¿Qué hacen las gallinas cuando tienen miedo?

Las gallinas son capaces de experimentar emociones como el miedo y el dolor. Se ha observado que reaccionan ante situaciones estresantes o amenazantes, buscando protección y refugio. También se ha demostrado que experimentan dolor físico, expresando comportamientos indicativos de malestar y lesiones.

Posición de alerta: cuando un ejemplar detecta un peligro, avisa a sus congéneres emitiendo un sonido que será comprendido por todas. Este sonido va dirigido hacia el lugar de donde proviene el acecho, para que las gallinas adopten una posición de alerta, irguiéndose, oteando el horizonte y huyendo si es preciso.

Además, las gallinas eran capaces de recordar hasta tres minutos el trayecto de una pelota. Estos resultados se corresponden con las capacidades de la mayoría de los primates en experimentos similares. Las gallinas poseen una amplia conciencia espacial además de cierta capacidad multitarea.

Agua y alimento

Esto afecta gravemente el estado de las aves ya que reducen su consumo de agua e incrementa el estrés. Por ello, debe vigilarse constantemente la temperatura del agua respecto a la ambiental y que sea fresca.

Las aves son una especie de presa, por lo que, naturalmente, cuando son perseguidos y capturados, se estresan. El manejo severo de las aves durante la vacunación, el pesaje, la transferencia, el cargue y el transporte contribuirán a estresar al ave, así que ten mucho cuidado.

Las gallinas no toleran el olor de los cítricos. Y, esto, los convierte en un gran aliado a la hora de lidiar con las gallinas en el huerto. Rocía zumo de algún cítrico como la naranja o el limón o esparce cáscaras de dichas frutas alrededor del huerto y entre las plantas para que su olor ahuyente a las gallinas.

La fobia en sí misma causa palpitaciones cardíacas, sudor, nerviosismo, y comportamiento evasivo en aquellos que la sufren. Sin tratamiento la fobia se puede volver una limitante de vida. El miedo a las aves ha sido documentado en películas y en poesía.

La ventilación adecuada es fundamental para evitar el estrés por calor en las gallinas ponedoras durante los meses de clima cálido. Si su sistema de ventilación falla en un día caluroso de verano, la temperatura en el galpón podría aumentar en 60 ° F (15 ° C) en 1 hora.

Los distintos cacareos que emiten las gallinas son inequívocos y por la magnitud o intensidad de cada cacareo sabemos si una gallina está contenta por el característico cacareo que emite.

La gallina se agazapa (agacha la cabeza y el cuerpo) para indicar que está lista para recibir al macho.

Como todos los animales, las gallinas emiten sonidos para comunicarse. En este caso, los sonidos que emiten los conocemos como cacareos. Estudios científicos han conseguido distinguir hasta 33 cacareos diferentes y cada uno de ellos quiere lanzar un mensaje distinto.

Cómo ganarse la confianza de una gallina

Puedes intentar atraer a la gallina llamándola suavemente y ofreciéndole una golosina en tu mano o a tus pies, siempre la misma para que piense en la llamada como algo agradable.

Las gallinas perciben intervalos de tiempo y pueden ser capaces de anticipar eventos futuros. Las gallinas son sofisticados en el comportamiento, discriminando entre los individuos, exhibiendo interacciones sociales de tipo maquiavélico y aprendiendo socialmente de formas complejas que son similares a los humanos.

Las gallinas son increíblemente listas y captan muchas de las cosas que suceden a su alrededor. Sus capacidades cognitiva y emocional podrían ser comparables a las de los niños pequeños, primates o los cuervos.

A que temperaturas por debajo de 4ºC afectan negativamente a las gallinas y su producción. Ante las temperaturas extremas que empiezan a manifestarse en los meses a partir de noviembre, se hace recomendable utilizar fuentes de calor para evitar fríos extremos.

Las gallinas duermen sentadas, acurrucadas, tumbadas con los pies en el suelo o estirando el cuello. Sea cual sea la forma en que duermen las gallinas, si los gallineros están adaptados a sus preferencias, deberían poder dormir toda la noche y despertarse en cuanto haya luz en el exterior.

Este rango oscila entre los 18 °C y 24 °C y se considera la temperatura ideal para las gallinas ponedoras. Además de la temperatura, se debe prestar atención a la humedad relativa del aire, que debe estar entre el 40% y 70%.

En general, los primeros 15 días deben estar controladas y puedes ir ampliando el terreno de las gallinas si ya saben dónde deben dormir. Es importante respetar esos 15 días de adaptación, pues eso va a contribuir a su seguridad y libertad en el futuro.

El clima y las altas temperaturas ambientales son capaces de causar graves daños a la salud y el bienestar de las aves. El estrés por calor afecta el metabolismo, la reproducción, la producción de huevos y carne, causando pérdidas económicas masivas para la avicultura.

Cuando la temperatura dentro del galpón es muy elevada, las aves jadean para aumentar el flujo de aire sobre las membranas mucosas del tracto respiratorio, lo que conlleva un gasto de energía.

El vinagre de manzana cambia el pH del agua y de esta forma impide el crecimiento de bacterias dentro del depósito. De igual modo, en el aparato digestivo de los animales, va a cambiar el pH y a eliminar los parásitos internos, impidiendo que estos se reproduzcan.

Alimentos que no comen las gallinas

Podemos colocar un huevo falso, una piedra con forma de huevo o uno que vendan en la tienda de animales, pues ayuda a que las gallinas dejen de picar los huevos. Otro truco es picar el huevo en casa, hacemos un agujero superior y otro inferior. Sacamos el contenido y lo rellenamos con mostaza.

A continuación, hablamos de algunos de los tipos de fobias específicas más comunes.

La zoofobia es una fobia específica, un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso e irracional a los animales. Este miedo puede ser a un animal específico, como la aracnofobia (miedo a las arañas) o la ofidiofobia (miedo a las serpientes), o puede ser un miedo general a todos los animales.