¿Qué hacen los caballos cuando se sienten amenazados?

Una de las cosas que ya se conocían ahora es que los cuando los caballos se sienten amenazados o sorprendidos levantan las cejas -como hacemos muchos humanos-. Algunos estudios sobre esta especie indicaban que se han observado hasta 17 emociones diferentes en la posición de los ojos y las cejas equinas.

Echa hacia atrás las orejas, casi en la misma línea de prolongación de la cara. Son signos de amenaza hacia los demás, que van creciendo en intensidad. Cuando un caballo dominante hace este gesto con las orejas y los demás lo entienden y se retiran, ahí acabó la amenaza.

Sabrás que está asustado cuando sus orejas se aplanen hacia detrás, esconda un poco su cola, su boca se apriete y haga diversos ruidos …

Claves para saber si el caballo está enfadado

Sacude la cola de forma intensa, mostrando irritación. Patea el suelo con sus manos. Estira el cuello hacia adelante y sus ojos se agrandan. También puede echar las orejas hacia atrás, aplastándolas sobre su nuca.

Los caballos son animales que huyen o luchan. Si se enfrentan a una situación amenazante, prefieren protegerse huyendo del peligro. Si huir de una amenaza no es una opción, los caballos pueden protegerse mordiendo, golpeando, encabritándose, corcoveando o pateando.

Suelen hacerlo después del calentamiento. Esta reacción puede tener diferentes causas. Incluye trastornos respiratorios, neurológicos, hormonales, dolor de espaldas o también dolor en los dientes, una presión de la cabezada, alergias o un dolor del nervio trigémino.

El método preferido de un caballo para defenderse de los depredadores o de las situaciones amenazantes es simplemente huir. Algunos creen que los caballos evolucionaron a partir de pequeños mamíferos que dependían de la huida de sus depredadores para sobrevivir.

Cuando un caballo está asustado suele tirar la cabeza arriba y hacia atrás, tiene los ojos muy abiertos y en estado de alerta. Además, dirige las orejas hacia el peligro que percibe y sus patas están tensas y listas para salir huyendo.

Las señales que ofrece un caballo previas a un atacar son: baja las orejas y las retira hacia atrás, abre la boca como si fuera a morder, enseña los dientes, hace ruidos agresivos, retroceso con las patas y mueve la cola como si se tratara de un látigo.

El caballo golpea o roza el suelo con sus cascos con impaciencia. Esto significa que hay algo que está esperando que suceda y lo quiere ya. Cuando un caballo semental patea el suelo o lo escarba con gran énfasis está mostrando el típico comportamiento de exhibición hacia el sexo femenino.

Los caballos tienen miedo de los charcos, los paraguas abiertos, los arbustos y los cochecitos para niños. Además se asustan de cosas que al parecer no existen. Y su cerebro es relativamente pequeño en comparación al tamaño de su cuerpo.

¿Qué puede producir estrés en nuestro caballo? Existen muchísimas situaciones en el día a día que pueden generar nerviosismo y estrés en el caballo: un viaje, una competición, un traslado, nuevos caballos en el grupo, separar el caballo del grupo o un cambio en la alimentación.

Por ejemplo, cuando un caballo enseña los dientes podría parecer que está sonriendo pero lo más probable es que sea por enfado. Si al mismo tiempo levanta su labio superior, se debe a una reacción instintiva ante olores que le resultan fuertes o extraños.

- Cuello y cabeza ligeramente hacia abajo indica que está relajado y contento. - Cuello totalmente caído es que se encuentra casi dormido. - Cuello y cabeza levantados, el caballo está activo, emocionado y alerta a cualquier estímulo.

Suele significar miedo o temor ante algo que está en su presencia. Movimientos o sacudidas de la cola: el caballo sacude la cola con el principal objetivo de espantar las moscas que le rondan.

Nunca nos acercaremos a un animal que no conozcamos desde atrás. Si se trata de caballos domados, uno generalmente se puede acercar de frente, suavemente, hasta ver cómo reacciona; pero con un potro o caballo joven debemos ser más cautelosos e iniciar el acercamiento en dirección a sus espaldas.

Así, los investigadores pudieron concluir que los caballos, de forma similar a los humanos, probablemente utilizan un proceso holístico para reconocer nuestras caras. Esto significa que no utilizan rasgos particulares como los ojos o el pelo, sino que reconocen cada cara como un todo.

Es su manera de decirle que lo extraña o ama. Si has notado que allí donde estés, tu caballo está siempre a tu lado, es probable que te esté siguiendo. Esto lo hace ya que te considera el líder de la manada, confía en ti y se siente a salvo estando cerca.

En general, un caballo no siente dolor al ser montado, por lo que no tienes que sentir pesadumbre por ello. Un caballo sano es un caballo feliz realizando paseos y rutas según a lo que esté acostumbrado.

Para ello, puedes respirar de manera profunda y lenta, así mantendrás un ritmo cardiaco firme. Asimismo, podrías mantener una actitud positiva en general, lo que podría requerir que calmes al caballo hablándole o cantándole con una voz suave antes de cabalgarlo.

En muchos otros sitios del mundo el caballo posee depredadores salvajes –como el puma y el jaguar en América-, pero no cuentan con la presión selectiva de moscas transmisoras de patógenos implacables como en África.

Luego de cuatro meses se lo enfrena al caballo, en luna menguante; vale aclarar que no se lo puede montar, se trabaja de a pié hasta que se acostumbre al freno, ahí pasaría a ser un redomón, pasado un año ya está apto para trabajar, esta etapa es la de mansedumbre.

Cuando lo cepillas ladea ligeramente la cabeza y estira el cuello. Además, levanta y mueve ligeramente el labio superior. Esto también es un indicador de que el caballo se siente seguro contigo, es una forma de devolverte “virtualmente” la caricia como haría con otro caballo cuando se rascan mutuamente.

Como animales grupales que son los caballos se comunican con los ejemplares del grupo y con los humanos a través de un sofisticado y complejo lenguaje de gestos, movimientos y sonidos a través de los cuales transmiten sus sentimientos, emociones y miedos.

Un truco eficaz para calmar a un caballo nervioso es tirar suavemente de una de las riendas, ya que el animal girará su cabeza en esa dirección y su atención se desviará inmediatamente hacia los demás objetos que lo rodean. Si estás cabalgando y notas a tu caballo asustado, continúa cabalgando y no intentes detenerlo.

El dorso, específicamente donde se coloca la montura, es una zona muy agradable para ellos, también les ayuda a disminuir las tensiones. El pecho, justo debajo del cuello y entre las patas delanteras, es uno de sus lugares favoritos ya que para él es difícil el acceso.

Los caballos utilizan un lenguaje corporal para comunicarse. Aunque puedan emitir una amplia gama de sonidos, estos animales expresan sus emociones, percepciones y estados de ánimo principalmente a través de sus posturas, movimientos y expresiones faciales.