¿Qué meses del año no se debe comer mariscos?

Muchos se toman al pie de la letra la recomendación de no consumir ni comprar marisco entre mayo y agosto.

Los mariscos son un alimento que se come muchísimo en la temporada de verano, sin embargo desde hace tiempo se volvió popular la creencia popular de que no se debe de comer estos alimentos marinos durante los meses que no tengan la letra “r” en su nombre (es decir, de septiembre a abril); a continuación te contamos ...

Realmente es un mito, y te vamos a explicar por qué:

No hace falta remontarnos mucho en el tiempo hacia atrás para darnos cuenta que los métodos de refrigeración no eran muy fiables, y que en épocas de calor conservar el marisco fresco era realmente difícil. De ahí el dicho, que los meses sin R no son para el marisco.

Tanto pescados como mariscos deben de tener un olor, fresco a mar. Evita comprarlo cuando el mal olor o putrefacción es intenso y comienza a ser notorio.

Los niños más pequeños también pueden comer pescado. Puede incorporar alimentos nutritivos como el pescado para complementar la leche materna o la fórmula para bebés en la dieta de su bebé una vez que tenga unos 6 meses de edad.

“Las personas que presenten enfermedades hepáticas, alteraciones inmunológicas o problemas gastrointestinales no deberían consumir mariscos crudos”, añade González.

Evitar alimentos lácteos, grasosos, azucarados, cafeína y alcohol, hasta completar la recuperación. Las intoxicaciones por pescados y mariscos , siempre serán de mucho cuidado, por ello deberás acudir con tu médico de cabecera, este sabrá qué hacer y sobre todo qué medicamentos recetar para el padecimiento.

Algunas personas también pueden presentar náuseas, vómitos y diarrea, aunque estos síntomas son mucho menos frecuentes. Intoxicación neurotóxica por mariscos: Los síntomas son muy similares a los de intoxicación por ciguatera. Después de comer almejas o mejillones, usted puede experimentar náuseas, vómitos y diarrea.

De septiembre a abril es la mejor época para consumir este popular molusco que se puede preparar de 1.000 maneras. Jueves, 28 de enero 2021 | Actualizado 23/05/2023 11:42h. Hablar del mejillón es hablar probablemente de uno de los alimentos más populares del mundo.

Si nos dejamos guiar por él dicho popular, el marisco gallego puede comerse sin ningún problema. Cabe destacar qué, es más recomendable consumirlo durante todos aquellos meses que tienen la letra “r” en su nombre. Es decir, estos pueden comerse entre el mes de septiembre y el mes de abril sin mayor problema.

Los lunes por la mañana, salvo excepciones, no hay pescado fresco prácticamente en ninguna pescadería. Mejor optar, en ese momento de la semana, por pescado congelado o por otro tipo de alimento.

En primer lugar fíjate en los ojos, éstos deben de estar un poco salidos, nunca hundidos (símbolo de mal estado), deben de ser esféricos, con la córnea clara y la pupila oscura. Si no cumple alguna de estas características, olvídate de comprarlo.

Además, con carácter general, la temporada de pesca de salmón sin muerte se desarrollará del 20 de marzo al 9 de abril y del 16 al 31 de julio. La resolución también establece que la temporada de pesca de trucha, reo y otras especies distintas al salmón se prolongará desde el 20 de marzo hasta el 15 de agosto.

La raya es un pescado cartilaginoso, es decir, sin espinas, de textura tierna y muy sabrosa. Estos cartílagos le dan mucha jugosidad a la carne y hacen que sea muy fácil comerla. La mejor época para degustar este pescado gallego son los meses fríos de invierno, aunque su temporada se alarga hasta el mes de junio.

Tanto la Fundación Española de Nutrición como la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria recomiendan consumir pescado azul entre dos y tres veces a la semana. De hecho, los expertos en nutrición recomiendan la ingesta de pescado entre 3 y 4 raciones a la semana, siendo al menos dos de ellas de pescado azul.

1- Almejas

Pueden ser consideradas como el marisco más sano. Son ricas en vitaminas de tipo B, en especial B12. La B12 o cobalamina, que es muy buena para metabolizar las grasas, para el sistema nervioso y para el cerebro, así como para la formación de la sangre y de varias proteínas.

Entre los más peligrosos se encuentran las cigalas, las gambas o la langosta. Sin embargo, siempre podemos optar, de vez en cuando, por otros tipos de marisco como mejillones, almejas o berberechos, ya que cuentan con un menor aporte de colesterol a nuestro cuerpo.

En realidad, no hay nada que te impida disfrutar el sabor de tu platillo del mar favorito, ¡a cualquier hora del día! Lo mismo ocurre con el mito de no consumir mariscos en los meses sin “R”.

Gracias a su alto contenido de omega 3, comer pescado estimula la producción de la melatonina, hormona que regula los ciclos del sueño, lo que permite un buen descanso nocturno. Las especies con mayor contenido de esta grasa saludable son el jurel, la caballa, el bonito y la anchoveta; es decir, los pescados azules.

¿Cómo tratan los médicos la intoxicación por ingestión de marisco?

En el caso de los mariscos hay que evitar comer la cabeza de los crustáceos porque pueden contener cadmio. En términos generales, la Fesnad recomienda el consumo de 3-4 raciones de pescado o marisco por semana, procurando variar entre pescados blancos y azules.

Dos razones para moderar el consumo de gambas y langostinos

Vinculados a la diabetes, a problemas nefrológicos y al sobrepeso, además de a ciertas complicaciones con la tensión arterial, la ingesta de gambas y langostinos deben ponerse entre comillas para cierto tipo de personas.

Aunque el marisco posee grasas instauradas muy beneficiosas, su consumo en exceso puede generar colesterol y enfermedades cardiovasculares.

Los mejores mejillones se producen en Galicia, donde la larga trayectoria en el perfeccionamiento de su cultivo y la calidad de las aguas de nuestras Rías garantizan un producto de gran calidad, con unas cualidades nutricionales y un sabor que no encuentran rival en mejillones de otra procedencia.

Si algún mejillón está abierto debemos tirarlo cuanto antes. Otro truco para saber si el mejillón está en buen estado es darle un golpe a la concha, si está levemente abierta, si esta se cierra en seguida significa que está en perfecto estado. Si no reacciona, tíralo a la basura.