¿Qué nos dice el Salmo 121 7 8 sobre la vida?

6 El ^asol no te herirá de día,ni la luna de noche. 7 Jehová te ^aguardará de todo mal;él guardará tu alma. 8 Jehová guardará tu salida y tu entradadesde ahora y para siempre.

Este Salmo nos dice que en Dios sí hay seguridad. Él es más grande que todos los problemas y peligros. No hay nada ni nadie más poderoso que Dios. Es por eso que puedes poner toda tu confianza en él, sabiendo que él puede protegerte y mantenerte seguro.

Tenemos que ver toda nuestra ayuda en Dios; de él debemos esperar que, a su modo y tiempo. Este salmo nos enseña a consolarnos en el Señor, cuando las dificultades y los peligros son mayores.

El protector inquebrantable

El Salmo 121 culmina con estas palabras: “Jehová guardará su salida y su entrada desde ahora y para siempre.” Esta promesa de protección constante es un recordatorio de que Dios es un protector inquebrantable en la vida diaria del lector.

Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.

Puedes hallar mayor paz al tenderle la mano a Jesús y confiarle algunas de tus preocupaciones. Él puede ayudarte a sobrellevarlas cuando no te sientas con fuerzas suficientes. Jesús desea que seas feliz; Él siempre está ahí para dar apoyo en los momentos difíciles.

Este es el segundo de la serie de salmos que se titula: Cántico gradual. Como un cántico entonado por los viajeros, esto es particularmente relevante para la confianza depositada en Dios durante el viaje.

ALZARÉ mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro. 2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 3 No dará tu pie al resbaladero; Ni se dormirá el que te guarda. 4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda á Israel.

Muchos interpretan estas palabras como símbolo de los dioses paganos a los que el pueblo adoraba en los montes o naciones que se podrían encontrar detrás de ellos. Otros lo atribuyen al simple hecho de que David estaba escondido y veía en los montes tal majestuosidad que podría esperar de allí alguna ayuda.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.” Salmos 121:1-2 RVR1960 bible.com/149/psa.121.1-…

El Salmo 121 habla específicamente de un camino difícil, como de un peregrinaje. Se cele- bra al Señor como Aquel que es mi auxilio, el de los peregrinos en el viaje a casa o a la casa de Yahvé. El Señor no duerme, los protege, los guarda en la cuesta y vela por la vida de cada uno.

El rey Saúl y otros quisieron quitarle la vida en diferentes ocasiones. Sin embargo, aun en medio de esas situaciones, David era capaz de declarar: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:1-2).

Aquellos que ponemos nuestra confianza en Dios conviene que recordemos lo que él esta comprometido a hacer por nosotros como nuestro guardador. Acompañándonos en todo momento, interponiéndose entre nosotros y toda especie de mal, conservándonos la vida, y todo esto sin descanso.

No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel. El SEÑOR es quien te cuida; el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.

Salmos 121:4-8 RVR1960

He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

Salmos 86:1-17 DHH94PC

1 (1b) Señor, dígnate escucharme, porque estoy muy triste y pobre; protégeme, pues te soy fiel. Tú eres mi Dios; ¡salva a este siervo tuyo que en ti confía! Señor, ten compasión de mí, que a ti clamo a todas horas. Señor, alegra el ánimo de este siervo tuyo, pues a ti dirijo mi oración.

¿Por qué tenemos pruebas? Las pruebas nos dan la valiosa oportunidad de elegir ejercer la fe. Al orar, podemos pedir ayuda a Jesucristo, quien sabe cómo socorrernos. Él experimentó cada prueba que afrontaremos, sabe perfectamente cómo socorrernos a todos nosotros y nos ama.

7 consejos para superar momentos difíciles en la vida

Salmos 121:1-2 RVR1960

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

Los peligros que nos acechan por momentos, nos suelen ser desconocidos. En muchas ocasiones, el peligro lo tenemos frente a nosotros sin saberlo, porque el peligro se presenta de distintas formas, y no siempre somos capaces de reconocerlo.

Salmos 121:8 RVR1960

Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.

1 El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. 2 Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». 3 Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, 4 pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio.

1 Oh Dios, sálvame por tu nombre,y hazme justicia con tu poder. 2 Oh Dios, oye mi oración;escucha las palabras de mi boca. 4 He aquí, Dios es el que me ayuda;el Señor está con los que sostienen mi vida. 5 Él devolverá el mal a mis enemigos.

1 Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo repita ahora Israel—, 2 si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando todo el mundo se levantó contra nosotros, 3 nos habrían tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros; 4 nos habrían inundado las aguas, el torrente nos habría arrastrado, 5 ¡nos ...

El Señor con frecuencia ha utilizado las montañas como lugares sacros para enseñar a Sus siervos cosas sagradas y darles a conocer Sus obras y Su voluntad para Sus hijos amados. Los templos son el monte de la casa de Jehová en nuestros días.

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