¿Qué hizo Layo?

En el camino se encontró con Edipo; Layo le ordenó que se apartase para dar paso a alguien mejor que él; Edipo le contestó que sólo los dioses y sus padres lo superaban. Layo mandó entonces al auriga que continuase su camino; el carro atropelló a Edipo y le dañó uno de sus pies.

Muerte. Años más tarde, Layo, cuando iba en un carro camino al Oráculo de Delfos, se cruzó con Edipo; el conductor le exigió de mala manera a Edipo que se quitara de en medio, a lo que este se negó. ​ En la pelea, Layo salió del carruaje y su hijo le dio muerte, cumpliéndose el vaticinio del oráculo.

Layo es el heredero legítimo del reino de Tebas, pero es desterrado y debe huir. Encuentra asilo en el Peloponeso que estaba gobernado por Pélope ⁽¹⁾. A pesar de la hospitalidad de Pélope, Layo se enamora perdidamente del Crisipo, hijo y heredero de Pélope.

¿Qué pecado cometio Layo? Desde el punto de vista temático, el ciclo narra el trascurso y posterior cumplimiento, en tercera generación, de la maldición de Layo por haber deshonrado la hospitalidad dada por Pélope.

Layo mandó entonces al auriga que continuase su camino; el carro atropelló a Edipo y le dañó uno de sus pies. Edipo, airado, mató al auriga con su lanza y dejó que Layo se enredara en las riendas y muriera arrastrado.

Edipo se encolerizó y mató a Polifontes y a Layo sin saber que era el rey de Tebas, y su propio padre.

44 "Cuando Layo era rey y tenía por mujer a Yocasta, le vino un oráculo de Delfos, según el cual moriría a manos de su hijo, si Yocasta tenía alguno. Por este motivo él expuso a Edipo, quien cuando creció había de matar a su padre y se casó con su madre.

Layo pudo huir y fue acogido en la corte de Pélope, donde vivió durante algunos años; allí se enamoró de Crisipo, hijo del rey, muchacho de belleza deslumbrante, pero como éste no le hacía caso, acabó violándolo y entonces el príncipe se suicidó.

Layo queriendo evitar tal tragedia ordenó a un súbdito que matara a Edipo nada más nacer, pero el súbdito apiadado de el lo abandonó en el monte colgado de un árbol por los pies.

Edipo se encolerizó y mató a Polifontes y a Layo sin saber que era el rey de Tebas, y su propio padre.

Cuando Edipo conoce su destino trágico, se quita los ojos con sus propias manos y se autoexilia de la ciudad, de la mano de una de sus hijas, Antígona, que no lo abandonará hasta su muerte. Cabe mencionar que el destierro era una pena de máxima en la Antigua Grecia, pena considerada en sí misma como una muerte.

Sin embargo, Layo murió de otra forma, asesinado por unos bandidos en un cruce de tres caminos de camino a Delfos.

Desde este punto de vista, y planteado el problema sobre la base de un relativismo antropológico de corte sofístico, Edipo es inocente de los crímenes de parricidio e incesto.

Pero Layo tiene relaciones con su mujer y de ellas nació un niño. A fin de evitar que el oráculo se cumpliera, Layo decidió entregarlo a un pastor para que lo abandonara, tras haberle atravesado los pies con una fíbula, pen- sando que nadie recogería al niño en esas circunstancias.

Las razones de esto son conocidas: mató a su padre, se casó con su madre y tuvo cuatro hijos con ella. Pero la culpa no es suya. O no solamente, en todo caso. Su destino es heredado.

Al momento de saberse o reconocerse se arranca los ojos, para "ver" y "verse" de verdad porque, como lo dice casi al final de la obra, "¿Qué es, pues, para mí digno de ver?" 1335.

Edipo, hijo de Layo y Yocasta, reyes de Tebas, es abandonado de niño para que se muera, al conocer por una profecía que será el asesino de su padre. Pero el niño es salvado y adoptado por el rey de Corinto. Sin conocer sus orígenes, regresa a Tebas cuando ya es adulto y se cruza en su camino con Layo.

El mito de Medusa y Perseo es para muchos una metáfora del espanto y de cómo es posible salvarse de este mediante el arte. Para otros, representa un mito femenino, en el que la mujer ultrajada se convierte en algo monstruoso. Una imagen peligrosa que aterra y deja estupefacto a cualquiera que la contemple.

RESUMEN Sigmund Freud llamó Complejo de Edipo a los sentimientos y de- seos ambivalentes del niño hacia sus padres durante la fase fálica. El nombre se inspiró en la famosa tragedia griega. Para Freud, Edipo rey expresa el deseo inconsciente y universal que todo espectador reconoce como propio.

Edipo decidió consultar el oráculo de Delfos que le advirtió de su trágico destino: matar a su padre y unirse incestuosamente con su madre. Para evitarlo, decidió no regresar a Corinto. En el camino se topó con una comitiva presidida por un personaje importante.

Edipo (en griego antiguo, Οἰδίπους; en griego moderno, Οιδίποδας; en latín, Oedipus: «pies hinchados»​) era un rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta que, sin saberlo, mató a su propio padre y desposó a su madre.

Edipo, airado, mató al auriga con su lanza y dejó que Layo se enredara en las riendas y muriera arrastrado. Sólo escapó de la matanza un guardia que echó a correr hacia Tebas. Cuando los tebanos se enteraron de que Layo había muerto, nombraron a Creonte regente del trono de su hermana Yocasta.

Layo debió huir y fue recibido en el reino de Pélope. Allí, una pasión equívoca por del hijo el rey, Crisipo, acarreó las futuras desgracias; requirió al joven, fue desdeñado y se unió a él por fuerza, provocando su suicidio. Pélope, entonces, lo maldijo.

El complejo de Edipo se manifiesta en los niños en las primeras etapas de desarrollo. El niño comienza a situarse como un hombre y se enamora de su propia madre, ya que es la primera mujer más cercana a él en su vida.

Una de las teorías establece que Crisipo de Solos fue preso de vértigos al haber bebido vino sin diluir en una fiesta y esto le provocó la muerte. Luego se dice que le dijeron que le diera al burro una copa de vino puro y entonces murió de un ataque de risa.

Hombre que cuida demasiado de su arreglo personal, o se precia de atractivo, como enamorado de sí mismo.