¿Qué hacer con zapatos que ya no usas?

Si finalmente tienes la certeza de que quieres deshacerte de tu calzado viejo y tu intención es reciclarlo en el contenedor, puedes llevarlo a los contenedores de ropa, donde irán destinadas el resto de prendas y tejidos a los que ya no damos uso.

5 ideas para reutilizar o reciclar zapatos

Los zapatos son un tipo de residuo que siempre genera dudas. Si los depositamos en el contenedor amarillo o en el conocido como “resto” –gris o naranja–, lo más probable es que terminen en un vertedero o en incinadoras. Lo más adecuado es depositarlo en sus propios contenedores especiales, los contenedores de ropa.

De igual modo, se pueden emplear zapatos viejos para hacer grandes decoraciones artísticas. Desde añadir ojos hasta formar bocas para crear una figura y decorar así nuestra pared. También puedes utilizarlos como recipiente para guardar las llaves, por ejemplo. Todo depende de tu creatividad.

El síndrome de los zapatos viejos es la suma de actitudes que te hacen mantener en tu limitada zona de confort sin hacer nada para ampliarla y mejorarla.

Los zapatos son un tipo de residuo que siempre genera dudas. Si los depositamos en el contenedor amarillo o en el conocido como “resto” –gris o naranja–, lo más probable es que terminen en un vertedero o en incinadoras. Lo más adecuado es depositarlo en sus propios contenedores especiales, los contenedores de ropa.

Cuando la suela está desgastada: si la suela tiene relieve y está muy desgastado, casi al nivel del resto, es hora de retirar ese calzado. Esto vale tanto para los zapatos como para las zapatillas de deporte.

En definitiva, es importante que las prendas de ropa se lleven al contenedor de reciclaje o punto limpio destinado a tal fin para que no terminen en el vertedero.

La mayoría de los ayuntamientos permiten dejar ropa usada en contenedor de ropa rojo, un punto limpio fijo, y en las grandes ciudades se permite además otros tipos de recogida como contenedores en vías públicas, recogidas a domicilio, puntos limpios móviles...

Los pares formales aproximadamente pueden aguantar 5 años, mientras que las deportivas deben renovarse a los 1000 km más o menos.

Para evitar estos problemas, es importante guardar los zapatos en un lugar fresco y seco, preferiblemente en una bolsa de tela o caja de almacenamiento que permita una buena ventilación. Además, es recomendable rellenar los zapatos con papel o cartón para mantener su forma original.

La más rápida consiste en colocar tus zapatos en una bolsa de plástico y, luego, colocarlos en el congelador. Si tienes algo más de tiempo, coloca dos bolsas de agua en el interior del calzado y déjalos en el congelador hasta que se hagan hielo.

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Evita guardar tus zapatos debajo de la cama.

La cama es un símbolo de descanso y relajación, y guardar los zapatos debajo de ella puede bloquear la energía positiva. En su lugar, guarda tus zapatos en un armario o en un estante.

“Si nos remontamos a la antigüedad en África, Asia y Europa, varias civilizaciones tempranas tuvieron esa práctica: “Cuando regresabas del mundo exterior te quitabas el calzado porque era la forma simbólica y física de remover las impurezas antes de entrar en la casa”, explica DeMello.

Recicla tus zapatos viejos

Hay dos formas diferentes de usar el bicarbonato de sodio para desodorizar el calzado: Mezcla ¼ de taza de bicarbonato de sodio, ¼ de taza de polvo de hornear y ½ taza de maicena. Pon la mezcla en un par de calcetines de algodón o espolvoréala en el calzado y déjala actuar toda la noche.

Cómo limpiar tus zapatos por dentro

Para hacerlo es muy fácil, solo necesitas mezclar un poco de agua tibia con un poco de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, y vaciar la mezcla en un recipiente con spray, único para esta función.

El mejor sitio para un zapatero es el recibidor. Así llegas y te descalzas, evitas que la suciedad entre en casa y los zapatos están siempre en orden. Puedes poner un mueble zapatero muy estrecho en el pasillo.

La mayoría de los ayuntamientos permiten dejar ropa usada en contenedor de ropa rojo, un punto limpio fijo, y en las grandes ciudades se permite además otros tipos de recogida como contenedores en vías públicas, recogidas a domicilio, puntos limpios móviles...

Cualquier textil viejo pero aún usable se puede donar, intercambiar o vender. Por ejemplo, un suéter puede pasar a un hermano menor. Un set de mantelería a un amigo y un par de cortinas para un vecino. Busca tiendas físicas o digitales de segunda mano para donar la ropa y otros textiles que ya no necesites.

Para reciclar tus prendas puedes depositarla en los contenedores destinados a la ropa que ya no usamos o darles otro uso. Además, cada vez más tiendas cuentan con contenedores en sus puntos de venta para poder reciclarla. Puedes consultar sus páginas web para ver la tienda más cercana a la que acudir.

¿Dónde poner el cesto de la ropa sucia? El lugar ideal para guardar la ropa sucia es junto a la lavadora, aunque esto no quiere decir que no puedas tener otros cestos de ropa sucia repartidos por la casa, por ejemplo, en los baños o en los dormitorios.

Contenedor rojo: está destinado al almacenamiento de desechos peligrosos, como restos hospitalarios, baterías e insecticidas.

Una mujer debe tener en promedio 19 pares de zapatos para eventos formales, casuales, informales y para estar en casa. 4 zapatillas, 2 balerinas, 1 par de mocasines, 3 sandalias (formales e informales), 3 tacones (1 alto y 2 bajos), 2 botines, 1 par de botas largas, 1 par de botas para lluvia y 2 pantuflas de cuero.

La duración estimada es de unos 600 a 800 kms, a partir de esta distancia, los componentes empiezan a perder sus propiedades de amortiguación y estabilidad.