¿Qué es lo más tóxico para los gatos?

Carnes, pescados y huevos crudos son alimentos que un gato no debería ingerir bajo ningún concepto. Las posibles bacterias presentes en esos alimentos (anisakis, salmonela, E. coli…) podrían causar una infección en su sistema digestivo y provocar muchas y variadas complicaciones de salud, igual que a los humanos.

Alcohol y masa cruda. Las bebidas alcohólicas y los alimentos que contienen alcohol pueden ser peligrosos para tu gato. Su ingesta puede causar vómito, diarrea, temblores, desorientación, problemas para respirar, coma, e incluso la muerte. También es importante mantener a tu gato alejado de la masa cruda.

El tomillo, la lavanda, el limón o el geranio son algunas de las fragancias de plantas que están en la lista negra de los olores que odian los gatos. Si tienes problemas con tu gato en el jardín de la casa, puedes probar a colocar un par de plantas de tomillo o lavanda para evitar desastres del felino.

Ciertos insecticidas que contienen ingredientes activos como carbamatos, organofosforados, piretroides, piretrinas y permetrinas, que algunas personas rocían en el césped, pueden ser tóxicos para los gatos y los perros, al igual que lo son para los insectos.

Es importante tener en cuenta que el laurel (Laurus nobilis) puede ser tóxico para los perros y los gatos debido a la presencia de eugenol y otros aceites esenciales. Estos compuestos pueden causar problemas digestivos en estos animales, como salivación excesiva, vómitos, diarrea, dolor abdominal y obstrucciones.

La insuficiencia renal crónica, el hipertiroidismo y la diabetes son las enfermedades más comunes entre los felinos.

En principio, los componentes de la lejía no tienen relación con el tipo de sustancias que normalmente generan esa reacción en los gatos. Por eso, todo apunta a que el olor de la lejía lo toman como una feromona, y que responden a ese olor marcando su territorio para intentar recuperar lo que era suyo.

Nuestros felinos son animales cuyo sentido del olfato es bastante sensible a los olores fuertes. Ciertos olores como el del ajo, el del humo del tabaco, la pimienta, los desodorantes, el eucalipto, el vinagre o los cítricos, entre otros, les pueden resultar molestos.

Amoníaco: daña las membranas mucosas, predispone y empeora el asma. Es muy importante que siempre que lo uses, tengas tanto puertas como ventanas abiertas, para que los gases que emite puedan salir.

En cierta cantidad se convierte en tóxica para nuestros gatos. Aparte de sus ingredientes saludables, la canela también contiene la sustancia cumarina. Se sospecha que la cumarina es perjudicial para la salud, especialmente para el hígado.

Para evitar que nuestro gato tenga problemas de salud, lo mejor es no utilizar la lejía ni el amoniaco para la limpieza del hogar. Además de ser tóxicos, los derivados del amoniaco pueden incitarles a orinar en el lugar donde lo hemos aplicado porque es un componente de su orina.

Ibuprofeno y naproxeno: son antiinflamatorios que, aun en dosis bajas, pueden provocar vómito, vómitos con sangre, pérdida del apetito, aletargamiento, úlceras o perforaciones gástricas, hemorragias internas, insuficiencia hepática y/o renal e, incluso, la muerte.

Aspirina (ácido acetilsalicílico)

Los síntomas que provoca su ingesta son: vómitos, diarreas, fiebre, úlceras estomacales, alteraciones de la coagulación, dificultades respiratorias, convulsiones y muerte. Provoca lesiones en el riñón y en el hígado.

Algunas plantas aromáticas ahuyentan a los gatos: por ejemplo la lavanda, la ruda y el poleo.

A los gatos no les gustan los olores del eucalipto, el limón (prueba a echar cáscaras de cítricos en el suelo), la lavanda, o el tomillo, entre otras aromáticas. Si tienes este tipo de plantas en tu jardín, conseguirás ahuyentar a los gatos callejeros.

Al ser un inmunoestimulador, el aceite de orégano hace que nuestro sistema o el del animal luche contra el patógeno que hay residente en el cuerpo y su respuesta inmune crezca. También tiene poder antioxidante, por lo que frena la pérdida de los radicales libres encargados del envejecimiento.

¿Cómo saber si mi gato me está protegiendo?

¿Qué es el calicivirus en gatos? Es un tipo de gripe felina. Se trata de un virus muy contagioso y especialmente peligroso en el caso de gatos con un sistema inmunitario débil. Afecta, sobre todo, a las vías respiratorias superiores y provoca estornudos, descarga nasal, lagrimeo constante, fiebre, etc.

Peligros que pueden encontrar los gatos que salen libremente a la calle

El roce de nariz es un intercambio social. Así pues, si tu gato roza su nariz con la tuya está realizando exactamente lo mismo. Tu gato te huele la cara, y esta es su forma de saludar e indicar confianza hacia ti.

El vinagre de limpieza o el vinagre blanco también funciona muy bien para quitar el olor a pipí de gato y perro. Sus propiedades ayudan a desinfectar y su olor neutraliza el de la orina. Pulveriza mezclado con agua a partes iguales y deja actuar entre 15 y 20 minutos. Seca después con papel, pero sin frotar.

Dato interesante: los gatos odian el olor de los cítricos y se mantienen alejados de todo lo que huela a limón.

La relación entre los colores y las emociones de los gatos es un tema que ha sido objeto de investigación y estudio. En particular, los tonos rojos, cafés y naranjas, que están fuera del rango de percepción de los gatos, pueden resultar especialmente agobiantes para ellos.

1. En un recipiente mezcla la taza de agua con la de vinagre y échalo en un recipiente con rociador. 2. Rocía tu hogar o aquellas zonas donde tu mínimo pasa más tiempo y deja que salga corriendo.

Se puede hacer un licuado con agua, citronella, limón, tomillo, ajo o pimienta y pulverizarlo o –más sencillo- distribuir cáscaras de naranja, pomelo o limón por el techo o terraza. También funcionan el café de filtro y el tabaco de pipa. Otras opciones son plantas como la ruda o la lavanda.

Para ahuyentar a los gatos de tu techo podés hacer lo siguiente:

¿Qué frutas y verduras pueden comer los perros y los gatos?

• Melón.
• Sandía.
• Fresas.
• Melocotones.
• Pera.
• Manzana.
• Frutas tropicales (como la piña, la papaya o el mango).