¿Qué hacer para no tener fimosis?

No hay manera de prevenir la fimosis de origen congénito, pero en los otros casos sí es posible prevenirla teniendo especial cuidado con la higiene del pene, practicando un retroceso regular del glande y, sobre todo, no forzarlo en caso de que ya haya fimosis, ya que sino puede complicarse en una parafimosis.

Se cree que la causa de la fimosis es congénita, pero también puede ser debida a retracciones forzadas del prepucio de los bebés durante su higiene por los padres, que crea anillos fibrosos en el prepucio y adherencias balanoprepuciales.

Te sugiero que acudas a consulta con un urólogo certificado, sin duda existe una solución para tu problema.

La mejor manera de prevenir el desarrollo de fimosis es el inicio de la reducción prepucial a muy temprana edad (desde los primero meses de nacido) lo que comúnmente se llama “ejercicios prepuciales”; sin embargo también es necesaria la valoración temprana por el urólogo pediatra para ver quien sí y quien no es ...

Esta es una condición principalmente anatómica. Hay gente que nace con el prepucio estrecho y por lo tanto le cuesta retraerlo. Tal como se mencionó anteriormente, es una condición normal, que desaparece a los tres años de vida aproximadamente.

El procedimiento para terminar con la fimosis, tanto en niños como adultos, es la circuncisión que, tal y como explica Moreno, consiste en recortar la piel del pene y la mucosa prepucial redundantes, dejando el glande al descubierto.

¿La fimosis en los niños pequeños se puede resolver sola? “La fimosis fisiológica, común en los varones de 10 años de edad y más jóvenes, es normal, y no requiere de intervención. El prepucio no retráctil normalmente se vuelve retráctil durante la pubertad.

La solución más eficaz para la fimosis es la operación de circuncisión, siendo el método más sencillo y con menores riesgos. Se trata de una operación sin ingreso hospitalario (ambulatoria) con anestesia local. La circuncisión consiste en extirpar la totalidad del prepucio (extirpar la piel que cubre el glande).

Sin embargo, se estima que el costo de esta intervención va desde los 10,000 MXN hasta los 20,000 MXN. También se debe tomar en cuenta la reputación del hospital y la experiencia del médico.

Para los 17 años, alrededor del 99 por ciento de los varones podrán retraer completamente su prepucio. La fimosis también puede producirse si se fuerza la retracción del prepucio antes de tiempo. Esto podría provocar la formación de una cicatriz fibrosa que puede impedir la retracción del prepucio más adelante.

Debes acudir con un urólogo para que realice una adecuada revisión del padecimiento y poder ofrecerte el mejor tratamiento a este problema.

Estire suavemente la piel del pene hacia atrás (hacia el abdomen). Esto permitirá que se abra un poco el prepucio y podrá ver el extremo del glande (el glande es la cabeza del pene). Hágalo con suavidad. La retracción no debe causar dolor ni llanto.

El principal síntoma de la fimosis es la estrechez del prepucio y la dificultad para retraerlo. Otro síntoma asociado, aunque menos frecuente, es el dolor durante la micción, es decir, al orinar. Si la fimosis no se trata pueden aparecer complicaciones como infección en el glande o la parafimosis.

El precio de una Circuncisión es desde $15,900 mxn.

Los costos se determinan considerando el uso del quirófano o sala de cirugías, honorarios del cirujano, honorarios del anestesiólogo e insumos médicos.

Algunos hombres sufren problemas asociados a la fimosis más allá de la adolescencia, edad en la que suelen intervenirse estos problemas. La operación de fimosis, circuncisión, puede realizarse a cualquier edad, independientemente de si el paciente tiene 20 o 50 años.

Para los 17 años, alrededor del 99 por ciento de los varones podrán retraer completamente su prepucio. La fimosis también puede producirse si se fuerza la retracción del prepucio antes de tiempo. Esto podría provocar la formación de una cicatriz fibrosa que puede impedir la retracción del prepucio más adelante.

Grados de la fimosis

Grado 1: la fimosis es puntiforme; el glande no es visible, ya que el prepucio está completamente cerrado y no se puede retraer. Grado 2: la fimosis también es puntiforme, sin embargo, aquí al menos se ve el meato urinario, pues el prepucio se puede retraer mínimamente.

Qué es la fimosis

Esta situación provoca básicamente dos problemas: En primer lugar, dificultad para una correcta higiene, lo que aumenta el riesgo de infecciones y aparición de balanitis y cáncer. En segundo lugar, acaba dificultando la penetración durante el coito, haciendo que este se vuelva doloroso.

El procedimiento para terminar con la fimosis, tanto en niños como adultos, es la circuncisión que, tal y como explica Moreno, consiste en recortar la piel del pene y la mucosa prepucial redundantes, dejando el glande al descubierto.

Síntomas de la fimosis

Intentar retraer la piel manualmente y no llegar a ver todo el glande es el síntoma más común. El dolor al intentar retraer el prepucio, al tener una erección y al mantener relaciones sexuales también es un síntoma claro, así como los picores por una mala higiene.

En los adultos esta irregularidad puede aparecer debido a una serie de factores predisponentes, “entre los que destacan la falta de higiene, la balanitis, es decir, las infecciones de la mucosa que recubre el prepucio y el glande, las enfermedades dermatológicas y los tumores”, indica Moreno.

Grado 4: el prepucio se puede retraer solo hasta la mitad del glande. Grado 5: el prepucio puede llegar a retraerse de forma completa, pero genera dolor y se observa un anillo fimótico.

Sin embargo, a largo plazo, una fimosis no tratada dificulta la higiene de la zona lo que puede provocar una balanitis xerótica crónica que supone un aumento del riesgo de sufrir cáncer de pene. Eso sí, hay que destacar que se trata de un problema muy poco frecuente.

La aplicación de crema con corticosteroides tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación y la irritación del prepucio, así como facilitar su retracción. Algunos ejemplos son el propionato de clobetasol y el dipropionato de betametasona.

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