¿Que les impone Bernarda a sus hijas?

El comportamiento que impone Bernarda a sus hijas se corresponde, de una parte, a su condición de mujeres y, de otra, a su nivel económico acomodado. No sólo se distingue el trabajo de hombres y mujeres, sino que también se alude a la desigualdad entre hombres y mujeres ante la ley.

Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión. Se trata de la exageración de una costumbre real, de una tradición llevada a extremos increíbles.

Si en la obra teatral La casa de Bernarda Alba Federico García Lorca concibió a una protagonista principal, Bernarda, que impuso ocho años de luto a sus hijas tras enviudar de su segundo marido, Los Rufino permanecieron muertos en vida y enlutados durante más de ocho décadas.

Prudencia, una mujer de cincuenta años y amiga de la familia Alba, habla sobre su hija desobediente y Bernarda dice que las niñas desobedientes son enemigas y no son hijas. Mientras las mujeres comen, Amelia derrama la sal, que es un símbolo de mala suerte.

Bernarda después de pegar a Martirio, ordenó a sus hijas que se acostaran mientras ella y La Poncia se quedan hablando. Hablaron sobre sus hijas y La Poncia le contó que había en el pueblo una mujer que acababa de tener un hijo pero que no sabia quien era el padre y por eso lo había matado.

La Casa de Bernarda Alba es una obra intensa y trágica que explora temas como la opresión, la represión sexual y la lucha por el poder en una sociedad patriarcal. A través de la historia de Bernarda y sus hijas, Lorca nos muestra cómo la falta de libertad y la represión pueden conducir a la desesperación y la tragedia.

En la obra de Casa de Bernarda Alba, Lorca intenta denunciar la marginación de la mujer en la sociedad de su época.

Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que vayan a la fiesta.

Esto lo vemos reflejado al final del tercer acto, también se refleja la importancia de la moral conservadora, a pesar de la muerte de Adela, lo que le preocupa a Bernarda es hacer entender que su hija ha muerto virgen: Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio!

Adela se retira a su habi- tación para expiar la culpa de haber desobedecido a la moral de su familia y del pueblo. De esta manera, elige ella morir para no sufrir el mismo destino que la hija de la Librada. Adela, entonces, es el personaje femenino por definición dentro de la casa de Bernarda.

De hecho, ella parece haber anulado a su marido, el difunto Antonio María Benavides, quien quizá sólo le haya servido para darle cuatro hijas. Tanto es así, que ella es la que siempre toma las decisiones, y él se tuvo que refugiar en las caricias de la criada.

Por ejemplo, en 'La casa de Bernarda Alba', la primera palabra que pronuncia Bernarda es “silencio”, y también es la última.

La llegada de Pepe el Romano para casarse con Angustias, la mayor de las hermanas, mientras mantiene una relación con la más joven, Adela, ante los ojos escandalizados de Martirio, enamorada en silencio de él, provocará la envidia de las hermanas y conducirá al fatídico final.

Bernarda se convierte enojada, porque su hija mayor, Angustias, estaba espiando en los hombres y escuchando a su conversación. El acto termina con María Josefa tratando de escapar y exclamando que quiere salir a su pueblo a casarse con un varón, a la orilla del mar.

En el primer responso se desmayó la Magdalena. CRIADA.- Es la que se queda más sola. LA PONCIA.- Era la única que quería al padre.

Bernarda es muy fría y estricta con todas sus hijas. Las obliga a pasar ocho años encerradas en casa por la muerte del segundo marido, Antonio. Las hijas le tienen mucho respeto a su madre, pero cuando Bernarda les impone el castigo de ocho años , se sienten indignadas con su madre.

Esta libertad le es tan preciada que prefiere morir a vivir sin ella. Por lo tanto, el mensaje moral de la obra se puede interpretar como que uno ha de defender su libertad ante todo.

Esta obra refleja la situación de las mujeres en el siglo XX. Inmersas en una sociedad patriarcal, ellas no pueden ser libres de tomar sus propias decisiones, ya que deben cumplir con los mandatos sociales establecidos. Esta represión está representada en el escenario donde transcurre la obra, la casa.

(Algunos estudiosos han visto valores simbólicos en los nombres de los personajes de La casa de Bernarda Alba: Bernarda Alba, simboliza fuerza y blancura; temperamento y obsesión por las apariencias; Angustias, personaje triste y apagado; Magdalena, con tendencia al llanto; Adela, de carácter noble; etc.)

​ En el acto segundo de la obra, Martirio roba el retrato de Pepe que tiene Angustias y lo pone entre las sábanas de su cama. Después de decir Angustias que no lo tiene, la Poncia encuentra el retrato y le informa a Bernarda. Martirio responde que solamente es una broma hacia Angustias.

Angustias, la hermana mayor, es una mujer enfermiza que ve la ocasión de escapar del yugo materno cuando Pepe le pide matrimonio; no obstante, deberá enfrentarse a Martirio, enamorada de Pepe, y a la hermana pequeña, Adela, cuyo espíritu rebelde le impide asumir su rol y evita renunciar a Pepe, con quien se ve de noche ...

¿Qué demanda Bernarda al final del acto? Adela se suicidio porque pensaba que Pepe estaba muerte. Pepe en realidad escapo en su cabello. Bernarda demanda silencio y que Adela está enterrado como una virgen.

Angustias, hija de Bernarda, 39 años. Magdalena, hija de Bernarda, 30 años. Amelia, hija de Bernarda, 27 años. Martirio, hija de Bernarda, 24 años.

qué pasó con Valentina. acaba de descubrir que su padre. es Esteban.

En cuanto al contexto histórico y político, pertenece al comienzo del siglo XX, marcado por el desastre del 98. Se trata de una época convulsa políticamente, en la que se suceden diversos regímenes (Reinado de Alfonso XIII, dictadura de Primo de Rivera, Segunda República) hasta desembocar en la Guerra Civil en 1936.

Pepe codicia casarse con Angustias, la heredera de la fortuna, pero ama a Adela, la menor.

Adela da un abanico con flores rojas y verdes, también se pone en una escena su vestido verde, ignorando el luto y pidiendo así su libertad. No solamente representa la ceguera de ésta hacia la verdadera situación, sino que representa su poder.