¿Qué parte de los espárragos no se come?

Solo hay que descartar la parte más fea o dura —esa parte que, aunque se cocine en un caldo, no aporta nada porque está seca—, pero con el resto se pueden elaborar sopas, cremas, pasteles, revueltos con huevo, trocear y saltear en un arroz, hacer platos de pasta, lasañas…

Cortar el extremo inferior

Salvo que sean espárragos fresquísimos y muy jóvenes, como los silvestres recolectados por nosotros mismos, normalmente tendremos que cortar una parte del extremo inferior del tallo. Cuantos más días pasan desde que se cosechan, más se estropean por aquí.

Así, estos son los tallos que se comen más utilizados en la cocina: Espárragos: son uno de los mejores tallos comestibles, siendo además recomendados en muchas dietas para bajar y mantener el peso porque tienen pocas calorías y están formados en su mayoría por agua.

No te preocupes porque es súper sencillo. En primer lugar, debes limpiarlos con agua, para eliminar posibles restos de tierra. Puedes hacerlo manualmente, bajo el grifo, o colocarlos dentro de un escurridor o colador y pasarlos por agua. El segundo paso es secarlos con un trapo de cocina o un poco de papel de cocina.

Para cortar los espárragos verdes, lo más lógico es buscar con el cuchillo la zona en la que, sin hacer mucha presión, éste se hunda ligeramente. De esta forma más o menos tendrán todos el mismo tamaño y habremos desechado la parte más dura.

✔︎ Poner en una cazuela ancha, agua abundante con dos cucharadas soperas de sal, dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen y una cucharada de azúcar, que nos sirve para quitar el amargor del espárrago. Cuando empiece a hervir ponerlo a fuego suave y que cueza durante 10 minutos.

Conservar. Lo más adecuado es consumir los espárragos lo antes posible después de comprarlos. Es recomendable guardarlos en la nevera enrollados en un paño húmedo. Los espárragos se pueden conservar en la nevera entre tres días y una semana, y un día en un lugar fresco.

Los espárragos pueden comerse crudos, cocidos al vapor, hervidos, a la parrilla, asados o incorporados en guisos, sopas y ensaladas. El consumo de espárrago es ideal para dietas que requieren poco sodio y alto contenido de fibra, así como de vitaminas A, C y hierro.

Espárragos - 5 al día.

Tienen una gran cantidad de vitaminas, sobre todo vitamina A, C, E, K, B1, B2, B3, B6 y ácido fólico. Además, destacan por su aporte en minerales como hierro, fósforo, potasio, cobre, manganeso, calcio, magnesio, zinc y selenio.

Esta agua se puede añadir a cualquier sopa de verdura, pescado o fumet para aumentar la intensidad, pero también a todo tipo de guisos en los que, sencillamente, queramos potenciar el sabor. Si hay una receta donde el líquido de nuestros espárragos aporta un extra de sabor, es en las de cremas o vichyssoises.

Los espárragos son tallos jóvenes y tiernos de la esparraguera, planta herbácea de la familia de las liliáceas que alcanza hasta 1,5 m de altura.

Pártelo por la mitad y muerde uno de los extremos recién cortados. Cuanta más agua suelte, más fresco será. No descartes un espárrago blanco fresco por tener vetas moradas. Significa que esa zona ha estado expuesta al sol, pero no que se haya echado a perder.

Como te comentábamos, la recogida del espárrago triguero y silvestre se extiende desde marzo hasta junio, coincidiendo con el periodo primaveral. Aunque hay quienes lo realizan desde finales de febrero hasta mayo, dependiendo del tipo de espárrago.

Preferentemente en suelos calcáreos secos e incluso rocosos, de manera que puede aparecer hasta los 1000 (1500) metros de altitud.

Para conservar al máximo sus propiedades, los espárragos deben guardarse en la nevera envueltos en un paño húmedo o en un envase.

Añade sal, deja que hierva y pon los espárragos durante un minuto. Esta técnica se conoce como “blanquear” y terminará con ese sabor tan fuerte.

La mejor manera de conservación consiste en envolverlo con un paño húmedo e introducirlo en el frigorífico. Puede durar así hasta tres semanas. En una bolsa de plástico dura, como máximo, unos cinco días.

Extiende la berenjena sobre un plato o bandeja y añade sal por encima. Deja reposar 20 minutos. Pasado ese tiempo, cubre con un trapo y presiona ligeramente para retirar el exceso de sal y secar la humedad.

Una vez los hemos cocido, los debemos de meter en un recipiente y cubrirlos por completo con el agua de cocción, durarán varios días en la nevera.

Si parte decidimos congelarlos, los ponemos pelados y lavados en una bolsa con la menor cantidad de aire posible y al congelador. Una vez se decidamos consumirlos, los tomaremos del congelador y directamente sin dejar descongelarlos los pondremos en el agua hirviendo.

Se deja crecer durante el verano y en otoño, cuando se seque, se poda todo el follaje a ras del suelo. El rizoma se mantiene bajo tierra durante el invierno, y para la primavera siguiente ya tendremos la garra lista para trasplantar a su emplazamiento definitivo.

Lavar bien los espárragos y cortarles el tallo gordo. Luego, hervir agua en una olla grande y añadir 1 cucharadita de sal. Cuando el agua esté en su punto de ebullición (tirando burbujas) poner los espárragos y cocer por 4 minutos. ni más ni menos..

Espárragos en crudo

Para ello os recomiendo utilizar un pelador o una mandolina y cortar tiras finísimas. También podéis picarlo con el cuchillo en una brunoise fina. Este espárrago crudo tiene un sabor muy intenso y funciona muy bien en recetas como ensaladas de tomate o en gazpachos, usado como tropezón crujiente.

A pesar de que presenta un bajo contenido energético, el espárrago contiene gran cantidad de nutrientes. Contienen vitamina C, vitamina B1 (tiamina), vitamina B6, vitamina C y folato. Asimismo, son bajos en grasa, debido a que no tiene colesterol.

A continuación, os dejamos una lista con las 12 verduras más saludables.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones de fruta al día intercalándolas con verduras; es decir, que como mínimo se debe ingerir una porción de fruta al desayuno, en la onces de la mañana y de la tarde.