¿Que hay más allá de la muerte según Aristoteles?

Para Nifo, Simplicio interpreta que, para Aristóteles, el alma es inmortal: “después de la muerte, no necesita más del cuerpo porque ha adquirido una perfección por la que no le es necesario.

Surgió la escuela de los cínicos cuyo principal exponente fue Diógenes. La doctrina cínica afirmaba que el bien del hombre consistía simplemente e vivir en sociedad consigo mismo, el trabajo, el ascetismo es lo único deseable.

Según Aristóteles, la distinción entre alma y cuerpo existe sólo epistemológicamente, es decir, sólo puede ser pensada. Por lo demás, el alma no puede existir sin el cuerpo, razón por la cual, para Aristóteles, el alma no puede ser inmortal.

Según Aristóteles, los muertos son más bienaventurados y felices que los vivos, y morir es regresar al verdadero hogar . Otra obra de juventud, el Protrepticus (“Exhortación”), ha sido reconstruida por eruditos modernos a partir de citas de diversas obras de la antigüedad tardía.

Según los filosofía

Algunos filósofos creen en la inmortalidad del alma o en la reencarnación como: Platón: Es probablemente el filósofo más conocido por su creencia en la inmortalidad del alma. En su obra, sostenía que el alma humana existía antes de nuestro nacimiento y continuará existiendo después de la muerte.

El proceso suele empezar en el hígado, rico en enzimas, y en el cerebro, que tiene un alto contenido en agua. Finalmente, todos los tejidos y órganos se colapsan del mismo modo. Rotos los vasos sanguíneos, las células se depositan, por efecto de la gravedad, en los capilares y las venas pequeñas, decolorando la piel.

Respecto de los familiares y cercanos, la doctrina socrática sostiene que el estado después de la muerte corresponde a un profundo sueño (esto es, la ausencia total de percepción) o a un encuentro con los fallecidos que nos antecedieron.

Aristóteles niega la existencia de Formas platónicas, y también niega la reencarnación del alma . Sin embargo, mantiene la inmortalidad del alma, pero por razones muy diferentes a las de Platón.

Para Aristóteles, el alma, como estructura (o 'forma') responsable de las diversas funciones de un cuerpo vivo, no puede escapar de la muerte . Sin embargo, una función viva, el intelecto, parece ser una excepción: en opinión de Aristóteles, el pensamiento no es la función de un órgano corporal particular.

Por ejemplo, Platón explica que el alma es inmortal y permanecerá (en un sentido espiritual) después de la destrucción física del cuerpo. Explica que el miedo a la muerte es natural en los humanos, pero la muerte debe verse como el logro de la vida .

Según el entendimiento aristotélico, el alma deja de existir cuando el cuerpo muere.

Para Aristóteles es posible que exista un cuerpo sin alma, pero no un alma sin cuerpo. En este sentido, el alma es inseparable del cuerpo; nunca po- dría existir un alma “fuera” de un cuerpo, al modo en que Platón, en el Timeo, pensaba el dualismo alma-cuerpo.

Según Sócrates, cualquiera de estas visiones de la muerte le resultaría aceptable; el uno, porque recibiría un maravilloso descanso sin sueños que lo perturbaran ; el otro, porque podría hablar de filosofía con quienes le habían precedido impunemente.

El cielo y el infierno

Según las creencias de algunas religiones, los seres celestiales pueden descender a la tierra o encarnarse, y los seres terrenales pueden ascender al cielo en el más allá o, en casos excepcionales, entrar vivos al cielo.

La muerte que nos da vida, nos hace conscientes de nuestra finitud, de nuestro estado efímero y transitorio (2), mantiene y delimita la existencia, la muerte nos particulariza, sin ella no somos nada ni nadie. Otorga la principal característica la de ser humano: nuestra dignidad.

Por ello, dice Sócrates, el alma esta presente desde antes de nuestro nacimiento, y sigue viva después de la muerte. Esto quiere decir que, el alma, pues como es inmortal y ha nacido muchas veces, y ha visto todas las cosas de este y del otro mundo, ha aprehendido todas las cosas que existen.

Algunas personas informan sentir la presencia de sus seres queridos fallecidos a su alrededor. Esto puede manifestarse como una brisa suave, un aroma familiar o incluso como objetos que se mueven inexplicablemente.

Cuatro años después de su muerte, el legado de Stephen Hawking sigue vivo, más allá de su labor científica, en los tres hijos que tuvo con Jane Wilde, la mujer que le dio "un motivo para seguir viviendo" cuando le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica con solo 21 años.

La reencarnación es la creencia consistente en que la esencia individual de las personas (alma o espíritu) empieza una nueva vida en un cuerpo o forma física diferente después de la muerte biológica.

En resumidas cuentas , Platón sostiene que: 1) El alma es el verdadero yo del ser humano. Es espiritual e inmortal, pues cuando el cuerpo se destruye en la muerte, el alma abandona sus restos miserables y emigra hacia un más allá donde recibirá premios o castigos según su comportamiento en la vida anterior.

Los seres humanos somos mortales; pero si esta forma sustancial es al mismo tiempo una cosa en sí misma, una sustancia en sí misma, entonces, al morir cada uno de no- sotros, se corrompe la materia y sigue subsistiendo el alma espiritual. Y eso es ser inmortal.

La muerte determina la vida al terminar, en cada momento la vida: El presente irrumpe continuamente para dejar de ser en el momento en el que es. El ahora es la muerte. Vida es el presente que muere continua- mente. La continuidad del tiempo es la continuidad de muerte y resurrección.

Platón define el alma como una entidad simple, pura, no organizada, no compuesta, invisible y racional . Dice que el alma es simple en su verdadera naturaleza y no puede estar compuesta de muchos elementos, que el alma es pura en su estado original y divino, y que cualquier impureza en el alma se debe a su contacto con la tierra.

De este modo, queda claro que, en el pensamiento de Platón la reencarnación se entiende como un castigo penal impuesto por unos jueces y que debe cumplirse, como un reo, en la cárcel que el cuerpo representa.

Platón tiene la intención de que los griegos acepten la concepción de inmortalidad del alma, así como la posibilidad de regresar a la vida mediante la reencarnación, es decir, como afirma Casadesús (2006: 160-162), necesita de la doctrina órfica para transmitir sus ideas filosóficas; para ello, siendo consciente de que ...

Aristóteles distingue en el De anima tres tipos principales de alma ( la nutritiva, la sensitivo-locomotora y la racional ) correspondientes a las plantas, los animales y los seres humanos.

El alma o atman, a la que se le atribuye la capacidad de vivificar el cuerpo, era situada por los antiguos anatomistas y filósofos en los pulmones o el corazón, en la glándula pineal (Descartes) y, en general, en el cerebro .