¿Qué es una zapatilla con soporte?

Las zapatillas que incorporan sistemas de soporte o estabilidad son aquellas que, a través de una tecnología concreta, intentan corregir y proteger, de la manera más sutil posible, el movimiento de rotación interna del pie en carrera.

Por eso, nosotros les llamaremos zapatillas con soporte, a todas aquellas zapatillas de running que cuenten con un refuerzo extra en la zona interna del puente (mediasuela o upper) para reforzar la inclinación de la pisada y corregirla durante la transición del pie.

Puedes mirar las suelas de tus zapatillas para ver qué parte se gasta más; si están más desgastadas por la parte de dentro, eres pronador, si lo están por la parte de fuera, eres supinador.

Descalzo y con los pies un poco separados, flexione las piernas tres veces. Si en la última flexión las rodillas están pegadas, usted tiene una pisada tipo pronador. Si no se pegan, pero están muy próximas, su pisada es neutra. Y si las rodillas terminan muy separadas, su pisada es tipo supinador.

El pie pisa en la parte exterior del talón y entonces se gira hacia dentro (prona) para absorber el impacto y soportar el peso del cuerpo.

Guía de desgaste

Desgaste de los pronadores: Se encuentra sobre todo cerca del dedo gordo, en el interior del talón y debajo de la bola del pie.

¿Cómo está diseñado el calzado terapéutico? Este tipo de calzado ayuda a aliviar el dolor e incomodidades y también a no empeorar la situación del pie. Por ello está diseñado pensando principalmente en la comodidad y confort. Son zapatos flexibles y de un ancho especial para que no presionen las zonas doloridas.

La supinación conlleva la inclinación del tobillo hacia el exterior y una pisada con mayor impacto en la zona exterior del pie. La fascitis plantar es una lesión bastante común entre los supinadores, que tienden, además, a sufrir un mayor riesgo de esguinces.

Entre un 50 y un 60 % de los corredores padece sobrepronación. Supinador: Suele correr con las piernas separadas y apoya la parte exterior del pie. Son muy poco frecuentes ya que solo el 10% del total de corredores son supinadores.

Si la zona más dañada es la interior, significa que eres pronador, es decir, que pisas con el tobillo inclinado hacia dentro. Si, al contrario, la zona donde más desdibujada está la suela es la parte exterior del zapato, querrá decir que eres supinador.

Una de las cosas que permite averiguar si se pisa mal al caminar es observar los pies. Por ejemplo, si la colocación de los pies al andar es muy abierta, si se tienden a meter los pies hacia dentro o si se ha perdido la forma del arco. Todo esto son signos que pueden ayudar a diagnosticar una mala pisada.

Si por el contrario camina fuerte o marca mucho el paso, la persona comunica seguridad y confianza. Pero siempre con límites, ya que una pisada demasiado fuerte puede trasmitir soberbia.

El pie supinador y sus afectaciones pueden ser reducidos mediante la aplicación de ejercicios orientados a fortalecer los tejidos distendidos, disminuir la tensión muscular, estiramientos para tratar el acortamiento de los músculos, uso de calzado adecuado, así como plantillas y actividades.

El calzado neutro suele ser para corredores con unas fases de pisada neutras o naturales. Son ideales para quienes tienen una forma de correr «correcta» o para quienes no requieren necesariamente una guía o apoyo adicional para el pie.

Existen 3 tipos de pisadas, pronadora, supinadora y neutra.

"Pronación" es también un término que describe el movimiento del pie cuando entra en contacto con el suelo y rota hacia dentro. La supinación, por otro lado, hace referencia a la rotación externa del pie al entrar en contacto con el suelo.

Los pronadores son personas que al caminar inclinan su tobillo hacia dentro cuando pisan, mientras que los supinadores son los que, al pisar cuando caminan, se les inclina el tobillo hacia fuera.

Los zapatos más adecuados para esta dolencia deberían: ➬ Ser del ancho correcto y que no opriman los dedos. ➬ Cuña de altura no superior a los 4 cm. ➬ Buena sujeción de cordones o velcros.

Los calzados ortopédicos están recomendados para ser usados por personas con discapacidad física, asociada a las siguientes condiciones de salud: Malformaciones o deformidades del pie (pie equino, valgo, varo, cavo, plano, bot, etc).

Los calzados ortopédicos son aquellos zapatos indicados y utilizados por una persona que presenta algún tipo de patología asociada a una deficiencia o deformación en uno o ambos pies. Dicha patología puede ser de tipo óseo, articular, muscular, neurológico, muscular, entre otras.

¿Qué es la pisada supinadora? De forma contraria a los pronadores, se ejecuta el mismo movimiento, pero el peso se instala en la parte exterior del pie. En la mayoría de los casos, este tipo de pisada se da en corredores con el arco muy alto.

La principal acción del músculo supinador es la rotación del radio a nivel de la articulación radioulnar proximal, llevando al radio a una posición paralela con la ulna.

¿Cómo se tratan los pies hacia adentro? La mayoría de los niños mejoran sin recibir ningún tipo de tratamiento. A medida que van creciendo, los huesos van rotando lentamente y se enderezan.

El supinador es un músculo en forma de espiral situado en el compartimento posterior de los músculos del antebrazo, junto con el braquiorradial y los extensores superficial y profundo del antebrazo. Este músculo se enrosca alrededor de la parte proximal del radio, conectándolo con la ulna.

¿Qué es la pisada pronadora? Este tipo de pisada se identifica cuando “se pisa hacia adentro”, ya que es normal que se apoye primero el talón y después el pie gire (ya en el suelo) hacia la parte interna del pie.

El médico ideal para realizar esta valoración y si hay alguna alteración indicar el tipo de calzado e incluso plantillas, de ser necesario es Médico Ortopedista. Puede ser un Ortopedista, Podólogo o un fisioterapeuta.

¿Sabías que una mala pisada puede ser la causante de diversos problemas y trastornos de salud? Desde unas durezas en los pies hasta dolores de espalda o de lumbares. También se han registrado inconvenientes en espalda, cadera, rodillas o tobillos a causa de no pisar de forma adecuada.