¿Qué es lo que quería Pinocho?

Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena. Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito.

Pinocho trabaja como marioneta para Stromboli, canta y baila, se mueve sin hilos, nadie lo maneja. Aquí, observamos la ironía y la metáfora de la marioneta: una marioneta no se mueve por sí sola, necesita sus hilos y alguien que los mueva. Pinocho no los necesita y, por tanto, es libre.

Al ver esta situación, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía una mentira, se le crecía la nariz poniéndose colorada. Pinocho acabó reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Geppetto.

El hada azul apareció y le dijo: —Pinocho, eres valiente, sincero y tienes un corazón bondadoso y desinteresado, mereces convertirte en un niño de verdad. Y fue así como el niño de madera se convirtió en un niño de verdad. Gepeto y Pinocho vivieron felices para siempre.

El conflicto genérico que materializa Pinocho se agudiza por las circunstancias de la época, predominantemente por la unificación italiana, la pobreza y el analfabetismo. La repetitiva desobediencia de Pinocho expone un clima de escepticismo moral.

Pero es que, según el hada de la película, solo hay ciertas cosas que hagan ser a un niño de verdad. Pinocho tiene que demostrar valor, sinceridad y falta de egoísmo para convertirse en un pequeño de carne y hueso.

Su historia transcurre en el siglo XIX, en la región italiana de Toscana, donde un carpintero construye a su marioneta de pino y un día se da cuenta que esta empieza a hablar y a tener movimiento.

Strómboli es uno de los villanos de la película de Disney Pinocho. ​ Es un viejo titiritero que busca enriquecerse con su espectáculo de marionetas.

Pinocchio, el títere travieso y desobediente, se llama así porque está hecho de madera de pino. Su famosa historia da pie al nuevo proyecto de la reconocida compañía La Baldufa -que ya visitó La Abadía y el Corral de Alcalá con su adaptación del cuento de Oscar Wilde, 'El príncipe feliz'-.

“Un día Comefuego le pregunta a Pinocho: –Cómo se llama su padre. –Geppetto, –contesta el muñeco.

“Aunque tú poseas vida eterna, tus amigos, tus seres queridos, no la tienen. Cada momento compartido con ellos puede ser el último. Nunca sabes cuánto tiempo tienes con alguien hasta que se va”. Al ser un niño de madera, Pinocchio celebra su inmortalidad.

El Hada Azul desató a Pinocho y le preguntó: “¿Dónde has perdido las monedas? Éste le respondió: “Se me cayeron al cruzar el río”. Inmediatamente la nariz de Pinocho creció. Al darse cuenta que había mentido y ver su nariz, el pequeño niño de madera se puso a llorar.

En el desenlace de la historia, Pinocho demostró que había aprendido la lección. Como recompensa por su buen comportamiento, el hada madrina decidió convertir a Pinocho en un niño de carne y hueso.

– ¿Cómo puedo saber qué está bien y qué mal? – Tu consciencia te lo dirá - dijo el Hada Azul. – ¿Qué es la consciencia? - preguntó Pinocho. – Es esa vocesita que llevas dentro.”

Poderes y habilidades

Pero el personaje más maligno es el Cochero, quien valiéndose de su amigable aspecto, se encarga de llevar a Pinocho y otros niños a la «Isla de los juegos» para convertirlos literalmente en burros por explotación laboral.

¿Sabías que existe el pueblo donde nació Pinocho? Se encuentra en La Toscana, Italia, y no solo es hermoso, sino que también esconde muchas leyendas entre sus calles.

Mientras Pinocchio vive algunas aventuras alejado de su padre, Geppetto comprende a través de esta segunda ausencia que “quien se va, vive en ti“, en palabras del mismo Del Toro. “Quién se va se queda para siempre. La presencia más permanente, es la ausencia. Quien se va, se queda para siempre.

Geppetto, también escrito Gepetto o Gepeto, es un personaje de Las aventuras de Pinocho, novela de Carlo Collodi, un viejo y solitario carpintero que no tiene hijos y es zurdo, y por eso hace un títere de madera al que llama Pinocho, esa misma noche un hada da vida a la marioneta, que al mentir le crece la nariz.

El zorro, al ver a nuestro héroe, le dijo, salu- dándolo cortésmente: -Buenos días, Pinocho. -¿Cómo sabes mi nombre? -le preguntó el muñeco, antes de responder al saludo. Porque conozco muy bien a tu padre.

Tiempo después, se vuelven a encontrar con Pinocho, engañándole diciendo que si planta sus monedas, en una hora habrá crecido un árbol repleto de ellas, viendo después Pinocho que le engañaron cuando volvió y se encontró que habían desenterrado sus monedas.

Al final del día Pinocho tiene la nariz de 20 centímetros de largo y ha dicho 7 mentiras.

A los Pinochos del mundo sin Pepito Grillo, quisiera recordarles un refrán: «Las mentiras, como las cucarachas, tienen las patitas muy cortas».

Collodi, es una villa medieval en la Toscana, aquí nació el creador de 'Las aventuras de Pinocho'.

Collodi, el pueblo de la Toscana que prestó el nombre al autor de un cuento universal.