¿Qué insectos viven debajo del agua?

Al menos 14 grupos de insectos presentan especies de vida acuática. Entre ellos se encuentran las libélulas y caballitos del diablo, moscas de mayo, moscas de las piedras, chinches acuáticas, escarabajos acuáticos y otros.

Los escarabajos giratorios, los barqueros acuáticos y los zancudos utilizan el lago toda su vida . Las libélulas, por ejemplo, viven en el agua durante su etapa de ninfa. Se deslizan por el fondo del estanque, comiendo pececillos y otros insectos.

Los quironómidos, que se parecen a los mosquitos o zancudos pero no chupan sangre, comúnmente se manifiestan en las áreas de tratamiento de aguas servidas y a lo largo de las orillas de lagos. Muchas veces se puede ver los quironómidos en grandes enjambres apareándose encima del agua.

Los escorpiones de agua (Hemiptera: Nepidae) y los gusanos de cola de rata (larvas de una mosca sírfido) son dos ejemplos más de insectos acuáticos que tienen tubos de respiración parecidos a un snorkel. Muchas plantas acuáticas mantienen su flotabilidad almacenando oxígeno (un producto de desecho de la fotosíntesis) en vacuolas especiales.

Por lo que respecta a las inmersiones, algunas cucarachas pueden llegar a sobrevivir hasta 30 minutos bajo el agua sin tomar aire.

Las moscas de la fruta hembras producen una feromona que se queda impregnada en el exterior de su cuerpo. Por eso, si el insecto se cuela en una bebida, esta sustancia química puede cambiar el aroma y el sabor del líquido y hacer que se vuelva desagradable.

Las chinches acuáticas gigantes son depredadoras voraces que comen de todo, desde patitos hasta serpientes venenosas, según sostiene un nuevo estudio que reúne décadas de investigación sobre los insectos acuáticos.

Los animales acuáticos son aquellos animales que viven todo el tiempo o gran parte de su vida dentro del agua, sea dulce o salada. Pueden respirar el oxígeno disuelto en el agua (a través de las branquias o de la piel) o lo pueden respirar del aire (a través de los pulmones).

Se conoce comúnmente como el barquero de agua, un bicho común de agua, miembro de la familia “Corixidae”. La orden “Hemiptera” se clasifica en más de 300 especies del barquero acuático. Se encuentran en un gran número en todo el mundo y se ven comúnmente en aguas fijas o corrientes como estanques, lagos, ríos, etc.

En líneas generales para evitar la presencia de insectos en la piscina emplea un porcentaje de cloro adecuado. O bien instala un sistema de electrolisis salina. La sal usada en la electrólisis puede eliminar la tensión superficial del agua. Ello impide que las patas de los insectos floten en el agua.

Las larvas viven en el agua. Salen de los huevos de mosquito. Este proceso tiene lugar cuando los huevos quedan cubiertos por agua (de la lluvia o de un rociador). lo que a veces se las llama “saltarinas”.

Las larvas de mosquito, llamadas “retorcidas”, son acuáticas, con cabeza y tórax grandes y abdomen estrecho, parecido a un gusano ; Por lo general, cuelgan justo debajo de la superficie del agua y respiran aire a través de tubos al final del abdomen. Cuando se les molesta, se retuercen hacia abajo.

A diferencia de las larvas acuáticas, estos insectos adultos no tienen branquias y, por tanto, no pueden respirar bajo el agua. Los insectos no tienen pulmones como los humanos. En cambio, toman oxígeno a través de pequeños agujeros o espiráculos a los lados de sus cuerpos cuando están en la superficie.

Resumen. ¿Por qué los mosquitos se paran sobre el agua y no se hunden o una aguja de coser que es de acero, no se hunde? La respuesta está en la tensión superficial del agua y en el ángulo que forma el agua con las patas del mosquito o con la aguja.

Gorgojos, comején, grillos, hormigas arrieras y los grillos son algunas de las especies, que a pesar de las extremas condiciones que vive el país, sobreviven y hacen presencia en los predios.

Un zifio de Cuvier o ballenato de Cuvier ha marcado un nuevo récordde inmersión más larga de un mamífero marino al estar bajo el agua 3 horas y 42 minutos. Este mamífero marino destaca por su capacidad buceadora y es capaz de descender hasta 3.000 metros de profundidad en sus inmersiones.

Debido a la tensión superficial los pequeños insectos pueden posarse o caminar sobre el agua; si colocas con cuidado una hoja de rasurar o una aguja en forma horizontal, sobre la superficie de un líquido, podrás ver que no se hunde.

Cuando llegan las fuertes lluvias, las arañas se retiran a sus madrigueras impermeables, pero si se inundan, pueden refugiarse en una armadura de burbujas de aire y resistir hasta seis horas de inmersión completa.

En el caso de las moscas rondaba los 3 minutos y en el de los grillos era de minuto y medio». Esta resurrección tras ahogamiento es posible en insectos que no cuentan con respiración pulmonar, sino aérea.

Físicamente, a la persona que se traga un mosquito no le pasa nada; ni siquiera se da cuenta de ello la mayoría de las veces, por eso no se suele decir "me he comido un mosquito" sino "me he tragado un mosquito". EL pobre mosquito morirá digerido.

Puede tener alguna reacción intestinal, por lo que debe de mantenerlo en vigilancia de la presencia de diarrea, fiebre y otra sintomatología que sugiera un proceso infeccioso viral, bacteriano o parasitario, asi como vigilar las características de sus heces.

Su picadura es venenosa y la usan para someter a sus presas. Cuando muerden a un ser humano, su saliva produce un dolor similar al de una quemadura, que puede durar varias horas.

Las chinches acuáticas gigantes son depredadoras voraces que comen de todo, desde patitos hasta serpientes venenosas, según sostiene un nuevo estudio que reúne décadas de investigación sobre los insectos acuáticos.

Algunos de los pequeños artrópodos que pican o muerden pero no penetran o viven dentro de la piel incluyen piojos, chinches, los mosquitos, las moscas negras, "punkies" (una mosca pequeña que pica o muerde), ácaros de aves o roedores y ácaros de paja.

El diablo negro (Melanocetus johnsonii) es un rape abisal de 20 centímetros que se alimenta principalmente de crustáceos. Habita las profundidades marinas de entre 1.000 y 3.6000 metros, llegando a alcanzar incluso los 4.000. Posee una apariencia que algunos consideran temible, además de un aspecto gelatinoso.

El pez caracol Mariana Hadal (Pseudoliparis swirei) ha sido visto a una profundidad de hasta 26,831 pies, más de 5 millas debajo de la superficie, en la Fosa de las Marianas. Este hábitat, llamado zona abisal, da nombre al pez.