¿Qué parte de la alcachofa se puede comer?

Cuanto más tierna sea a la hora de comer, más partes podrás consumir directamente. Las únicas partes que no se comen de una alcachofa són las hojas externas, pues son duras y fibrosas y la parte más seca del pedúnculo y alejada de la flor.

La parte comestible es una inflorescencia en forma de rosetón, formado por brácteas verdes que parecen escamas unidas al tallo. Las hojas externas son duras y fibrosas, en tanto que las interiores son tiernas y muy sabrosas, formando el “corazón” de la alcachofa.

¿Qué parte de la alcachofa tiene más sabor? Las hojas exteriores y el corazón de la alcachofa contienen la mayor cantidad de sabor, mientras que el tallo, aunque comestible, es más suave en sabor.

Las hojas, los tallos y la raíz (y no los capítulos carnosos o alcachofas que sirven de alimento) contienen ácidos fenólicos, flavonoides y lactonas sesquiterpénicas1.

Las únicas partes que no se comen de una alcachofa són las hojas externas, pues son duras y fibrosas y la parte más seca del pedúnculo y alejada de la flor.

El tallo de la alcachofa: Esta primera parte a mencionar es la que compone toda la parte inferior de lo que sería la flor de la alcachofa, siendo generalmente desechada por aquellos que no gustan de aprovechar al 100% este alimento para cocinar.

Contraindicaciones de las cápsulas de alcachofas

Si eres sensible a algún componente de la alcachofa, tomarla en cualquier formato puede producirte alergia con erupciones en la piel, picazón y dificultades para respirar. Ingerir alcachofa en exceso puede producir diarreas, náuseas, flatulencias y pérdida de apetito.

De ahí que su consumo contribuya a retrasar el envejecimiento y a la prevención de enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares, trastornos inflamatorios y cáncer.

La infusión de hojas de alcachofa cuenta con muchos seguidores. A la hora de prepararla, lo ideal es que se trate de hojas frescas y solas (no olvides que son muy amargas), aunque también puedes mezclarlas con otras plantas. Apenas hervidas, déjalas 15 minutos en reposo, cuela y toma una taza antes de cada comida.

Incluir alcachofas en la dieta puede tener muchos beneficios para la salud, como fortalecer el sistema inmunológico, mantener los niveles de colesterol y proteger contra muchas enfermedades. Además, las alcachofas son conocidas por desintoxicar el cuerpo, mejorar la salud del hígado y los problemas digestivos.

A la hora de dar un número de alcachofas recomendadas, podríamos decir que no hay un número exacto al 100% pero es recomendable tomar unas 2 o 3 raciones semanales, ya que se deja hueco para otros alimentos también muy beneficiosos que nos aportarán otros nutrientes muy necesarios en nuestras comidas y cenas saludables ...

La alcachofa es un vegetal ideal tanto para el hígado como para la vesícula biliar, dado que posee una acción colerética que aumenta la segregación biliar de forma que puede ser muy útil para tratar ictericia, mala digestión de grasas, congestión o hígado perezoso.

La infusión de alcachofa se prepara fácilmente. Hierve en un cazo el equivalente a una taza de agua y cuando entre en ebullición, añade unas cuantas hojas de alcachofa y diente de león. Mantén hirviendo durante tres minutos. Luego apaga el fuego y deja en reposo otros tres.

Hoja de alcachofera: La infusión se prepara con 1 cucharada de hojas secas en 150 ml de agua, que dejará infusionar 5 minutos. La infusión se debe tomar antes de las comidas para ayudar a la vesícula biliar a vaciar la bilis en el momento de la digestión.

Pero, ¿cómo elegir las mejores alcachofas a la hora de comprarlas? Para Francisco Torres, lo que hay que tener siempre en cuenta es que esté bien formada, que no tenga pinchos, que las hojas no estén abiertas, que estén redonditas y prietas, que pesen y cuanto al tamaño, que se puedan abrazar con la mano.

Se recolecta entre octubre y abril y por eso es un vegetal de otoño e invierno y parte de la primavera.

Si optamos por conservar nuestras alcachofas cocidas deberemos enfriarlas por completo antes de introducir en el frigorífico, y hacerlo en un recipiente cerrado. Con este método el tiempo de conservación será similar al anterior, unos 5 o 7 días.

La alcachofa es una de las verduras más deliciosas y preferidas por los consumidores, por eso en este post, te contamos todo lo que hay que saber sobre esta verdura tan saludable. Aunque a menudo son confundidas con las verduras, lo cierto es que la alcachofa es una flor.

Corazón de la alcachofa​

Se trata del centro de la inflorescencia, la parte más carnosa y tierna de la alcachofa que se encuentra en el interior de las hojas. Es rico en nutrientes y tiene un sabor muy delicado y suave.

Las alcachofas cocidas aguantan 24 horas guardadas en la nevera metidas en un táper o recipiente bien cerrado y sumergidas en su agua de cocción. Otra opción es la congelación, si hemos cocido los corazones de alcachofa ya limpios, podemos guardarlos en el congelador y aguantarán 6 meses.

La alcachofa ayuda a eliminar toxinas, especialmente ácido úrico, y consigue evitar así la retención de líquidos.

Expertos recomiendan beber el té de alcachofa tres veces al día, sin no se presentan enfermedades graves. Riñón: la alcachofa incrementa la diuresis y la excreción de urea, una sustancia tóxica que se produce en el organismo como resultado del metabolismo de las proteínas y que debe eliminarse con la orina.

Flatulencia. El exceso de fibra hace que las alcachofas puedan resultar flatulentas en general y, de manera particular, para quienes tienen tendencia a trastornos digestivos (aerofagia, dispepsia). Sirve de ayuda terminar la comida con una infusión de manzanilla, anís verde, hinojo, poleo menta o hierbabuena.

Se cree que la alcachofa podría empeorar la obstrucción de las vías biliares, ya que aumenta demasiado el flujo de bilis. Por eso, antes de utilizar este remedio natural, es mejor que consultemos a nuestro médico, especialmente si padecemos de esta condición. También puede aumentar los cálculos biliares.

Esta hortaliza cuenta con un alto grado de nutrientes y vitaminas que benefician el cuerpo como son las vitaminas B1, B3 y E, además de contener un alto nivel de potasio, calcio y magnesio.