¿Qué pasa cuando llevas mucho tiempo sin tener relaciones sexuales?

Si no tienes relaciones sexuales con regularidad, te expones a un mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Además de ser una manera de hacer ejercicio, el acto sexual ayuda mantener equilibrados los niveles de estrógenos y de progesterona, lo que puede disminuir el riesgo de cardiopatía.

Cambios en la conducta y el estado de ánimo, disminución del deseo sexual, alteraciones en la salud vaginal y aumento del estrés son algunas de las señales que podrían indicar que una mujer ha estado sin tener sexo durante un período prolongado.

Una de las consecuencias de la falta de sexo es el aumento del estrés, debido a la no liberación de las sustancias que permiten contrarrestarlo. Esto ocasiona un aumento de la presión sanguínea y del cortisol, hormona que se libera como consecuencia del agobio y la angustia.

Estrés, ansiedad y mal humor no son los únicos indicadores de abstinencia voluntaria o forzosa.

Es un mito urbano que tu vagina se cerrará, sellará o crecerá un nuevo himen si no ve acción por un tiempo.

¿Por qué los 30 es la mejor edad para tener un buen sexo? Los estudios revelaron que las mujeres de 36 años a más se mostraron más seguras con su cuerpo, ya que ocho de cada 10 encuestadas manifestaron sentirse “sexys”. Asimismo, al menos seis de cada 10 admitieron tener orgasmos más frecuentes.

Basado en una muestra de más de 645 mujeres de unos 30 años, heterosexuales y con pareja estable, los investigadores pidieron a las chicas cronometrar el acto durante 8 semanas. Así, el resultado fue que las mujeres tardan 13,46 minutos exactos en llegar el clímax.

La asexualidad es distinta de la abstinencia sexual; y el celibato es la abstinencia sexual generalmente motivada por factores tales como las creencias personales o religiosas de un individuo.

El sexo hace que el cerebro libere niveles mucho más altos de algunos neuroquímicos, y especialmente se da relevancia al hecho de que liberamos dopamina, la cual tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, ...

En el sentido más estricto, una persona puede sobrevivir sin practicar sexo. Pero igual que ocurre con el deporte o la alimentación saludable, la calidad de vida será menor. Los expertos indican que el tiempo mínimo que se puede pasar sin que la abstinencia empiece a pasar factura son unos tres meses.

De acuerdo con Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y directora del Instituto de Sexología de Barcelona, pasar más de tres meses sin penetración, orgasmos o masturbación podría ser perjudicial para la salud.

Mayor riesgo de disfunción eréctil en los hombres

La abstinencia sexual, o tener muy pocas relaciones, “puede duplicar el riesgo de sufrir disfunción eréctil”, asegura Carmen Bermejo, un peligro relacionado con la ya mencionada disminución del deseo sexual.

La primera vez que tienes sexo vaginal o sexo anal te puede doler o puede sentirse bien, o las dos cosas. Puede que la primera vez que un pene o dedos entren en tu vagina o en tu ano te duela o sangres, pero esto tampoco le pasa a todas las personas.

Es un espasmo de los músculos que rodean la vagina, que ocurre en contra de su voluntad. Los espasmos hacen que la vagina sea muy estrecha y pueden evitar la actividad sexual y los exámenes médicos.

Tener una vida sexual sana es bueno para ti física y emocionalmente. El sexo te puede ayudar a conectarte con otra persona, y el placer sexual tiene muchos beneficios para la salud, ya sea que tengas pareja o no. Cuando tienes un orgasmo, tu cuerpo produce una sensación de bienestar de forma natural.

La ausencia de deseo sexual puede tener diferentes causas, interrelacionadas entre sí. Físicas: El cansancio físico, la falta de sueño, la fatiga por enfermedades o las propias enfermedades (cardiovasculares, endocrinológicas, neurológicas…) influyen en la libido de la mujer.

¿Cuáles son algunos consejos para decir “no” a tener sexo?

La depresión, el estrés, el alcoholismo, el uso de drogas ilegales y la fatiga con frecuencia pueden ser factores en la pérdida del deseo sexual en los hombres. Algunas veces el culpable es una reducción en las hormonas sexuales masculinas a causa de un trastorno endocrino.

Los psicólogos apuntan que cuando comienza a generarse un cambio de actitud en las parejas, es debido a la falta de comunicación; muchos consideran que el hecho de tener relaciones íntimas de buena calidad, es suficiente para garantizar la buena conexión y relación con la pareja.

Los signos de que el sexo no va bien en la pareja

En sus investigaciones, dice, una pareja con edades entre 20 y 30 años puede llegar a tener una o tres veces por semana pero el panorama cambia en personas entre 30 y 50 años, en las que dos veces es considerado bueno. Al llegar a los 50 años, probablemente se tiene sexo una vez a la semana o quizá ninguna.

Hay mujeres que en su primera relación sexual ya no lo tienen porque era muy frágil o porque hizo un movimiento brusco que lo rompió. Por otra parte, el himen no tapa o cubre la vagina totalmente, es una membrana elástica que ya está perforada, gracias a esos orificios permite que menstruemos y liberemos la sangre.

Tristeza, angustia, ansiedad… Son los síntomas que experimentan algunas personas después de practicar sexo. Así, el placer se sustituye o se transforma en una serie de efectos anímicos que llevan a quienes los sufren a evitar las relaciones sexuales.

La liberación de tensiones genera este impulso que puede ocasionar calambres. En ciertas casos, es tal la sensación de relajación que muchas personas lloran después del orgasmo. Las lágrimas son otra respuesta involuntaria del cuerpo humano que puede manifestarse después del sexo.

Contraer glúteos y suelo pélvico: ponte de pie y separa los pies a la misma altura que las caderas. Empieza contrayendo los glúteos y después todo el suelo pélvico, desde atrás hacia delante. Aguanta 10 segundos la contracción y relaja en orden inverso. Repite 15 veces.