¿Qué hacer para dormir después de tomar alcohol?

Es necesario que antes de irte a dormir te rehidrates, pero esta vez de agua a secas. Debes tomar al menos dos grandes vasos de agua antes de meterte en la cama. Te ayudará a evitar el letargo y el dolor de cabeza al día siguiente.

El consumo de alcohol en exceso provoca insomnio, además de otros trastornos del sueño. Para evitar estos problemas, es conveniente no tomar bebidas alcohólicas horas antes de dormir, así como hacer cenas ligeras o realizar ejercicio.

El alcohol disminuye la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardíaca y el buen funcionamiento del cerebro. Estos efectos pueden aparecer al cabo de 10 minutos y pueden alcanzar su punto máximo en alrededor de 40 a 60 minutos. El alcohol permanece en el torrente sanguíneo hasta que el hígado lo descompone.

El alcohol va a provocar una mayor fragmentación del sueño y provoca muchos mas alertamientos durante la noche, pero al estar sedados nos damos menos cuenta de estas interrupciones, somos menos conscientes, por eso hasta sentimos que hemos dormido estupendamente.

¿Acostumbras a tomar algunas copas antes de ir a la cama para dormir mejor? Deberías pensar tu estrategia de nuevo. Si bien es cierto que el alcohol tiene un efecto relajante, varios estudios científicos revelan que el consumo regular de licor produce insomnio debido a que interfiere en la actividad de nuestro cerebro.

Bebidas naturales que te ayudarán a conciliar el sueño

Bebida de agua, limón y sal

Ya puedes tomarla en pequeños sorbos. Además, consumir dulces como el chocolate o productos con azúcar, siempre que no sea una cantidad excesiva de este, también puede ayudarte a recuperarte mejor de una borrachera, disminuyendo la presencia de alcohol en el cuerpo.

El hígado tan sólo es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol en sangre cada hora, con lo cual el proceso de eliminación (dependiendo del alcohol consumido) podría llegar a finalizarse incluso 19 horas después.

Por último, lo que no debería comer después de ingerir alcohol son alimentos altos en grasa como la leche, carnes grasosas, preparaciones fritas o incluso un caldo con bastante grasa, ya que "aún hay gran cantidad de alcohol en sangre y este consumo podría saturar el hígado".

Interrupción del sueño: las personas pueden dormirse más rápido después de beber alcohol, pero su sueño está fragmentado y tienden a despertarse más temprano. Esto causa cansancio, así como la pérdida de productividad.

El alcoholismo agudo provoca problemas de comportamiento y cambios mentales. Entre ellos, se pueden mencionar comportamiento inadecuado, estado de ánimo inestable, falta de juicio, dificultad para hablar, problemas de atención o de memoria y falta de coordinación.

Riesgos para la salud a largo plazo

Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos. Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto. Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar.

Dejar de beber durante 30 días podría mejorar notablemente los niveles hepáticos, la presión arterial y el colesterol. No solo eso, “tras cuatro semanas sin ingerir alcohol las personas muestran un menor riesgo de desarrollar cáncer y diabetes”, explica Sophie Borland en 'The Advertiser'.

Raíz de regaliz o de valeriana; flores de manzanilla, de avena o de tilo; hojas de tulsi, de lechuga o de perejil; cáscara de manzana o aroma de lavanda...

Sin embargo, existen opciones naturales que te pueden apoyar al momento de querer relajarte.

La meditación, la respiración profunda, la visualización guiada o el yoga son métodos efectivos para relajar el cuerpo y la mente. Dedica unos minutos antes de acostarte para practicar estas técnicas y crear un estado de calma propicio para el sueño.

La comida rica en grasas, proteínas e hidratos de carbono ralentiza la absorción del alcohol.

Disulfiram (Antabuse®): Este medicamento fue aprobado por la FDA para tratar la dependencia de alcohol*. Si bebe alcohol, este medicamento le producirá efectos desagradables como náusea, vómito, dolor de cabeza, rubor (enrojecimiento de la cara, el cuello o el pecho), sudoración y dolor de pecho.

Si sigues estos consejos, en cuestión de minutos podrás sentirte como nuevo.

Evite las comidas altas en calorías, grasas saturadas, carbohidratos refinados (como pan blanco, arroz blanco y pasta regular) y azúcares. Haz ejercicio con regularidad. La actividad física constante ayuda a quemar triglicéridos y también puede reducir la grasa del hígado. Vacúnate.

Beber mucha agua: si ya de por sí hidratarse es buenísimo para el cuerpo, imagínese si su intención es desintoxicarse del tabaco. Beber agua favorece la eliminación de la nicotina de su cuerpo. Tomar jengibre: esta raíz ayuda a fortalecer los pulmones y bronquios, tan necesario durante el proceso de dejar de fumar.

El cuerpo elimina el alcohol de la leche materna y del torrente sanguíneo a la misma velocidad, por lo que extraerlo y eliminarlo no hará que la leche sea más segura. Una madre preocupada debe posponer la lactancia al menos una hora después de beber o si se siente alterada por la bebida.

La lactancia y las bebidas alcohólicas no son una buena combinación. No hay ningún nivel de alcohol en la leche materna que se considere seguro para un bebé. Si tomas alcohol, este pasa a la leche materna en concentraciones similares a las que se encuentran en el torrente sanguíneo.

Vodka: es considerada la que menos resaca causa. Ginebra. Cerveza.

La intolerancia al alcohol puede causar reacciones molestas inmediatamente después de beber alcohol. Lo signos y síntomas más comunes son congestión nasal y enrojecimiento de la piel. La intolerancia al alcohol se produce a causa de un trastorno genético que le impide al cuerpo procesar el alcohol de manera eficiente.

Como primera medida, una advertencia: vomitar después de beber debe tomarse en serio, pues puede revelar una intoxicación etílica: un envenenamiento producido por el alcohol. Ante la duda de intoxicación etílica, lo más seguro es buscar ayuda médica.