¿Qué fiambre no hace mal?

Así las cosas, el elegido por la organización como "más saludable" es el jamón cocido o pechuga de pavo y pollo. Estos se debe a su menor contenido en grasa son las mejores opciones dentro del mundo de los embutidos, aunque desde la OCU también explican que "su contenido en sal es alto".

Los embutidos y fiambres con menos grasa de tu charcutería

El embutido sano que triunfa en Mercadona

La Longaniza de Pavo Imperial Extra Hacendado de Mercadona es un embutido sano que está triunfando en el mercado. Esta longaniza está elaborada con ingredientes de primera calidad, lo que la convierte en un alimento saludable y nutritivo.

El jamón ibérico, el serrano, cocido, la pechuga de pavo, de pollo o el lomo son las opciones más sanas. El jamón ibérico posee altas cantidades de grasas pero éstas son grasas buenas, las monosaturadas, que ayudan a regular los niveles de colesterol.

¿Cuál es más saludable el jamón de pavo o el de pierna? Muchos doctores recomiendan el jamón de pavo para las dietas , ya que cuenta con menor cantidad de grasa y aporta proteínas. Lo anterior se debe a que el j amón de pierna de cerdo contiene más grasa, colesterol y menos cantidades de proteínas.

Así las cosas, el elegido por la organización como "más saludable" es el jamón cocido o pechuga de pavo y pollo. Estos se debe a su menor contenido en grasa son las mejores opciones dentro del mundo de los embutidos, aunque desde la OCU también explican que "su contenido en sal es alto".

¿Cuáles son los embutidos más aconsejables?

Estos son algunos de los más perjudiciales.

"Por su menor contenido en grasa, es mejor elegir embutidos como el jamón cocido o la pechuga de pavo o pollo, aunque su contenido de sal es alto", afirman los expertos, que apuntan que es posible encontrarlos con menos sodio si buscamos bien.

Según el nutriólogo y doctor en Medicina Miguel Ángel Álvarez Lázaro, “el embutido se debe consumir con medida, con mucha moderación, y lo recomendable sería tomarlo un par de veces a la semana".

A continuación, cuatro meriendas recomendadas por nutricionistas para sustituir el bocadillo de jamón.

Como alternativas proteicas al consumo de embutidos y carnes procesadas están las proteínas vegetales (legumbres, nueces y frutos secos, el tofu y otros derivados de la soja), la leche y leches fermentadas, las carnes blancas y magras (conejo, pavo y aves) o el jamón ibérico de bellota ("el jamón ibérico es un olivo ...

Más bajo en colesterol

Los quesos bajos en colesterol incluyen: Queso mozzarella semidescremado (18 mg de colesterol por onza) Requesón bajo en grasa (1 por ciento) (1 mg de colesterol por onza u 8 mg por taza) Queso cheddar o Colby bajo en grasa (6 mg de colesterol por onza)

Si hablamos de beneficios nutricionales, podríamos decir que el jamón serrano es más beneficioso que el jamón cocido, ya que, además, se le relaciona con propiedades cardiosaludables.

Grasas saturadas: El jamón serrano contiene grasa saturada, que, en exceso, puede contribuir al aumento del colesterol LDL ("colesterol malo") en la sangre y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El jamón serrano suele ser bastante magro, ofrece muchas proteínas, vitaminas del grupo B y minerales, y en este sentido, el de York ofrece menos nutrientes.

Los expertos en nutrición coinciden en señalar que los embutidos deben consumirse con moderación, es decir, un par de veces a la semana. De hecho, consumidos con moderación no suponen un riesgo para la salud cardiovascular.

La respuesta es... que ninguno es mucho mejor que el otro. Ambos alimentos, tanto el jamón como el queso de puerco, son buenos para la salud de la personas y aportan una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales, que ayudan al correcto funcionamiento del cuerpo humano.

El jamón más sano es aquel curado al aire libre, sea jamón serrano o jamón ibérico, y mejor aún si proviene de cerdos criados en libertad.

Proteínas, grasas y sales: el caballo ganador

Razón por la que también los cortes de paleta de cerdo, además de más baratos, suelen ser también más grasos. Por este motivo, prioriza la compra de jamón cocido que tenga un mayor porcentaje de carne de jamón y de proteínas en detrimentos de las grasas.

Muchos fiambres procesados contienen grasas saturadas y trans, que pueden contribuir al aumento de peso y al desarrollo de enfermedades crónicas. Además, el fiambre a menudo se consume en forma de sándwiches con pan blanco refinado, lo cual añade calorías innecesarias y pocos nutrientes.

Los que son más saludables

Pilar Caviedes nombró dentro de las cecinas que pueden ser catalogadas como más saludables al jamón serrano.

El Jamón Serrano no requiere ser cocinado previamente para su consumo, siendo un aliado de la alimentación saludable, aportándonos nutrientes esenciales para nuestro organismo de forma rápida y eficaz, como son las proteínas de alto valor biológico y vitaminas y minerales esenciales.

El jamón ibérico no es un embutido por esta razón, porque para elaborarlo no es necesario introducirlo en tripas, sino que se obtiene como consecuencia de secar las patas de cerdo mediante salazón.

Evidentemente, el chorizo ibérico es más sano (y está más rico) que el no ibérico, sencillamente porque la carne picada con la que se fabrica es de mejor calidad, con una grasa más saludable.

El valor nutritivo del lacón se relaciona con la composición química del mismo y del animal del que procede. En este sentido, el lacón constituye una buena fuente de agua y proteínas con elevado valor biológico. Presenta más grasa y menos proteína que el jamón curado.

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda un “consumo moderado” de carne roja (ternera, cerdo, cordero y cabra) y procesada (salchichas y resto de embutidos): de entre dos y tres raciones por semana.