¿Qué impuestos paga una sociedad en España?

El Impuesto de Sociedades Anualmente, los modelos que se deben presentar en Hacienda son el 180, 190 y 193. Mensualmente habrá que presentar el 111, 115 y 123. Estos son impuestos que tratan sobre retenciones de rendimientos de trabajo, alquiler de inmuebles y capital inmobiliario, entre otros.

Impuestos sobre Sociedades

El tipo general aplicado es del 25%, aunque las reducciones son notables y el tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades en 2022, según la Agencia Tributaria, se estima en un 20,5 % si se calcula sobre la base imponible y en el 9,4 % si se hace sobre los beneficios.

Tipo de gravamen general: 25 %. Entidades de reducida dimensión: 25 %. Microempresas: 25 %.

Una Sociedad Limitada esta sujeta a costes fiscales como el Impuesto de Sociedades (IS), que es un tipo general del 25%. Además, como los propietarios de una SL actúan como personas jurídicas, así que los ingresos de la sociedad no afectan a su declaración del IRPF.

Novedades en el Impuesto sobre Sociedades 2023. Una de las principales novedades fiscales incluidas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado del año 2023 es la rebaja en tipo del impuesto de sociedades del 25% al 23% para sociedades y entidades que facturen menos de un millón de euros.

Sería como un equivalente al IRPF en personas físicas. La gran pregunta es: ¿cuánto se paga por el Impuesto sobre Sociedades? Aunque es difícil de calcular y se recomienda consultarlo con un asesor para poder preverlo, el tipo impositivo general para este impuesto es de un 25%.

Pero, ¿qué impuestos paga una Sociedad Limitada Unipersonal? Mientras que los trabajadores autónomos aplican un gravamen progresivo (el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas o IRPF, del 15 al 46%), la SLU afronta un impuesto fijo al 25% (el Impuesto de Sociedades).

Más impuestos con pocos beneficios: cuando se obtienen pocos beneficios, la SL suele tener que pagar más impuestos respecto al autónomo persona física.

Los costes de gestión de los autónomos tienden a ser más bajos que los de las sociedades, esto se debe a que su manejo contable es más sencillo. Además si aplicas la tarifa plana, la cuota de autónomos durante el primer año es de 60 euros mensuales y el segundo año puedes disfrutas de bonificaciones del 30 y el 50%.

Entidades exentas del Impuesto sobre Sociedades:

Entidades sin fines de lucro (fundaciones, asociaciones, etc). Uniones, federaciones y confederaciones de cooperativas. Colegios profesionales, asociaciones empresariales, cámaras oficiales y sindicatos de trabajadores. Fondos de promoción de empleo.

A partir de 1 de enero de 2023 se introduce un tipo de gravamen reducido del 23% para las entidades cuyo importe neto de la cifra de negocios del período impositivo inmediato anterior sea inferior a 1 millón de euros.

A partir de qué facturación interesa pasar de autónomo a Sociedad Limitada. De manera general podría decirse que cuando se cumpla alguna de estas condiciones: Tus ingresos anuales superan los 40.000 €. Tienes un volumen de facturación superior a 100.000€ o más de 5 trabajadores.

¿Cuáles son los gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades?

Expedir tus facturas electrónicas. Llevar tu contabilidad. Presentar tus Declaraciones Mensuales, Declaración Anual y Declaraciones Informativas. Formular tu estado de posición financiera y levantar el inventario de existencias al 31 de diciembre de cada año.

El autónomo societario tributa por una cantidad fija (independientemente de sus ingresos reales), mientras que el autónomo habitualmente declara (y paga) IVA e IRPF en función de su facturación.

Se aplicará en el primer periodo impositivo en que la base imponible resulte positiva (y por tanto nos obligue a pagar el impuesto de sociedades) y en el siguiente. Tipo del 15% por la base imponible comprendida entre 0 y 300.000 euros. Tipo del 20% por la base imponible restante.

Una sociedad limitada debe tener siempre, al menos, un trabajador (con permiso de trabajo en España) que deberá cotizar a la Seguridad Social. Es posible que inicialmente, si constituyes una empresa en España no quieras o no puedas contratar a nadie, por lo que el trabajador puede ser el mismo administrador de la SL.

Ventajas de una Sociedad Limitada Nueva Empresa

Permite una rápida constitución y una mayor agilización en los trámites. Su denominación social se puede modificar de forma gratuita durante los tres meses siguientes a su creación. Su constitución se puede realizar tanto de forma presencial como telemática.

Si eres socio capitalista o trabajador de una Sociedad Limitada estás obligado a darte de alta como autónomo si: Eres propietario de más de un 50% del capital aunque no ejerzas labores de gerente, siempre que realices funciones para la sociedad.

¿Qué es mejor una SL y SLU? No podemos afirmar que una tenga más ventajas que la otra, pues son prácticamente iguales. La responsabilidad es limitada en ambas, y es lo que lo diferencia de los autónomos.

Pongamos que ser rentable significa tener un salario por encima o similar al salario mínimo interprofesional (SMI). En ese caso, vamos a contar que ser autónomo es rentable cuando se ganan alrededor de 1.000€ netos mensuales.

Teniendo eso en cuenta, la cuota mínima que puede pagar un autónomo societario en 2023 es de 310€, mientras que la máxima es de 1375€ al mes.

Básicamente, la diferencia entre hacerlo de un modo u otro radica en que cuando se ejerce una actividad como autónomo, no hay una separación entre el patrimonio empresarial y el personal. Sin embargo, cuando se hace mediante una sociedad limitada, se crea una entidad con personalidad jurídica propia.

Ser administrador sin ser socio

Actualmente es posible ser administrador sin ser autónomo. Para ello hay que cumplir con la premisa de realizar funciones de gestión en la sociedad que se administra, que estas estén remuneradas (con nómina) y además, no superar el 25% de las participaciones de la misma.

El impuesto de sociedades no es más que el IRPF, ni viceversa, son impuestos totalmente diferentes, lo único que tiene en común que gravan las rentas que obtenemos, uno está creado para las personas físicas y el otro para las jurídicas.

Esta infracción leve conlleva una sanción que consistirá en multa pecuniaria fija de 200 euros. En definitiva, si nos hemos dado cuenta antes de que sea demasiado tarde, la sanción de la que estamos hablando es de 100 euros. Eso sí, seguro que el año que viene no nos vuelve a ocurrir.

Los gastos que podemos deducir sin necesidad de disponer de factura (aunque sí de un justificante) son: Salarios y seguros sociales. Los salarios se justifican con la copia de la nómina firmada por el trabajador o la transferencia bancaria que identifique el destinatario, el periodo y el importe.