¿Qué les gusta a las yeguas?

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El sistema digestivo de los caballos necesita una alta cantidad de fibra, por eso se alimentan principalmente de hierba, forraje, heno y paja. Pero en su dieta también se pueden incorporar los cereales, las frutas y las verduras.

Es fundamental que la mayor parte de la alimentación de caballos sea forraje, es decir, heno, alfalfa, paja o pasto. Estos son carbohidratos esenciales para su organismo. Lo recomendable es que consuman entre 6 y 9 kg diarios. O el equivalente al 1 o 2 % de su peso corporal en heno.

Hay alimentos que pueden dificultar su digestión y hacer que aparezcan cólicos. Por ejemplo: cebolla, aguacate, brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo o ajo. En este último caso, se les pueden dar pequeñas cantidades como suplemento alimenticio.

La alfalfa, por su alto aporte nutritivo y proteico, es un alimento que no puede faltar en la dieta de los caballos de carreras. Además, es muy rica en vitaminas A, D y E.

Frutas que NO puede comer un caballo

Los albaricoques (Prunus armeniaca), los melocotones (Prunus persica) y las endrinas (Prunus spinosa) tienen el peligro en su interior. La parte carnosa no es tóxica, pero la semilla del interior del hueso sí.

Resumiendo, no hay problema en alimentar con pan, si lo hacemos en pequeñas dosis, porque no es tóxico, pero no se debe usar como producto único a combinar con el forraje.

Zona placentera predilecta en el vientre: entre las patas delanteras, y justo detrás de ellas. Además, muchos caballos disfrutan cuando los frotan vigorosamente con la palma de la mano el pelaje que está bajo el estómago, siempre que no tengan cosquillas.

Solo con una alimentación suficiente y adecuada, que además sea de calidad, nuestro caballo será feliz, ya que su digestión se verá favorecida de la mejor manera posible. ¿Sabías que el caballo necesita unos 2 días para digerir lo que ha consumido? ¡Precisamente por eso es fundamental elegir los productos adecuados!

Las golosinas que aquí tenemos son saludables y apetitosas. La mayoría de caballos disfrutan con una manzana o una zanahoria. Así de fácil. Las golosinas preparadas que aquí tenemos son caramelos para caballos con una mezcla de alto valor nutritivo con minerales, vitaminas y cereales.

Un ejemplo de éstos pueden ser el brócoli, las coles de bruselas, el repollo o la coliflor. Por otro lado y habiendo explicado lo anterior, la carne, el pescado o los lácteos son de los alimentos más peligrosos para nuestros animales, ya que son incapaces de tolerarlos.

El salvado de arroz es muy rico en aceites y por tanto es una importante fuente de energía de liberación lenta, lo que evita esos picos de glucemia que calientan a los caballos.

Los caballos pueden pasarse más de 15 horas pastando. Cuando están al aire libre comen poco a poco, razón por la cual una sola ingesta al día puede trastocar su sistema digestivo. Dale raciones pequeñas 3 o 4 veces al día. Y, si puedes aumentar las tomas, hazlo: el animal te lo agradecerá.

La mejor forma de atraerle será presentándole unas golosinas o cualquier alimento que sepa que resulta de su agrado. El caballo se le acercará y podrá usted pasarle el ronzal antes de que se dé cuenta de sus intenciones.

La zanahoria también es muy interesante para los equinos, porque contiene mucha vitamina A. ¿Y cuántas zanahorias puede comer un caballo? Pues no más de tres diarias.

Buen forraje: importante para su caballo

La alfalfa tiene un mayor valor nutricional que la hierba. La alfalfa contiene más biotina que la hierba, lo que garantiza un mejor desarrollo del cuerno del casco. Y el alto contenido de caroteno asegura una buena resistencia, crecimiento y fertilidad del caballo.

¿Cuáles les encantarán? Eso sí, los caballos no pueden comer cualquier fruta o verdura. Eso lo debéis de tener claro desde el primer momento. Recordad que si decides darle este tipo de alimentos, deberá de ser en trozos y, sobre todo, no darle huesos o corazones de la fruta, como el de la manzana, por ejemplo.

A los equinos les gusta comérselas con piel. Y mejor dárselas partidas, para facilitar la masticación y posterior digestión.

Si un caballo no come, puede ser porque no le gusta su comida, porque tiene un problema de salud, por estrés, por un problema social etc.

El agua es el nutriente más importante. Un caballo puede vivir varias semanas sin comida, pero dos o tres días sin agua pueden provocar graves complicaciones e incluso la muerte.

Lo ideal es aplicar una dieta a base de piensos, en combinación con heno y paja. Así se garantiza que todos sus requerimientos nutricionales están cubiertos y al mismo tiempo dispone de una buena cantidad de fibra. Los suplementos vitamínicos son otra opción válida.

La inclusión del aceite en la dieta de nuestro caballo le aporta energía fría de larga duración. Esto es: fría, porque no va a suponer una energía que excite al animal; y de larga duración, porque el trabajo que realice necesitará un nivel alto de energía durante un largo periodo de tiempo.

Si el dolor persiste, puesto que también es leve o intermitente pueden ser agujetas, deberás llamar a tu veterinario de confianza. En general, un caballo no siente dolor al ser montado, por lo que no tienes que sentir pesadumbre por ello.

El apareamiento puede realizarse de forma natural, con el semental y la yegua destinada a la cría libres en el mismo corral. Para aumentar las posibilidades de fecundación, es aconsejable presentar el semental a la yegua varias veces. También puede ser asistida, con la ayuda de un semental y personal competente.

La cantidad de yeguas que puede cubrir un caballo mediante monta natural depende fundamentalmente de su edad: Los caballos jóvenes (de 3-4 años) pueden dejar preñadas a 20-30 yeguas por temporada reproductiva.

Como animales grupales que son los caballos se comunican con los ejemplares del grupo y con los humanos a través de un sofisticado y complejo lenguaje de gestos, movimientos y sonidos a través de los cuales transmiten sus sentimientos, emociones y miedos.

Protectores, campanas y vendas: imprescindibles para proteger al caballo. A la cuerda es más fácil que el caballo quiera dar alguna alegría, con las campanas evitamos la posibilidad de un alcance y que se arranque la herradura.