¿Que nos permite el arte?

Como se ve, la función del arte puede resumirse en satisfacer las necesidades estéticas de los seres humanos, mediante obras que proporcionan un placer estético, enriquecimiento espiritual y satisfacción personal a partir de la recreación artística de la realidad en sus diversas formas de expresión.

El arte es el reflejo de la cultura humana, por eso sirve para conservar el patrimonio cultural de un pueblo y transmitirlo de generación en generació. Además, es subjetivo, se expresa en un lenguaje universal y comprensible para cualquier ser humano, ya que apela a nuestros sentidos, emociones y facultad de pensar.

La definición de arte es la manifestación o expresión de cualquier actividad creativa y estética por parte de los seres humanos, donde se plasman sus emociones, sentimientos y percepciones sobre su entorno, sus vivencias o aquello que imagina sobre la realidad con fines estéticos y simbólicos.

El arte lleva al desarrollo integral de la persona humana. Por la función comunicativa, el arte funciona como un canal de comunicación por el que transcurre el intercambio de pensamientos, sentimientos, ideas, sobre el carácter, las características personales del artista y las aspiraciones de las personas.

Genera habilidad de elaboración, comunicación, expresión y lenguaje.

Así, algunos estudios vinculan la práctica artística con el desarrollo de una mayor plasticidad cerebral, además de los beneficios psicológicos. Por estos motivos, el arte se emplea como complemento terapéutico en numerosas dolencias: la música en el Alzheimer o las artes plásticas para controlar la ansiedad.

Menos diversión y alegría. Una de las consecuencias más obvias de vivir en un mundo sin arte ni cultura es la carencia de alegría y diversión. Las producciones artísticas nos brindan un espacio para maravillarnos, deleitarnos y olvidarnos de los problemas cotidianos.

El arte y la cultura se incorporan al ámbito educativo como elementos motivadores para estudiar áreas del conocimiento que no son necesariamente artísticas. Asimismo, se busca fomentar valores éticos y la adquisición de habilidades generales como, por ejemplo, la creatividad o la empatía.

el objeto de estudio de la Historia del arte es la obra de arte como producto resultante de la crea- tividad y actuación humana que se expresa con sus propios códigos y enriquece la visión global de la realidad y sus múltiples formas de hacerse manifiesta.

Para concluir, se revisaron las cinco funciones del arte: simbólica, comunicativa, estética, sociocultural y cultural.

Las emociones estéticas, o emociones de las artes están ligadas al instinto del conocimiento y su satisfacción se percibe emocionalmente. Estas emociones se expresan a través del lenguaje ya que son tan intensas y profundas que deben ser comunicadas, gestionadas y reguladas.

En primer lugar, estudiar arte desarrolla habilidades perceptivas que podemos utilizar para recopilar los conocimientos y la información necesarios para resolver problemas . En segundo lugar, el proceso artístico proporciona un marco en el que resolver problemas.

1) El arte puede ampliar tu perspectiva .

Cuando eres capaz de pensar creativamente, puedes abrirte para encontrar nuevas soluciones en las que de otro modo no habrías pensado. “Es como mirar una imagen al revés, verla tal como es y no simplemente como la imagen que el ojo está “entrenado” para ver.

El arte y el diseño desempeñan un papel central en la búsqueda de materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), fomentando la innovación, el análisis y la evaluación, habilidades que sin duda son valiosas en la escuela y mucho más allá del lugar de trabajo.

Las artes pueden crear un sentimiento de comunidad.

Ponerse en contacto con los demás ayuda a aliviar la soledad y el aislamiento. Esto también se aplica a las residencias de ancianos, donde las actividades artísticas pueden ayudar a aumentar las interacciones sociales entre los residentes y el personal, lo que puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar.

Arte y Emoción. Una característica central de las experiencias estéticas es su capacidad para despertar emociones en quienes las perciben. Es natural experimentar alegría, el placer estremece la columna vertebral, el asombro ante obras de arte grandiosas o, a veces, incluso emociones negativas de miedo, ira o disgusto frente a estímulos visualmente desafiantes...

El arte fomenta las reacciones emocionales en las personas que disfrutan de él. Del mismo modo también favorece el desarrollo de la imaginación y en relación a esto, la capacidad de reflexión y de comunicación, así como la creatividad.

El arte recrea la realidad, dice Proust: sabemos que la realidad designa lo real mismo; de alguna manera, lo admitido como real. Lo que importa comprender bien, en última instancia, es que sea preciso recrear la realidad. Aquí, recrear no puede tener más que un sentido: el de reconstituir lo que se deshace.

El arte nos facilita el poder promover una reflexión sobre la realidad, nos favorece la manera de pensar y actuar que tenemos, además de fomentar el propio desarrollo personal. Por esta razón, es fundamental llevar a cabo situaciones que lleve a los alumnos a reflexionar sobre estos valores dentro del aula.

La incorporación del arte en la oficina no solo estimula la creatividad y mejora el bienestar individual y colectivo sino que, según sugiere la investigación, puede aumentar significativamente la productividad, especialmente cuando se invita a los empleados a participar en el proceso de selección de las obras.

El arte influye en la sociedad cambiando opiniones, inculcando valores y traduciendo experiencias a través del espacio y el tiempo . Las investigaciones han demostrado que el arte afecta el sentido fundamental de uno mismo. A menudo se considera que la pintura, la escultura, la música, la literatura y otras artes son depositarias de la memoria colectiva de una sociedad.

Los pensadores y creadores creativos brindan a sus comunidades alegría, interacción e inspiración , pero también brindan una crítica reflexiva de nuestros sistemas políticos, económicos y sociales, empujando a las comunidades a participar de manera reflexiva y dar pasos hacia el progreso social.

Mirar el arte del pasado contribuye a quiénes somos como personas . Al observar lo que se ha hecho antes, recopilamos conocimiento e inspiración que contribuyen a cómo hablamos, sentimos y vemos el mundo que nos rodea.

“El arte puede elevar al hombre desde el estado de fragmentación al de ser total, integrado. El arte permite al hombre comprender la realidad y no sólo le ayuda a soportarla sino que fortalece su decisión de hacerla más humana, más digna de la humanidad. El arte es, en sí mismo, una realidad social.”

El arte puede cumplir diversas funciones, según la voluntad del propio artista o la interpretación que de la obra haga el público. Imitativa, económica, comunicativa, simbólica, estética.

A menudo, las emociones se asocian con un momento, un objeto, una persona o un lugar. Las emociones trabajan dentro del cuerpo y la mente para decirnos qué es seguro y qué no. El arte a menudo inspira estos sentimientos dentro de nosotros, conectando momentos pasados ​​y nuevos recuerdos, o brindándonos una mirada a la visión del artista .

Cada vez hay más pruebas en la medicina de rehabilitación y en el campo de la neurociencia de que el arte mejora la función cerebral al afectar los patrones de ondas cerebrales, las emociones y el sistema nervioso . El arte también puede elevar los niveles de serotonina. Estos beneficios no solo se obtienen al hacer arte, sino que también se obtienen al experimentar el arte.