¿Qué hicieron los ilustrados?

Su principal objetivo era combatir la ignorancia y el fanatismo religioso “mediante las luces del conocimiento y de la razón”. Los pensadores ilustrados sostenían que, mediante el uso de la racionalidad y la acumulación de saberes, la humanidad podría combatir la superstición, el oscurantismo y la tiranía.

Según el historiador, con el firme deseo de construir un mundo mejor, alejando la ignorancia, la superstición y la tiranía, los ilustrados “nos legaron ideas e iniciativas tan fundamentales como la separación de poderes en los Estados o los inicios del feminismo”.

Los ilustrados pedían una separación de poderes para lograr la igualdad, la libertad de todos los ciudadanos. Además, defendían la idea de Soberanía popular: todos los poderes del Estado deben recaer en el pueblo y no en el rey.

En el siglo XVIII -el Siglo de Las Luces– aparecieron personas que, como faros, iluminaron el camino que propició más avances en todo el mundo. Algunos pensadores en Francia, como Voltaire, Diderot, D'Alembert, marcaron un antes y un después en todos los pensamientos e ideologías de Occidente.

Los ilustrados españoles fueron una minoría culta formada por nobles, funcionarios, burgueses y clérigos. Básicamente se interesaron por: La reforma y reactivación de la economía (dieron importancia a las llamadas “ciencias útiles”, que podían tener una aplicación práctica, y a la mejora del sistema educativo).

La Ilustración lucha contra todo tipo de dogmas que de alguna manera maniatan y contribuyen a perder la libertad y el buen juicio.

Se define a la Ilustración o Iluminismo como un proceso histórico en el que floreció el pensamiento racionalista y liberal en Europa, que se desarrolló sobre todo en el siglo XVIII, por lo que se conoce a éste como el Siglo de las Luces o la Era de la Ilustración.

Los pensadores de la Ilustración sostenían que el conocimiento humano podía combatir la tiranía para construir un mundo mejor y tuvo en consecuencia una gran influencia en aspectos científicos, económicos, políticos y sociales de la época.

La época de la ilustración convencía a los hombres de que la razón humana era capaz de lograr un mejoramiento en sus vidas o mejor aun en la sociedad. Los pensadores confiaban que los hombres tenían la capacidad para descifrar y entender no solo el mundo físico-natural sino también la civilización de los hombres.

La mayoría de los pensadores ilustrados criticaban el absolutismo y varios fueron perseguidos, otros se relacionaron estrechamente con el absolutismo ilustrado o despotismo ilustrado, intentando influir en el sistema político.

Características de la Ilustración

Liberalismo “social”. Los ilustrados se opusieron a la sociedad estamental. Pensaban que era un sistema basado en la tradición, en el que lo más importante era la posición de la familia, es decir el nacimiento.

Durante los años de la Ilustración en España se fundaron academias, se crearon y renovaron instituciones educativas, se promocionaron actividades científicas y se publicaron libros y revistas tanto de ciencia como de literatura.

Voltaire, Montesquieu o Kant son algunos de los nombres más importantes de esta época en la que la burguesía fue la principal impulsora de un nuevo pensamiento.

Fue el intento de las monarquías de conseguir el progreso de su nación aplicando algunas fórmulas de la teoría política de la Ilustración, y generalmente dejando la dirección de la administración a un primer ministro o ministerio ilustrado.

El movimiento trajo consigo el inicio de la Revolución Americana, de la Francesa, el nacimiento del capitalismo y un cambio en el arte del barroco al neoclásico: prevalece la razón y la experiencia sobre la emoción. Para la Ilustración, todo conocimiento humano parte de ese concepto.

La Ilustración influyó en la forma de pensar de la sociedad, pero eso se reflejó en diversos ámbitos, por ejemplo, en el ámbito político , la Independencia de las Trece colonias y la Revolución Francesa marcaron la decadencia de una forma de gobierno ampliamente practicada: la monarquía absoluta.

En el siglo XVIII algunos intelectuales comenzaron a criticar el sistema social, político y económico vigente desde el siglo XVII, conocido como el Antiguo Régimen. Surgió así un movimiento ideológico que se conoce con el nombre de Ilustración, y a sus seguidores con el de ilustrados.

La Ilustración, expresión del espíritu del XVIII, socavó los cimientos del absolutismo y de la sociedad estamental. El “siglo de las luces” impulsó el racionalismo, la idea de que el hombre tiene capacidad de conocerlo todo por medio de la inteligencia.

Los postulados de igualdad, libertad, fraternidad, fueron el motor principal para abolir la esclavitud en la Nueva España.

Los pensadores iluministas trataron de demostrar que LA RAZÓN HUMANA LLEVARÍA A "ILUMINAR" LA OSCURIDAD MEDIEVAL Y RELIGIOSA (de allí "iluminismo" o "siglo de las luces"), llevando a UNA SOLA LÍNEA DE EVOLUCIÓN, HACIA UNA SOCIEDAD CADA VEZ MÁS RACIONAL , para salir de la ignorancia y la superstición.

La ilustración resulta muy útil y efectiva para el diseño gráfico, ya que puede aportar creatividad y dinamismo a cualquier pieza de diseño, se vuelve un aliado más, al ser una técnica ágil donde se pueden conseguir resultados que con otras técnicas sería mucho más difíciles de plasmar.

Las ilustraciones son la representación visual de una idea o concepto. Pueden transmitir conceptos de forma estética e informativa. Las ilustraciones se presentan en muchos estilos, como dibujos animados, caricaturas, cómics y muchos más.

Sapere aude! ¡Atrévete a saber! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento!, he aquí el lema de la Ilustración.

En lo que a educación se refiere, las ideas de la ilustración trajeron cambios en la educación primaria, como: limitar los gremios o el deseo de extender la enseñanza elemental a mayor número de estudiantes e incluir, además de la religiosa otras asignaturas cívicas y técnicas.

Es la idea de los actuales derechos humanos, que entonces se llamaban derechos del hombre, pero son los mismos que seguimos considerando como básicos, y por los que continuamos luchando hoy: libertad de pensamiento, de expresión, libertad política y económica, pluralismo, tolerancia, espíritu crítico...