¿Qué pasa cuando una mujer ya no produce estrógenos?

Durante la menopausia, los ovarios de una mujer dejan de liberar óvulos. El cuerpo produce una cantidad menor de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. Los menores niveles de estas hormonas causan los síntomas de menopausia. Los periodos se presentan con menos frecuencia y eventualmente cesan.

Esto produce agotamiento físico, que a su vez empeora los cambios de estado de ánimo. El hecho de que los tejidos se hagan más finos puede producir malestar. La piel puede verse más arrugada. El debilitamiento del aparato urinario puede producir cistitis.

Los niveles bajos de estrógeno pueden interferir con el desarrollo sexual y las funciones sexuales. También pueden aumentar tu riesgo de obesidad, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Los tratamientos han evolucionado a lo largo de los años y se han vuelto más efectivos.

Hay dos tipos principales de terapia de estrógeno: Terapia hormonal sistémica. El estrógeno sistémico, disponible en forma de píldora, parche para la piel, anillo, gel, crema o atomizador, por lo general contiene una dosis más alta de estrógeno que se absorbe en todo el cuerpo.

Los estrógenos son hormonas sexuales esteroideas (derivadas del colesterol) que se encuentran principalmente en las mujeres. Entre sus múltiples funciones, destacan el desarrollo de los órganos sexuales femeninos, la aparición de los caracteres sexuales secundarios y la regulación del ciclo menstrual.

Un nivel más bajo de hormonas durante la menopausia puede causar sensación repentina de calor (sofoco o “los calores”) sequedad en el tejido vaginal y huesos quebradizos. Para aliviar estos problemas, es común que se recete a las mujeres estrógeno o estrógeno con progestágeno (otra hormona sintética).

Complicaciones

La deficiencia estrogénica subsecuente provoca una serie de cambios orgánicos que incluyen un descenso del colágeno cutáneo y un envejecimiento de la piel. Durante este período ocurren alteraciones hormonales significativas que ocasionan cambios fisiológicos que afectan múltiples órganos y sistemas del organismo.

Cuando los niveles de progesterona son inferiores a 10 ng/ml se considera que la producción de esta hormona está por debajo de lo deseable. En estos casos aparecen algunos síntomas reconocibles. Periodos menstruales irregulares y en ocasiones muy abundantes. Aumento de la retención de líquidos.

Señales o síntomas de un desequilibrio hormonal

Frutas: se puede encontrar estrógenos en las manzanas, las cerezas, los arándanos, las frambuesas, cirueles, peras, uvas, kiwis, naranjas y albaricoques. Legumbres y proteínas: los frijoles rojos, las lentejas y los huevos también ayudan a incrementar los niveles de estrógenos en nuestro organismo.

Sustituye los carbohidratos, evita el consumo de azúcar y sus derivados, no producen ningún beneficio a la salud. Sustituye la harina de trigo por la integral, así como el arroz y otros granos. Si quieres aumentar los estrógenos comiendo, lo ideal es ingerir proteína magra, alimentos bajos en grasa y altos en fibra.

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Los sofocos y los sudores nocturnos son los síntomas más comunes de un nivel bajo de estrógenos.

La reducción de los niveles de estrógeno puede causar cambios desfavorables en los niveles de colesterol en la sangre, entre ellos un incremento en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad, el colesterol malo, que contribuye a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.

El cortisol es una hormona fundamental para la vida pero que en niveles muy elevados puede hacer que comas de más y que, por tanto, aumentes de peso.

Los estrógenos comúnmente usados para tratar los síntomas de la menopausia incluyen estrógenos equinos conjugados (CEE o Premarin^®) y estradiol, aunque también se dispone de varias otras formas o tipos de estrógenos.

Vitamina C

Esta vitamina es uno de los nutrientes esenciales en la menopausia, debido a que ayuda en la producción de estrógenos. A causa de esto participa en la disminución de molestias como fatiga, sofocos, cambios de humor y resequedad vaginal.

Las mujeres japonesas tienen experiencias de menopausia mucho más fáciles que los occidentales, principalmente debido a sus hábitos dietéticos de la sopa Miso (pasta de soja fermentada). Puedes tomar esa terapia dietética a través de Effisoy.

Debilitamiento óseo

La osteoporosis es una pérdida más grave de densidad ósea, que debilita los huesos. Cierto grado de adelgazamiento óseo ocurre como parte natural del proceso de envejecimiento. La pérdida de estrógeno a través de la menopausia natural o quirúrgica puede provocar el debilitamiento de los huesos, lo que aumenta el riesgo de fracturas.

Los cambios en su cuerpo en los años cercanos a la menopausia pueden aumentar su riesgo de sufrir ciertos problemas de salud . Los niveles bajos de estrógeno y otros cambios relacionados con el envejecimiento (como el aumento de peso) pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y osteoporosis.

La menopausia se divide en tres etapas básicas: perimenopausia, menopausia y posmenopausia . Durante este tiempo, los ovarios comienzan a atrofiarse lo que provoca una disminución en la producción de las hormonas que estimulan el ciclo menstrual; estrógeno y progesterona.

Llamamos menopausia agresiva a aquellas que presentan síntomas mucho más intensos que lo habitual, afectando de forma severa a su calidad de vida.

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Los estrógenos actúan sobre la piel, suavizando su apariencia, favorecen la producción e colágeno y elastina (las proteínas que aportan resistencia y elasticidad a la piel) y facilitan su proceso de regeneración y su capacidad de hidratación natural.

Estrógenos. Junto a la progesterona, es la hormona femenina por excelencia.

Hay muchos síntomas, dependiendo de la gravedad, que pueden significar una falta de la hormona progesterona: Sensibilidad en los senos y aumento de su tamaño. Menstruación irregular o abundante. Depresión.

Uno de los principales síntomas de esto es el aumento de peso. De todos estos efectos cabe destacar que la progesterona no provoca directamente la pérdida de peso . En cambio, reduce el efecto de otras hormonas en el cuerpo que causan el aumento de peso. Piense en ello como permitir que el cuerpo pierda peso, en lugar de provocarlo.