalidad.

Lo real es lo auténtico; lo aparente, aunque sea virtual, es un sucedáneo. El parecido no es nunca el original. Por eso, cuando se trata de una reproducción exacta, se habla de copia auténtica o debidamente autenticada.

Real es todo aquello que se presenta o puede presentarse a una conciencia en la experiencia. Exigencia de una percepción, al menos como posibilidad. Real es aquello de lo que, como objeto, puede enunciarse algo.

La realidad parte de la percepción del individuo y lo real es lo que es concreto, sea o no percibido por el sujeto. Si lo real es fundamental para la realidad, no deja de ser la percepción individual lo que se reconoce como la valoración de lo verdadero.

Se dice que un conocimiento es verdadero cuando expresa las cosas tal como son en la realidad. Por tanto, la verdad no puede ser objeto de manipulación, no depende de los gustos o intereses: las cosas son como son, y nuestro conocimiento sólo es verdadero si se ajusta a la realidad.

Para él, la realidad es aquello que es eterno e inmutable, aquello que existe en sí mismo y no depende de ninguna otra cosa para existir. A esta realidad verdadera y eterna la denomina “el mundo de las ideas”.

¿Qué tiene lo real que no tenga todo aquello que no lo es? Las apariencias ¿nos ocultan la realidad o nos la muestran?

La confusión mental, que también se denomina delirio, es un cambio en la conciencia de una persona. La confusión afecta la manera en que una persona piensa, ve el mundo que la rodea y recuerda cosas. Los signos principales de confusión mental o delirio son cambios repentinos en la conciencia.

El trastorno de personalidad paranoica (PPD, por sus siglas en inglés) es una afección mental en la cual una persona tiene un patrón de desconfianza y recelos de los demás en forma prolongada. La persona no tiene un trastorno psicótico completo como la esquizofrenia.

En la paranoia el delirio logra cierta catectización libidinal de los mismos, mientras que en la esquizofrenia se trata de un intento fallido; la libido permanece en el cuerpo y por esta razón persisten los fenómenos corporales.

La postura de Platón es que las apariencias nos alejan de la realidad. Para llegar a ella hemos de abandonar la caverna. La dialéctica es la forma en la que el logos, la razón, se purifica poco a poco de lo sensible para llegar a lo inteligible, la auténtica realidad, que tiene una estructura piramidal.

La estrategia de Aristóteles consiste, entonces, en banalizar la distinción "apariencia–realidad", mostrando que ella permanece a salvo mientras no se intente fundarla del modo apodíctico que el escéptico exige.

La realidad sensible para Platón es el ejemplo más célebre de un mundo en que todo lo que se percibe y conoce son apariencias, es decir, engaños o ilusiones. Existen sin embargo otras situaciones en las que la apariencia misma lo es todo, es decir, es ella misma la realidad, pues detrás de ella no hay nada.

La mayoría de los filósofos concuerda que con la idea de verdad, se trata de una interpretación mental de la realidad transmitida por los sentidos. De ser así, la interpretación subjetiva de la realidad filtrada a través de los sentidos nos muestra la verdad, en su caso inclusive posibles verdades.

La verdad consiste, según reconoce Kant, en la conformidad del conocimiento con su objeto (KrV A58/B82). Ahora bien, la lógica general hace abstracción de esta relación para dar cuenta de las leyes que rigen la forma del pensamiento en general.

A través de nuestro sistema sensorial nos llegan los estímulos del exterior. Dicha información es enviada al cerebro que la analiza y la interpreta de forma que todo tenga un sentido lógico, basándose, entre otras cosas, en nuestras experiencias.

Los diferentes tipos de realidad humana generalmente se presentan juntos: realidad física, realidad consensual y realidad subjetiva.

Tipos de realidades

Realidad física objetiva, mediática, aumentada y virtual.

El ítem de Verdadero-Falso es un ítem de respuesta cerrada que ha sido ampliamente utilizado, y durante mucho tiempo, en pruebas de corrección objetiva de distinto tipo de disciplinas. En el ámbito de la lengua este tipo de ítem se utiliza básicamente en la evaluación de la comprensión lectora y de la comprensión oral.

Para que un razonamiento sea verdadero, además de estar formalmente bien construido, sus premisas deben ser verdaderas. Es decir, todas sus premisas deben corresponderse o ajustarse a la realidad. Si una de sus premisas es falsa, entonces el razonamiento será falso (aunque su forma sea legítima o correcta).

La verdad es la identidad o correspondencia entre una afirmación y la realidad a la que dicha afirmación se refiere. Se llega a ella mediante: La observación sistemática y bien hecha. La experimentación.

Para Aristóteles, la realidad es radicalmente sustancia y la esencia es un momento de ésta. La esencia es, pues, siempre y sólo, esencia de la sustancia.” X.