¿Qué parte de la alcachofa es medicinal?

El receptáculo floral y la base de sus brácteas son comestibles. La parte de la planta que contiene los principios medicinales es la hoja que se desecha en alimentación.

Los beneficios de la alcachofa

La alcachofa tiene propiedades antiinflamatorias. Favorece la digestión, mejora el bienestar intestinal y la regularidad. La inulina de achicoria mantiene una flora intestinal sana. Tiene propiedades diuréticas y contra el colesterol.

El tallo de la alcachofa es una fuente rica de fibra y nutrientes, incluyendo vitaminas y minerales como el hierro, calcio y magnesio. También es bajo en calorías y grasas, lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan mantener una dieta saludable y equilibrada.

La infusión de alcachofa se prepara fácilmente. Hierve en un cazo el equivalente a una taza de agua y cuando entre en ebullición, añade unas cuantas hojas de alcachofa y diente de león. Mantén hirviendo durante tres minutos. Luego apaga el fuego y deja en reposo otros tres.

Tampoco es recomendable que lo tomen personas con síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn, hiperpermeabilidad intestinal u otras enfermedades que estén relacionadas con vientre hinchado, flatulencia o disbiosis intestinal.

Tanto si la has preparado a la brasa, como al microondas, las primeras hojas de la alcachofa las debes comer con las manos, mordiendo la parte más carnosa de la hoja, que es la inferior, y dejando la otra parte, más fibrosa, a un lado.

Pon a hervir una taza de agua (250 ml). Agrega las hojas de alcachofa, deja hervir durante 10 minutos. Retira del fuego y deja reposar por 5 minutos más. Después de que se enfríe un poco, cuela las hojas y sirve.

¿Qué parte de la alcachofa tiene más sabor? Las hojas exteriores y el corazón de la alcachofa contienen la mayor cantidad de sabor, mientras que el tallo, aunque comestible, es más suave en sabor.

Cómo tomar cápsulas de alcachofa

Pues lo más habitual es que se recomienda tomar de 4 a 5 cápsulas diarias siempre acompañadas de agua y comida y, de hecho, lo mejor es repartidas entre las dos o tres comidas principales del día.

En una olla grande, ponga bastante agua como para cubrir los alcauciles, el ajo, una rodaja de limón y una hoja de laurel. Cubrir la olla. Llevar a ebullición y reducir el fuego a fuego lento. Cocine durante 25 a 35 minutos o más, hasta que las hojas exteriores se puedan quitar fácilmente.

La alcachofa es un vegetal ideal tanto para el hígado como para la vesícula biliar, dado que posee una acción colerética que aumenta la segregación biliar de forma que puede ser muy útil para tratar ictericia, mala digestión de grasas, congestión o hígado perezoso.

La dosis normal es: Adultos y adolescentes mayores de 12 años: tomar 3 cápsulas en la comida y 3 cápsulas en la cena con un vaso de agua. Este medicamento se utiliza vía oral. La duración recomendada del tratamiento es de 1 a 2 semanas.

La alcachofa ayuda a eliminar toxinas, especialmente ácido úrico, y consigue evitar así la retención de líquidos.

Una buena frecuencia podría ser 2-3 raciones de alcachofa a la semana , siempre que no tengamos problemas de mala absorción de algún nutriente específico.

La mejor manera para disfrutar de las alcachofas es al vapor y cocidas. Una vez hechas, puedes acompañarlas con un poco de aceite de oliva y vinagre de manzana. Son tan sanas como sabrosas. Recuerda que, para cocinarlas, debes limpiarlas y recortarlas un poco, tanto el tallo como la piel del exterior.

No es recomendable para mujeres embarazadas o que estén amamantando, así como tampoco para personas con obstrucción biliar y litiasis biliar. El agua de alcachofa puede producir diarrea e hinchazón abdominal en algunas personas.

Las únicas partes que no se comen de una alcachofa són las hojas externas, pues son duras y fibrosas y la parte más seca del pedúnculo y alejada de la flor.

Hoja de alcachofera: La infusión se prepara con 1 cucharada de hojas secas en 150 ml de agua, que dejará infusionar 5 minutos. La infusión se debe tomar antes de las comidas para ayudar a la vesícula biliar a vaciar la bilis en el momento de la digestión.

Nutrientes: Las alcachofas demandan un buen abonado con estiércol o compost que le aporte los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse. Sustrato: Los suelos deben estar sanos, aireados y ricos en materia orgánica y humus. Hay que evitar suelos muy húmedos o excesivamente secos.

Lo ideal para favorecer la pérdida de peso es tomar el agua de alcachofa a lo largo del día, justamente en tres ocasiones, después de las principales comidas: desayuno, almuerzo y cena. De esta manera, mejoras la digestión y ayudas a tu organismo a que procese las grasas de forma adecuada.

La alcachofa es, técnicamente, una flor que todavía no ha florecido, que se obtiene de la alcachofera, una planta perenne que puede alcanzar entre uno y dos metros de altura.

Añadir perejil al agua de las alcachofas

Otro truco para evitar que las alcachofas se oxiden consiste en echar perejil al agua donde vamos dejando las alcachofas. El perejil tiene mucha vitamina C. Este antioxidante natural consigue que las alcachofas adquieran el color negro más tarde de lo habitual.

Esta hortaliza cuenta con un alto grado de nutrientes y vitaminas que benefician el cuerpo como son las vitaminas B1, B3 y E, además de contener un alto nivel de potasio, calcio y magnesio.

Es hepatoprotectora, colerética, colagoga, hipocolesterolemiante y coadyuvante en las dietas destinadas a controlar el peso. Como nutriente resulta muy adecuada para evitar los excesos de la dieta pobre en verduras y fibra y excesivamente rica en grasas.

Cómo preparar una infusión de alcachofa

Para preparar la infusión, se debe poner a calentar agua en una olla hasta que hierva. Luego, se agrega una cucharada de hojas de alcachofa seca o dos hojas frescas en la olla de agua caliente. Se deja que las hojas de alcachofa se infusionen durante unos 5-10 minutos.

La niacina es un tipo de vitamina B importante que puede aumentar el nivel de lipoproteínas de alta densidad (colesterol “bueno”) y disminuir el nivel de triglicéridos. Desde hace mucho tiempo, la niacina se usa para reducir el nivel de triglicéridos y aumentar el colesterol de lipoproteínas de alta densidad.