¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando envejecemos?

Los músculos, el hígado, los riñones y otros órganos pueden perder algunas de sus células. Este proceso de pérdida de masa muscular se denomina atrofia. Los huesos pueden perder algunos de sus minerales y se vuelven menos densos (una afección llamada osteopenia en etapas tempranas y osteoporosis en etapas tardías).

Con los años, se produce una acumulación de daños en las células de nuestro organismo. Por ello, muchas de ellas comienzan el proceso de senescencia celular, pudiendo causar fallos en los diferentes tejidos. Cada tejido y órgano dispone de una cantidad limitada de células madre.

Por tanto, la piel es el primer anunciador de la vejez: sus pliegues forman arrugas, hay sequedad, aspecto apergaminado y manchas pigmentadas, dada la atrofia de la epidermis, con su pérdida de flexibilidad y tonicidad.

El número de células en los testículos, los ovarios, el hígado y los riñones disminuye de forma notable con la edad. Cuando el número de células llega a ser demasiado bajo, el órgano no funciona con normalidad. Por ello, la mayor parte de los órganos funcionan peor con la edad.

Puede acompañarse de comezón, tirantez o erupciones cutáneas. Por otra parte, a partir de los 25 años, los primeros signos del envejecimiento se hacen evidentes en la superficie. Los más visibles son líneas finas y arrugas, la pérdida de volumen y la pérdida de densidad. No obstante, no todos los cambios son visibles.

No se puede definir a ciencia cierta una edad fija en la que la piel empieza a envejecer ya que depende de cada persona y de su contexto. Sin embargo, los expertos han marcado los 25 como una edad orientativa, ya que la piel pierde densidad y se empiezan a notar las primeras arrugas.

Entre los cambios que se pueden presentar a partir de los 60 años está una disminución de la agudeza visual y auditiva, también se pueden presentar afectaciones en la masa ósea y muscular, y las articulaciones también sufren de rigidez. Otro factor que afecta a las personas mayores de 60 años es la incontinencia.

Células adiposas: escisión nuclear sin replicación

En este sentido, el equipo encontró que “los tipos celulares que envejecen más rápido son las células grasas y las del hígado, que constituyen los principales tejidos de control del metabolismo.

Fumar, beber alcohol, maquillarse demasiado, vivir con estrés o llevar una vida sedentaria son algunos de los hábitos que te hacen envejecer más rápido.

El cambio de nuestro cuerpo se nota a los 34 años (edad adulta joven), 60 (edad mediana tardía) y 78 (vejez).

Hacer ejercicio con regularidad. Consumir una dieta saludable que incluya frutas y verduras, granos enteros y la cantidad correcta de grasas sanas. Reducir el consumo de alcohol. Evitar los productos del tabaco y las drogas ilícitas.

Por ello, para prevenir y retrasar el envejecimiento es fundamental seguir una alimentación saludable (ajustada a las necesidades de cada persona), realizar ejercicio físico regularmente y controlar el estrés.

A medida que nuestro cuerpo envejece, algunas funciones se vuelven menos eficientes de lo que eran antes: nuestro sistema digestivo es una de ellas. Un sistema digestivo menos eficiente puede hacer que se absorban menos nutrientes de los alimentos que comemos.

El envejecimiento se nota sobre todo en la pérdida del volumen y en su distribución en la cara, dice la doctora Placer. En la cara hay muchos compartimentos grasos, situados en distintas capas, unas más superficiales que las otras.

La vejez es una etapa de vida que comienza a los 60 años y es considerada la última etapa de vida y forma parte del envejecimiento. Para quienes trabajamos con y para personas mayores será indispensable que contemos con una idea clara de estos conceptos.

Enfermedades más frecuentes en los adultos mayores

Evitar el sedentarismo es crucial para que el cuerpo no envejezca tan rápido

¿Qué se puede hacer al respecto? Mantener lazos fuertes con familiares y amigos.

Las arrugas, una parte natural del envejecimiento, son más prominentes en la piel expuesta al sol, como la cara, el cuello, las manos y los antebrazos.

La principal causa por la cual nuestra cara envejece reside en los huesos faciales y los cambios que estos sufren a lo largo de los años. Por eso las personas que tienen una buena estructura ósea, es decir, buenos pómulos o maxilares, envejecen mejor ya que la piel tiene mejores cimientos para evitar su descolgamiento.

La zanahoria es una de las mejores verduras para rejuvenecer la piel, que destaca por ser el alimento con mayor cantidad de betacarotenos, una sustancia antioxidante que nuestro cuerpo transforma en vitamina A, la cual es indispensable para la buena salud de la piel.

Exposición solar: es el principal factor externo de envejecimiento (de hecho, en muchos casos, provoca más signos de envejecimiento que el propio paso del tiempo), y el daño que genera una exposición prolongada a los rayos UV es el gran responsable de la aparición de manchas.

Estos son los hábitos más dañinos para la piel que debes tratar de evitar en tu rutina diaria:

¿Cómo mantener la piel joven y sin arrugas?

Es importante resaltar que existen otros suplementos que pueden ayudar a disminuir los síntomas del envejecimiento como la vitamina D, el DHA, el Ubiquinol, la Quercetina y el Zinc.

Cómo Rejuvenecer la Piel a los 40 Años Consejos Fundamentales

1. Rutina diaria de limpieza. Al levantarte y antes de dormir, hay que limpiar la piel de posibles impurezas que hayan quedado.
2. Hidratación.
3. Uso de productos adecuados para cada necesidad.
4. Vida saludable.