¿Qué hacer cuando se cae la mollera?

Una fontanela hundida puede ser una emergencia médica. Un proveedor de atención médica debe revisar al bebé de inmediato.

Para la medicina académica la caída de la mollera no existe, más bien es un signo de la deshidratación; la manera de atenderla se basa en la reposición de líquidos y electrolitos de acuerdo con el grado de deshidratación en el que se encuentre e!

No hay riesgo para el bebé cuando se tocan porque son membranas fibrosas, gruesas y resistentes. El pediatra las suele tocar en cada revisión para evaluar si se cierran con normalidad.

La fontanela ubicada en la parte de atrás de la cabeza (fontanela posterior) se cierra usualmente entre 1 y los 2 meses de edad. La fontanela ubicada en la parte de arriba de la cabeza (fontanela anterior) se cierra generalmente entre los 7 y los 19 meses de edad.

La fontanela tensa o abultada se presenta cuando el líquido se acumula en la cavidad del cráneo o cuando la presión aumenta en el cerebro. Las causas más comunes son hidrocefalia o presión intracraneal aumentada debido a la enfermedad.

soasado, y masajea la región del paladar, la base de la lengua y la "campanilla" (úvula), y presiona hacia arriba con fuerza (12 a 14). En otras ocasiones, con el dedo pulgar de la mano derecha untado con miel hace presión sobre el paladar blando del niño, por tres veces consecutivas (4) (9) (12) (15 a 19).

El paladar hendido se suele reparar con una operación llamada palatoplastia cuando el bebé tiene de 10 a 12 meses de edad. Los objetivos de la palatoplastia son: Cerrar la abertura existente entre la nariz y la boca. Ayudar a crear un paladar que cumpla su función y permita hablar bien.

Seguramente has notado que cuando soplas directamente hacia la cara de tu bebé, inmediatamente toma aire y parece paralizarse un poco. ¿Sabías que esta acción de tu bebé le puede facilitar el camino para aprender a nadar?

Un bebé de seis meses puede sentarse, pero normalmente tardará más. La mayoría de los niños se sientan con apoyo cuando cumplen ocho meses, aunque les cuesta un poco más hacerlo solos.

La mollera, también conocida como fontanela, es el área de la cabeza de tu hijo donde los huesos del cráneo todavía no se han juntado. Por eso, si esto no pasa a tiempo, es importante consultar con el especialista para descargar patologías como la craneosinostosos.

Aplicar hielo en la zona del golpe por un par de minutos. Limpiar y aplicar un vendaje en los cortes pequeños. Verificar el tamaño de las pupilas con una linterna.

Antes, los médicos recomendaban a los padres ir despertando a sus hijos con regularidad después de haberse hecho una conmoción cerebral para asegurarse de que están bien. Pero ahora recomiendan que los dejen descansar y dormir según lo que necesiten después de haberse hecho una lesión cerebral.

Signos y síntomas físicos

Aspecto de una fontanela normal

La fontanela del bebé es firme y se curva ligeramente, lo cual quiere decir que no debe estar hinchada o abultada, ni hundiéndose en el cráneo del bebé.

Con mayor frecuencia, sucede en las primeras 4 a 12 semanas de vida. Esto ocurre cuando los bebés no puede incorporarse o moverse por sí mismos. Para los 6 meses de edad, muchos bebés se movilizan más y pueden mover su cabeza por sí mismos con mayor regularidad.

Las fontanelas son las "partes blandas" de la cabeza del bebé que están en el sitio donde las placas que forman el cráneo todavía no se han unido. Es normal que los niños menores de un año tengan estas "partes blandas", las cuales pueden verse y palparse en la parte superior y posterior de la cabeza.

La mollera o fontanela de tu bebé es el espacio que queda entre los huesos del cráneo, que se encuentra allí para facilitar la salida del bebé por el canal de parto. Este espacio se irá cerrando conforme el bebé crezca. Durante el parto, el bebé tiene que rotar y salir por el canal de parto.

Cuando una de estas suturas se cierra prematuramente, el bebé puede presentar aplanamiento en la frente en el lado del cráneo que se haya cerrado prematuramente (plagiocefalia anterior). La cuenca del ojo a ese lado de la cabeza puede elevarse y la nariz estirarse también hacia ese lado.

Según los conceptos anatómicos de los terapeutas, las varillas "son unos huesitos del paladar", muy frágiles, que tienden a "caerse", es decir, a desplazarse hacia abajo con mucha facilidad.

Estos pequeños bultos, que aparecen en la línea de las encías de los bebés y en el techo de la boca, son en realidad quistes gingivales inofensivos. De hecho, suelen desaparecer por sí solos a las pocas semanas de vida, sin dejar ningún tipo de secuela y sin necesidad de ningún tratamiento.

Usa una gasa: si no tienes un limpiador de lengua a mano, también puedes usar una gasa húmeda. Envuelve la gasa alrededor de tu dedo índice y frota suavemente la lengua del bebé. Asegúrate de que la gasa esté limpia y húmeda para evitar la propagación de bacterias.

El especialista tarahumara coloca sus dedos en el paladar y determina el grado de hundimiento de la fontanela, y la palpitación y los sonidos que el paciente emite al respirar, y en ese momento oprime firmemente para elevar la depresión.

El Reflejo de Landau aparece a las 3-10 semanas de vida y se inhibe aproximadamente a los tres años y medio de edad. Este reflejo provoca el tono muscular extensor por todo el cuerpo en posición prona. Permite que el niño levante no solo la cabeza, sino también el pecho.

Si le besamos en la cara o en las manos el pequeño se acabará tocando y llevando sus manos a la boca, algo que abre una puerta al contagio de enfermedades respiratorias o incluso herpes. Esta alternativa de besarles en los pies se puede extender a los hermanos.

Los bebés respiran por la nariz hasta aproximadamente los seis meses debido a que su paladar aún está demasiado cerca de la epiglotis. Esto cambia a partir del medio año, cuando esta se coloca en su posición y permite al bebé comenzar a respirar por la boca.

Los bebés no deben ser obligados a sentarse y menos aún a los tres meses de edad. Es poco probable que un niño tan pequeño busque esta posición por su cuenta o se mantengan en ella, ya que es un momento de su desarrollo muy anticipado para ello.

Entre los 4 y los 6 meses, a tu bebé le encantará estar sentado, pues es una posición que le dará otra perspectiva del ambiente que le rodea. Le faltará equilibrio para mantener esa postura, por lo que necesitará ayuda de cojines y también de sus brazos para apoyarlos sobre la superficie mientras está sentado.