¿Qué pasa cuando se inflama la mandíbula?

La hinchazón rápida de la mandíbula puede ser un signo de una infección peligrosa, especialmente si hay otros síntomas como sensibilidad, fiebre y dificultad para abrir la boca. La hinchazón rápida también puede indicar un tipo agresivo de cáncer. Si su hinchazón continúa empeorando, debe consultar a un médico.

¿Cómo puedo desinflamar la mandíbula?

Toma medicamentos – para aliviar el dolor muscular y el hinchazón, prueba tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos sin necesidad de receta médica (NSAID por sus siglas en inglés), como aspirina, iboprufeno (Advil^®, Motrin^®), o naproxeno (Aleve^®).

El dolor o inflamación de la mandíbula suele atribuirse a algunos problemas de salud dental o bucal, como: Caries dental. Diente con absceso. Aparición de las muelas del juicio.

Además del dolor, otros síntomas pueden incluir rigidez, movimiento limitado de la mandíbula, chasquidos dolorosos en la articulación o cambios en la forma en que encajan los dientes. Si tiene alguno de estos síntomas, hable con su proveedor de atención médica.

Síntomas

Síntomas

Prostodoncistas. Los prostodoncistas reparan los dientes y huesos de la mandíbula.

Los dolores pueden ser continuos durante todo el día o solo al realizar movimientos de mandíbula y pueden volverse crónicos en algunos casos o durar varios meses. Estos trastornos se denominan trastornos de la ATM (articulación temporomandibular).

El dolor en la mandíbula puede deberse a muchas causas: una fractura o dislocación ósea, un absceso en una muela infectada, problemas estructurales de nacimiento, artritis, enfermedad periodontal… Sin embargo, una de las causas más comunes es el bruxismo.

¿Por qué me duele la mandíbula por un lado? El dolor que solo afecta a un lado de la mandíbula puede ser consecuencia de las paperas, una infección vírica que provoca hinchazón de la cara. También puede ser debido a una caries, un absceso dental, un trastorno ATM o una sinusitis.

La causa del problema son los problemas temporomandibulares; a veces debidos a una inflamación del nervio trigémino o asociado a chasqueos o ruidos de la articulación durante la masticación. Entre otros, podrían deberse a la artritis, artrosis, bruxismo, pero también otitis, sinusitis y parodontitis.

Sonidos dolorosos como chasquidos, ruptura o chirridos cuando mueve la mandíbula. Problemas en el oído, como dolor o sensibilidad al ruido o al viento. Disminución de la calidad de vida.

Por lo general, las personas que sufren estrés y ansiedad, tienden a apretar la mandíbula y, en consecuencia, generan dolor en diferentes partes de su cara. Otros posibles factores que pueden derivar en estrés mandibular son: Mala alineación de los dientes. Inflamación de las articulaciones.

Por eso, si se detectan molestias en esta zona podrían estar relacionadas con un posible trastorno en esta articulación y es importante consultar con un odontólogo que también sea especialista en ATM, quien valorará los indicios y ayudará a determinar por qué surgen estas molestias, así como el tratamiento adecuado.

Los bultos o hinchazones más comunes son los ganglios linfáticos inflamados. Estos pueden ser ocasionados por infecciones bacterianas o virales, cáncer (malignidad) u otras causas poco comunes. La inflamación de las glándulas salivales por debajo de la mandíbula puede ser causada por infección o cáncer.

Una infección ósea puede impedir la circulación de sangre dentro del hueso, lo que ocasiona la muerte del hueso. Es necesario extirpar mediante cirugía las partes óseas que han muerto para que los antibióticos sean efectivos.

Las infecciones en el territorio maxilofacial, son cuadros frecuentes, de origen polimicrobiano, con manifestaciones clínicas muy variables y que están asociadas a múltiples vías de ingreso de los microorganismos al territorio.

Síntomas

Artrosis de mandíbula o de la articulación temporomandibular

Se caracteriza por la descomposición del cartílago articular con cambios en la arquitectura en el hueso, y la degeneración de los tejidos sinoviales, lo que causa dolor y/o disfunción en los movimientos funcionales de la mandíbula.

– Aplicar calor en la zona con un paño con agua templada, con el objetivo de relajar la musculatura de la zona. – Reducir en lo posible el estrés, ya que incrementa el apretamiento dental y la contractura muscular. Por este motivo, también es mejor evitar tomar excitantes, como café o bebidas con cafeína o té.

Un dolor en la mandíbula puede deberse a otras muchas causas, desde una fractura ósea a un absceso en una muela infectada (lo que popularmente conocemos como “flemón”), pero en esos casos el dolor es síntoma de una patología distinta y fácilmente identificable; no el problema (el dolor crónico) en sí mismo.

Para combatir el bruxismo, puedes destensar los músculos de la mandíbula apretándola con mucha fuerza durante unos 8-10 segundos y, seguidamente, relaja los músculos moviéndola muy suavemente de derecha a izquierda. Repite este ejercicios varias veces hasta que notes un descenso en de la tensión.

La cirugía maxilofacial actúa en la estructura de la cabeza y el cuello. Cuando se necesita corregir una anormalidad, ya sea congénita o adquirida relacionada con la estructura anatómica de la cara, los maxilares, los dientes y la cavidad oral, la opción es recurrir a la cirugía maxilofacial.

Napro

Para la mayoría de las personas con trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), la afección se puede controlar sin efectos duraderos. Sin embargo, sin tratamiento, la ATM puede provocar dolor mandibular crónico, dolores de cabeza recurrentes y otros efectos adversos.