¿Qué es lo primero que se debe limpiar en una casa?

Si quieres hacer las cosas en el orden correcto, primero limpia el polvo y suciedad de los muebles y luego limpia el suelo. Si lo hacemos al revés, es decir, primero el suelo y luego el polvo, los residuos que no se hayan quedado en el trapo de limpieza, caerán al suelo y habrá que limpiarlo de nuevo.

Primero aspira y luego friega.

No podrás fregar de forma correcta un suelo lleno de polvo, así que siempre deberías pasar primero el aspirador.

Si quieres hacer las cosas en el orden correcto, primero limpia el polvo y suciedad de los muebles y luego limpia el suelo.

Limpieza diaria

Emplea agua tibia y cualquier producto de limpieza para suelos, aunque puedes optar por opciones más naturales que funcionarán perfectamente como el vinagre o el bicarbonato. Si quieres que brille aún más, una vez fregado, pasa una mopa o un trapo seco que puedes atar a la escoba, envolviendo las cerdas.

Cómo fregar el suelo: el orden correcto

La mopa recoge mejor la suciedad que la escoba tradicional, y también es más rápido ya que suelen ser más anchas. Si hay una mancha un poco más complicada de quitar, puedes usar un spray con agua o jabón neutro y después, pasar la mopa.

Aspirar mejor que barrer

Además, una aspiradora hace un mejor trabajo que una escoba para llegar a la suciedad en grietas y rincones y eliminan todas las partículas de un suelo en la primera pasada. ¡Todo esto hace que limpieza sea más eficaz!

Si quieres barrer más rápido y de forma eficiente, entonces puedes envolver la escoba en un calcetín de nylon. Esta tela te ayudará a recoger efectivamente todo el polvo, pelos y suciedad sin que salgan volando. Conseguirás barrer en menos de lo que piensas.

No te olvides de los estantes o un carrito para guardar detergentes, jabón y otros artículos de limpieza; ganchos y pinzas; un lavadero y un recipiente de plástico para tallar y remojar lo que se lava a mano y, en caso de que no tengas espacio arriba de la lavadora o secadora, una mesa para doblar tus prendas.

Los españoles dedican entre 9 y 6 horas semanales a la limpieza y tareas del hogar, según un estudio elaborado por la empresa especializada en herramientas de limpieza, Kobold, “Los hábitos de los españoles en materia de limpieza del hogar”.

Pues se resumiría en ser aquella persona que residiendo o no en el lugar de trabajo, ejecuta tareas de aseo, cocina, lavado, planchado, cuidado de niños, jardinería, cuidado de animales y demás tareas propias del hogar.

Por otra parte, recomienda utilizar agua fría para fregar, porque con la caliente "se evapora el cloro y encima desprende más gases, por lo que te puedes intoxicar". Las labores de limpieza son una obligación ineludible que hay que llevar a cabo de manera frecuente, para mantener el hogar en buenas condiciones.

Una vez por semana. Aspira cada tres días y friega el suelo una vez por semana. Solo con agua caliente ya es efectivo, aunque puedes añadirle un chorrito de vinagre para desinfectar y que tenga más brillo. Evita el exceso de agua, escurriendo bien la fregona al fregar.

Usá agua caliente y un jabón lavaplatos, y no te olvides de ponerte guantes. Arrancá por lo que menos grasa tenga primero: vasos, copas y cubiertos. Seguí por los platos y dejá las ollas para lo último. Recordá cambiar la esponja cada cierto tiempo.

Centros de reciclaje o puntos limpios: los centros de reciclaje o puntos limpios suelen aceptar diversos tipos de residuos, incluyendo productos de limpieza y utensilios del hogar. Consulta en tu comunidad sobre la ubicación de estos lugares y las instrucciones específicas para saber dónde se tiran las fregonas.

Una de las opciones que más está copiando la gente es echar laurel en el cubo de la fregona. La idea es trocearlas y añadirlas al agua, y dejar que la hoja se mezcle con el líquido creando una solución que dejará un olor único en tu hogar. También puedes añadir un chorro de vinagre para desinfectar el baño o la cocina.

Por lo tanto, el laurel se utiliza a menudo para darle un toque de fragancia a los productos de limpieza caseros o al agua de limpieza de pisos, cubos, y trapeadores.

Llena un cubo o barreño con agua templada y añade un chorrito de lavavajillas a mano. Desenrosca el cepillo del palo de la escoba y sumérgelo en el agua por unos 20 – 30 minutos. Con el cepillo sumergido, ayúdate de tus propias manos, provistas de guantes, para retirar la suciedad visible.

Normalmente, las de microfibra se usan para suelos de piedra natural pulidos, madera, parqué, gres, porcelánicos lisos y de baldosa grande para evitar que la suciedad se acumule en las juntas. En cambio, las mopas de algodón están indicadas para suelos más duros, rugosos y sucios, porque se adaptan mejor.

Por término general, la cabeza de la mopa debería cambiarse cada seis meses. Esto depende de varios factores, por ejemplo: Tamaño de la casa en la que se realiza la limpieza. Frecuencia con la que se limpia la casa.

¿Qué es lo primero que se friega? Empieza a fregar por cubiertos, tazas y vasos, que ocupan menos espacio y no requieren mover todas las piezas de la pila. Además, suelen tener menos suciedad, por lo que podrás continuar con el mismo agua de fregado para lavar los platos.

Una aspiradora, se utiliza para aspirar el polvo y otras partículas pequeñas de suciedad, generalmente del suelo. Hoy en día es un equipo indispensable para el mantenimiento y limpieza tanto para el hogar, como para oficina y escuelas.

Según los especialistas, se recomienda aspirar todas las habitaciones de la casa al menos una vez a la semana. Eso ya estaría bien, aunque en ciertas habitaciones, el salón o la cocina, es mejor hacerlo dos veces por semana.

Barrer hacia afuera

Y no solo eso, sino que barrer en dirección opuesta a la puerta da mala suerte. Según esta creencia, debemos siempre dirigir nuestros movimientos de escoba hacia la salida, para que polvo y mala suerte se vayan de nuestro hogar y no al contrario.

La técnica es simple: consiste en empujar el cepillo sobre el suelo arrastrando la suciedad hacia un mismo punto, donde, posteriormente, se recoge con ayuda de un recogedor y se traslada hasta la basura.