¿Qué hacer después de una onda de calor?

Se debe utilizar ropa ligera que transpire y de colores claros, tomar duchas o baños fríos y beber agua regularmente, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína. Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).

calor o insolación (mareos, náuseas, dolor de cabeza, calambres), diríjase a un lugar más fresco, descanse durante unos minutos y beba lentamente una bebida fría. Consulte inmediatamente al médico si no se siente mejor. Evite las quemaduras provocadas por el sol: esto disminuye la capacidad de la piel para refrescarse.

Si tras echar una mano los síntomas no remiten, será necesario llamar a urgencias. Por lo general, los golpes de calor no duran más de 6 horas. Si se prolongara, podría provocar daños graves. Y si no se tratara, podría alargarse hasta las 24 horas y provocar la muerte.

Para todos:

Beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice. No abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.

- Lleve a la persona a un lugar fresco y en posición semisentada para favorecer la respiración. - Procure que beba agua a pequeños sorbos. - Para reducir la temperatura corporal, habría que retirarle algo de ropa, darle aire con un abanico o ventilador y utilizar paños con agua fría en la frente, la nuca y el cuello.

Temperaturas muy elevadas producen deshidratación, con pérdida de agua y electrolitos que son necesarios para el adecuado funcionamiento de los distintos órganos. Los efectos asociados a las altas temperaturas dependen fundamentalmente de su intensidad, la persistencia de éstas en el tiempo y la falta de aclimatación.

El golpe de calor es la enfermedad más grave relacionada con el calor. Ocurre cuando el cuerpo ya no puede controlar su temperatura: la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente, el mecanismo de sudoración falla y el cuerpo no puede enfriarse . Cuando se produce un golpe de calor, la temperatura corporal puede aumentar a 106°F o más en 10 a 15 minutos.

Durante un golpe de calor la piel está caliente, enrojecida y, en ocasiones, seca. Puede haber sudoración o no, a pesar del calor. Debido a la alteración cerebral, la persona puede manifestar confusión y desorientación, y puede tener convulsiones o caer en estado de coma.

El golpe de calor se origina a consecuencia de un fracaso agudo de la termorregulación y constituye una urgencia médica extrema porque es a la vez de aparición muy rápida (de 1 a 6 horas) y de evolución fatal (puede ocasionar la muerte en menos de 24 horas si no se trata rápidamente).

Síntomas de la insolación

La duración de los síntomas de insolación pueden variar dependiendo de su gravedad. Por lo general pueden durar 24 horas si es leve y no necesita tratamiento médico, o 48 horas si es grave y necesita tratamiento médico.

Síncope de calor es un episodio de desmayo (síncope) o mareos que ocurre generalmente con estar de pie por mucho rato o repentino ascenso desde una posición sentada o acostada. Factores que pueden contribuir al síncope de calor incluyen deshidratación y falta de aclimatación.

Ten en cuenta que con el calor aumenta la sudoración, por lo que es básico reponer los líquidos que estamos perdiendo. Si no lo hacemos lo suficiente, podemos deshidratarnos y el dolor de cabeza es uno de los primeros signos de este problema ⁽⁴⁾.

La lipotimia por el calor (térmica) ocurre cuando una persona se desmaya repentinamente y pierde el conocimiento debido a la presión arterial baja.

Los síntomas frecuentes de alerta de golpe de calor son mareo, aturdimiento, debilidad, torpeza y falta de coordinación, fatiga, cefalea, visión borrosa, dolores musculares, náuseas y vómitos (que también son síntomas de agotamiento). La persona no percibe que su temperatura corporal es muy elevada.

Así influye el calor en 5 enfermedades crónicas muy comunes

Con el aumento de las temperaturas podemos padecer ataques de migraña. La deshidratación por encima del 2% del peso corporal también puede conducir a una pérdida de memoria a corto plazo. Además, debido al calor, nuestro cerebro padece una hiperexcitación, afectando nuestro descanso y provocando fatiga e insomnio.

Las emergencias por calor tienen tres etapas: calambres por calor, agotamiento por calor e insolación . Las tres etapas de la emergencia por calor son graves. Si vives en climas cálidos o practicas deportes en verano, debes saber cómo detectar los síntomas de la emergencia por calor.

El golpe de calor se asocia frecuentemente con complicaciones hemorrágicas por activación del siste- ma de coagulación/fibrinólisis,15 las que varían desde petequias y equimosis, hasta el desarrollo de diátesis hemorrágica y coagulación intravascular diseminada.

¿Cómo aliviar la insolación?

Una temperatura rectal de más de 104 °F (40 °C) después de estar expuesto a un entorno caluroso. Confusión, inquietud grave o ansiedad. Frecuencia cardíaca rápida. Sudoración que puede ser intensa o puede haber cesado.

Como decíamos, una insolación requiere de una atención de urgencia en un centro médico ya que un episodio no tratado puede provocar rápidamente daños en el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. Este daño irá empeorando mientras más se retrasa el tratamiento, elevando el riesgo de complicaciones más graves.

El calor hace que los vasos sanguíneos se expandan (dilaten), por lo que el líquido corporal se mueve hacia las piernas por gravedad, lo que provoca presión arterial baja y puede provocar desmayos. Los síntomas que podrían provocar un síncope por calor (desmayo) incluyen: Sensación de desmayo o aturdimiento. Piel pálida, fría y húmeda.

Algunas recomendaciones para poder quitar o evitar el dolor de cabeza por calor son los siguientes:

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En verano, la presión arterial puede verse afectada por los intentos del cuerpo de irradiar calor. Las altas temperaturas y la alta humedad pueden provocar un mayor flujo sanguíneo a la piel . Esto hace que el corazón lata más rápido mientras circula el doble de sangre por minuto que en un día normal.