¿Qué es tener una tentación?

Tentación es el deseo de realizar una acción inmediatamente agradable pero probablemente dañina a largo plazo, por multitud de razones: legal, social, psicológica (incluyéndose la culpa), etc.

f. Instigación o estímulo que induce el deseo de algo.

La tentación es una prueba de la capacidad de las personas de escoger el bien en lugar del mal. Es una incitación para pecar y seguir a Satanás en lugar de a Dios. Parte de la experiencia de esta vida es aprender a vencer la tentación y escoger el bien sobre el mal.

Toda tentación que enfrentemos nos llega en tres formas:

Revisamos a continuación algunas estrategias para mejorar tu autocontrol.

Las tres tentaciones en el Evangelio de Juan

Toda tentación implica la posibilidad de apartarse de lo que uno ama. Pero esto no necesariamente las hace malas. En efecto, la posibilidad de realizar una acción no es lo mismo que efectivamente realizarla. En todo caso, lo que es reprochable es la acción llevada a cabo, mas no la posibilidad.

CÓMO EVITAR LA TENTACIÓN

También designa la acción de coaccionar o inducir a una persona a la realización de un acto, por manipulación o por influencia de curiosidad, deseo o miedo de pérdida. La tentación está asociada a la seducción y la provocación.

“Quien evita la tentación, evita el pecado”.

Convertir las piedras en pan, inclinarse ante Satanás y poner a prueba a Dios fueron las tres tentaciones con las que el Maligno pensó poder conquistar a Jesús. Las Escrituras registran que Jesús nunca cedió a las tentaciones y que Satanás fue derrotado.

La tentación es un fuerte deseo o impulso de hacer algo . Por lo general, tiene connotaciones negativas y los objetos y comportamientos tentadores a menudo se presentan como gratificantes a corto plazo pero perjudiciales a largo plazo. Por ejemplo, un exfumador podría sentirse tentado a fumar.

Aquí tienes una sencilla oración de confesión basada en el Salmo 51 que puedes orar si has caído en tentación. “Ten piedad de mí, Dios, por tu amor inagotable. Sólo contra ti he pecado. Limpia las manchas de mis pecados.

Una clave para resistir la tentación es la obediencia constante . Si a veces cedes, la tentación será más difícil de resistir en el futuro. Si resistes constantemente, te vuelves más fuerte y será más fácil resistir en el futuro. Gran parte de la fuerza para resistir proviene de la expiación del Salvador que obra en su vida.

Jesús fue al desierto para estar con Dios, y allí, el Salvador habló con el Padre Celestial. No comió nada por 40 días porque estaba ayunando. Vino el diablo y tentó a Jesús a que probara que era el Hijo de Dios. Primero, le dijo que convirtiera unas piedras en pan.

Éstos incluyen la sodomía, la molicie o tocamientos torpes y las posturas que recuerdan actos sexuales de animales, que se apartan de la regla de la dominación del macho sobre la hembra. A estos pecados, siguen el sacrilegio, el incesto, el adulterio, el estupro y la fornicación simple.

Evítalo, no pases de largo; apártate de ella y sigue adelante ” (Proverbios 4:14-15). Si te encuentras en peligro de pecar, ¡sal de allí rápidamente! Como cristiano, debes “huir de la inmoralidad” (1 Corintios 6:18) y “huir de las pasiones juveniles” (2 Timoteo 2:22).

Santiago 1:14-16 NTV

La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte.

La diferencia entre placer, tentación y pecado estriba en que lo primero es un regalo de Dios, y lo demás es llevar el goce sano a excesos en torno a los estímulos de cuerpo y mente.

Puede que nuestras tentaciones sean diferentes, pero todos somos tentados. La tentación es necesaria porque “es menester que el diablo tiente a los hijos de los hombres, de otra manera estos no podrían ser sus propios agentes” (D. y C. 29:39).

Establezca límites claros que le ayudarán a evitar situaciones en las que pueda surgir la tentación . Limite las interacciones individuales con personas que le parezcan atractivas e invite a su pareja o a un grupo de amigos a unirse a usted. Esto crea un amortiguador que desalienta actuar ante la tentación.

Santiago 1:12-17 NVI

Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman. Que nadie al ser tentado diga: «Es Dios quien me tienta».

¿Por qué cedo fácilmente a la tentación? Porque no tienes un propósito en tu vida que anule el deseo de cometer estos actos de traición a ti mismo . Las personas son por naturaleza autodestructivas si no adquieren una razón mayor para negar estos deseos más bajos en nuestros corazones. Porque todavía crees que puedes.

En el ámbito religioso, la tentación es la incitación a pecar por parte del Diablo (también conocido como Satanás o el Demonio). El Diablo puede provocar al ser humano para haga o deje de hacer algo, aprovechando la debilidad intrínseca del hombre para alejarlo de Dios.

La gratificación retrasada vale la pena

Claro, una vez que cedes a la tentación, te sientes mejor, pero ese sentimiento generalmente no dura. Vivimos en un mundo de gratificación instantánea, pero los estudios muestran que las personas que retrasan su gratificación tienen más éxito en las finanzas, las relaciones y los logros .

Pero, ¿cuál es la mayor tentación del ser humano hoy? Es seguramente, vivir sin Dios ni ley, dando la espalda a Dios y al prójimo, a veces queriendo ser cómo Dios, o más que Dios.

La tentación del derecho .

Pierden cualquier sentido de deleite o gratitud. Llegan a creer lo que los demás les dicen: son especiales y, por tanto, merecen un trato preferencial. Los líderes exitosos están alerta a esta tentación y luchan contra ella. Puede aparecer sigilosamente cuando menos lo esperan.