¿Qué parte de tu cuerpo debes mojar primero a la hora de la ducha?

Antes de comenzar el baño el cuerpo debe ir adaptándose a la temperatura, para lo cual es conveniente mojarse la nuca y las extremidades. Cuando una persona sufre un corte de digestión puede presentar malestar, sensación de mareo, náuseas y vómitos, sudoración y palidez.

Solo tienes que seguir estos pasos:

Según Turnbull, lo mejor es empezar lavándonos la cabeza, e ir limpiando el resto de partes de nuestro cuerpo de arriba a abajo.

La forma correcta de iniciar la ducha es comenzar mojándose el cuerpo desde los pies gradualmente hasta los hombros. Algunas personas al hacer esto dicen sentir una especie de sopor o vapor saliendo por el tope de la cabeza o un erizamiento del vello corporal.

Y la solución es....

Efectivamente, es el agua lo primero que nos secamos al salir de la ducha o la bañera.

Desde la OMS recomiendan que las duchas sean con aguas tibias y cortas y que incidamos especialmente en las zonas que producen mal olor como las axilas, genitales, pies o ingles. Y advierten con el uso del jabón. Lo más recomendado es utilizar jabón neutro sin perfume.

Además, la ducha, al relajar el cuerpo y reducir el nivel de cortisol, puede ayudar a conciliar el sueño. Por lo tanto, ambas tienen beneficios aunque son numerosos los expertos que coinciden en que la nocturna es preferible.

Es importante secar la piel suavemente, a base de toquecitos, haciendo un poco de presión con la toalla, pero sin frotar. Así evitaremos que la piel sufra con el contacto de la toalla o albornoz. El segundo paso consiste en hidratar la piel, una vez seca, aplicando una crema hidratante.

La dermatóloga Karla Assed afirma en su perfil de Instagram que no debes pasar el peine por los cabellos mojados. «Después de la ducha, solo se recomienda desenredarlo con los dedos», explica. Peinar el pelo mojado implica todavía más tensión para las hebras, lo que puede hacer que se quiebren.

Mejor límpiala y enjuágala con agua tibia antes de meterte a bañar, y vas a ayudar a que la piel se sienta más calmada y en equilibrio.

Antes de comenzar el baño el cuerpo debe ir adaptándose a la temperatura, para lo cual es conveniente mojarse la nuca y las extremidades.

Lavarse los pies antes de meterse a la cama es una buena recomendación de higiene, ya que ayuda a eliminar las pieles muertas, el sudor o la suciedad que se ha podido acumular al andar descalzo por casa o al caminar por la calle con sandalias, chanclas y otros zapatos abiertos.

Bañarse diario afecta así a tu salud: El equilibrio de bacterias buenas en tu piel es eliminado. La piel se vuelve seca y puede irritarse con mayor facilidad. Se pueden producir infecciones y alergias en la piel al dañar la capa más superficial con agua y jabón cada día de ducha.

Existe el consenso dermatológico bastante claro de que ducharse o bañarse todos los días no es necesario para la mayoría de las personas. La Academia Española de Dermatología y Veneralogía (AEDV) aconseja no ducharse más de una vez al día porque aumenta el riesgo de deshidratación de la piel.

Se pueden producir infecciones y alergias en la piel al dañar la capa más superficial con agua y jabón cada día de ducha. Los jabones desaparecen a las bacterias nativas de la piel, lo que fomenta la aparición de microrganismos no amigables y resistentes a antibióticos.

La mejor manera de aplicar este consejo es siempre tener en el baño una toalla absorbente pequeña y usarla diario para secar bien todas las superficies. Esta toalla te ayudará a secar y quitar los residuos del jabón que son los responsables de la mayoría de las manchas en el baño.

Si bien no hay una frecuencia ideal, los expertos sugieren que ducharse varias veces por semana es suficiente para la mayoría de las personas (a menos que tengas razones obvias para ducharte con mayor frecuencia). Aproximadamente, unas 4 veces a la semana.

Lo ideal son 4 duchas a la semana

Es cierto que el agua y el jabón combaten las bacterias que pueden entrar en la piel y en el cuerpo, pero la repetida utilización también puede provocarnos daños en la piel como picores, infecciones o reacciones alérgicas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que no se deben exceder los cinco minutos por varios motivos. Además de la sostenibilidad y el ahorro de agua, si alargamos el exceso el tiempo en la ducha puede eliminar bacterias y microorganismos que protegen nuestra piel.

Por la mañana o por la noche reporta diferentes beneficios. Así lo ha demostrado la doctora en psicología de Harvard, Shelley Carson, quien asegura que la ducha por la mañana nos ayuda a estar relajados y, a la vez, a mantenernos en alerta, y además hace que se fomente la creatividad.

Mejora la calidad de nuestro sueño

El agua fría ayuda a conciliar el sueño. A pesar de que a esta temperatura, el agua sirve para reactivar y mantener despierto el cuerpo, también tiene sus beneficios a la hora de dormir. Incluso se puede conciliar mejor el sueño y es beneficioso para personas que sufren de insomnio.

Una manera eficiente es emulsionar los limpiadores jabonosos faciales en la mano y después realizar masaje suave desde las áreas periféricas hacia las centrales, por último, los ojos. La temperatura del agua es importante. Evitar dejar la cara debajo del chorro de la ducha ya que puede producir una abrasión mecánica.

Después de la ducha, cepilla suavemente tu cabello todavía húmedo para controlar el frizz. No solo es más fácil que cepillarlo seco puesto que el acondicionador facilita el trabajo del peine, sino que además tu cabello es mucho más manejable y peinarlo se hace mucho más fácil.

Para evitar la acumulación excesiva de pelos en la ducha, puedes considerar tomar algunas medidas preventivas, como usar una rejilla o tapón de ducha para atrapar los pelos, limpiar regularmente el desagüe y mantenerlo despejado, y cepillar o peinar el cabello antes de entrar en la ducha para eliminar los pelos sueltos ...

2 El gorro de ducha, tu mejor aliado.

Este elemento te va a permitir ducharte sin que tu cabello se moje. Lo único que tienes que hacer es preocuparte de que no sobresalga ningún pelo. Cuando hayas terminado de utilizarlo colócalo en un lugar seco para la próxima vez que quieras usarlo.

El agua caliente, el vapor que se forma y la presión del agua sobre el rostro pueden provocar deshidratación, sequedad, irritación, picor y enrojecimiento (por la vasodilatación debida al calor).

Así que en definitiva, el agua tibia sería la opción más recomendable para lavar la piel del rostro para que no dañe los capilares por estar demasiado cálida ni contraiga mucho la piel por estar excesivamente fría.